El petróleo ha rozado el viernes los 140 dólares, una cifra impensable a principios de año, cuando todo el mundo veía los 100 dólares como un techo, al que había tardado mucho tiempo en llegarse. Pero lo cierto es que la escalada del precio del petróleo no se quedó en los 100 dólares, sino que va ya camino de los 150. Ante la pregunta de si estamos ante el tan temido peak-oil o se trata de una burbuja especulativa como la que acaba de estallar en el ladrillo, ya que aporta información que hasta ahora no se ha publicado en España. Desde el punto de vista de la productividad, consideramos vital el conocer en detalle las tendencias previsibles en el precio del petróleo, puesto que sin duda esto nos ayudará a no equivocarnos en la planificación energética.
En todo el mundo se solicita a los gobiernos que reduzcan las tasas que gravan el uso del petróleo, una demanda desesperada pero errónea, puesto que ello a medio plazo no haría más que agravar la situación. También se incrementan las voces que culpan de la situación a los países exportadores de petróleo, ya que se piensa que están manipulando el mercado. Y por supuesto, los cabeza de turco ante esta situación son sobre todo los especuladores. El gobierno de la India, por ejemplo, está tan convencido del papel de los especuladores en la actual crisis que está prohibiendo los futuros de varias commodities (aún no en el petróleo). El Partido Social Demócrata alemán ha solicitado se prohíba pedir créditos para comprar futuros del petróleo (una modalidad de inversión descabellada desde nuestro punto de vista), y en general la búsqueda de soluciones entre los expertos para tratar de controlar el incremento de precio de las materias primas está en plena ebullición.
La segunda tendencia, defiende que no se puede incrementar la producción de petróleo indefinidamente, y que lo que está ocurriendo es sencillamente que los suministros son escasos. Ya hemos hablado en otros posts sobre este tema en varias ocasiones, así que no insistiremos en ello.
Los que ven a los especuladores como culpables utilizan argumentos como en el New York Mercantile Exchange (NYMEX), el mayor mercado de petróleo del mundo, casi ha triplicado su valor desde 2004. Parece claro que el incremento en el precio del petróleo ha estimulado las inversiones en este valor. Pero no hay correlaciones claras en este sentido, ya que por ejemplo en el níquel han aumentado las inversiones, y sin embargo su precio ha caído a la mitad en el pasado año. Asimismo, otras commodities, que no tienen un mercado donde es tan fácil invertir como en el petróleo, han visto que su precio ha aumentado más rápido aún que el del petróleo. Por ejemplo, el Cadmio, un metal bastante raro, se ha apreciado el doble de lo que lo ha hecho el petróleo. Otra de las peculiaridades del mercado del petróleo que hacen que la burbuja especulativa pierda fuerza es que los inversores realmente no están comprando petróleo, no están acumulando petróleo a la espera de venderlo cuando aumente de precio. Lo que se compra realmente son contratos de reparto futuros. Todo ello hace que sea más difícil se desarrolle una del petróleo como la que hemos visto en la vivienda o en las firmas de internet.
Bibliografía: Double, double, oil and trouble. The Economist May 31st 2008,
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