Como fase previa a la siembra se utilizan una serie de aperos agrícolas: gradas, escarificadores, cultivadores y arados, cuya finalidad es preparar la tierra para la correcta recepción de la semilla, evitar el crecimiento de malas hierbas en las inmediaciones de plantas de cultivos permanentes, y facilitar la captación de agua y nutrientes. Un nuevo producto, incrementa el rendimiento de la productividad de estas máquinas, y para ello los fabricantes utilizan el nuevo concepto de gradas independientes. De esta forma se lucha contra uno de los principales retos de la agricultura moderna, la lucha contra la erosión, pues el sistema realiza el laboreo de la tierra cavando a la menor profundidad posible y con baja penetración en el suelo. De esta forma los residuos vegetales permanecen en el suelo y se integran en la capa superior, aumentando la fertilidad del suelo, protegiendo el medio ambiente e incrementando la producción agrícola.
La información procede del número de mayo de la revista Evolution.
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