Estamos abordando estos días con profusión la competencia china, pero ello no debe hacernos bajar la guardia respecto a la que nos llega de la India. Al respecto, comentamos en esta post el artículo “How Tata has built a car that costs less than a motorbike” para ver si nos dan idea sobre cómo mejorar la productividad.
Los consumidores están familiarizados desde hace años con una bajada continuada de los equipos de telecomunicaciones y electrónica de consumo: DVD, televisores, cámaras digitales, ordenadores, etc. Pero Tata ha sorprendido a propios y extraños cuando en enero ha lanzado un coche por 100.000 rupias (1720€). Desde luego ha sido un gran shock en todo el mundo. Todos sabemos que los costes laborales son bajos en la India, pero los costes materiales son similares. ¿Cómo puede costar un coche lo mismo que en Europa se paga por un scooter de buena calidad?. Además, Tata ha dejado claro que se trata de un coche familiar de cuatro puertas, no un cuadriciclo motorizado. Tata ha reconocido que en su estrategia han prescindido de márgenes comerciales en el modelo base; y que los beneficios vendrán cuando los clientes busquen modelos de lujo con aire acondicionado, elevalunas eléctricos y otras opciones. Si bien el modelo standard es muy básico, lo cierto es que tiene un rendimiento adecuado, es eficiente en consumo de combustible, puertas resistentes, etc. Las primeras repercusiones que se nos ocurren sobre este nuevo producto es pensar hasta dónde va a subir el petróleo cuando la incipiente burguesía india comience a sustituir sus vehículos a dos ruedas por este nuevo modelo, que Tata afirma está pensado para transportar 4-5 personas.
El diseño de sus componentes se estudió para conseguir cumplir los objetivos de minimizar los costes, y entre otras cuestiones se consideraron las enormes producciones previstas. Se usan tecnologías específicas como el hidroformado para las estructuras tubulares y el conformado cilíndrico en vez del embutido. Otras características del diseño han contribuido en la reducción de peso. Por ejemplo, los techos son ondulados, lo que añade rigidez y permite utilizar menos acero.
También se extremaron las precauciones para minimizar los costes de producción y la utilización de herramientas. Otra particularidad del diseño es que el panel de control está ubicado en le centro en vez de al lado del conductor.
Respecto a las plantas de producción, si buen pueden parecer de baja tecnología si las comparamos con las de Europa occidental, se llevó a cabo bastante análisis durante las fases de diseño del proyecto. Tata ha pensado en un coche que piensa fabricar por millones al año. En este sentido, y sin conocer aún cómo recibirá el coche el mercado occidental, lo cierto es que si tiene éxito Tata puede poner en serio aprieto a los ya maltrechos fabricantes europeos. ¿Qué mejor coche que este para moverse por las atestadas ciudades europeas? Hay que tener en cuenta que el coche de bajo coste más popular en Europa es el Smart de dos plazas, pero su precio es cuatro veces el del nuevo nano Tata.
Me encanta este blog!!!
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