Analizamos esta noticia, aparecida hoy en Bloomberg, ya que tiene, como todas las cifras que se dan en China, trascendencia internacional. En primer lugar decir, que tal y como están evolucionando los datos en España y parte de Europa, la exportación se está convirtiendo en la única salida para seguir produciendo al ritmo de estos años. Y China desde luego es un mercado codiciado y receptivo, pero receptivo a los productos que ellos no fabrican, que son especialmente aquellos que incorporan tecnología o ingeniería avanzada. El consumo doméstico sigue aumentando en China a buen ritmo, a la vez que las exportaciones se enfrían. No olvidemos que en una situación de crisis internacional, los productos manufacturados chinos de bajo coste son bastante prescindibles. Pero el mercado interior chino ha absorbido en abril un incremento de 116.000 millones de dólares (22 %), después de ganar un 21 % en marzo. En nuestra opinión, estas cifras hacen presagiar que China acabe perdiendo competitividad a medio plazo, ya que la capacidad competitiva actual se debe sobre todo a desarrollar capacidad exportadora en un escenario doméstico de bajo consumo. Pero si aumenta la demanda interna, también lo hará su inflación (como ya está ocurriendo) y ello acabará minando la capacidad competitiva.
De todas formas, las cifras son tan abrumadoras que no todo es tan evidente. Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Central de China, ha dicho que el país necesita ahorrar menos para equilibrar su economía, actualmente sesgada hacia inversiones y exportaciones en el exterior. De todas formas, nosotros vemos esta impulso del consumo chino como una cierta medida de “emergencia”, ya que la maquinaria productiva que China ha creado puede verse afectada por la contracción mundial en el consumo que están provocando las tres crisis globales: Credit crunch, crisis del petróleo y crisis de los alimentos.
Las cifras macroeconómicas chinas siguen siendo abrumadoramente elevadas. El país crece aún a un ritmo del 10,6 % (el año pasado lo hacía a un ritmo del 11,9 %). Las ventas al menor se elevaron un 16,8 % el último año, cuatro veces el dato equivalente en Estados Unidos.
Por último, indicar que como las empresas europeas o norteamericanas que están entrando en China (siempre que lo hagan bien, claro), están sorteando la crisis de ventas en sus respectivos países. Por ejemplo, L´Oreal, líder mundial en la fabricación de cosméticos, ha conseguido que el incremento de sus ventas en los países emergentes haya compensado la disminución de los ingresos en el mercado norteamericano. Carrefour, por otra parte, planea abrir veinte más de sus “tiendas” en China después de los juegos olímpicos. La cadena KFC, también ha dicho que debido a un aumento del 31 % de sus ventas en Asia sus beneficios están aumentando.
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