Los grandes países de África nacieron en el tumultuoso proceso de descolonización que vivió el continente, especialmente a partir de la II guerra mundial. El deseo de independencia de muchos pueblos tuvo su oportunidad en los años tumultuosos de la guerra fría, cuando las potencias ocupantes estaban demasiado ocupadas para mantener costosas campañas en grandes territorios donde sólo se extraían algunos minerales, en un tiempo que casi costaba más el transporte que el propio mineral. De esta forma, Francia, Alemania y Reino Unido, y en menor medida Italia, Portugal, Bélgica y España, recogieron sus cosas y dejaron los respectivos países ocupados sin preocuparse de nada.
Nigeria es un país grande, el más poblado del continente africano, y con una diversidad cultural tal que se hablan más de 500 lenguas distintas. Su superficie es de 923.000 km2, casi el doble que España, pero su población total ronda los 134.000.000 millones de habitantes. El país obtuvo la independencia en 1960, y casi sin solución de continuidad comenzaron los golpes de estado y las guerras tribales. En un cocktail de población como el de Nigeria era de lo más previsible.
Uno de cada cinco habitantes del continente africano reside en Nigeria, y su economía se apoya fundamentalmente en sus reservas de más de 26.000 millones de barriles de petróleo, y más de 3 millones de m3 de gas natural. Pero en un país tan peculiar en el que el rey se hizo construir un trono de oro pagado con el petróleo, a la vez que la mayoría de los nigerianos vive con menos de 1 dólar al día, no podría reinar mucho la calma. Menos aún cuando el petróleo se encuentra actualmente en manos de compañías extranjeras.
En este artículo vamos a ver qué está ocurriendo en Nigeria, y en su petróleo. Al ser un blog de economía trataremos de cerrar los ojos y centrarnos solamente en las repercusiones que la inestabilidad que vive el país puede tener en la economía global.
Situación actual:
Las batallas entre las fuerzas armadas de Nigeria y las milicias del Delta del Níger están empujando al país hacia una situación catastrófica, y cada vez parece más evidente que la situación está dirigiéndose gradualmente hacia una guerra civil. Los últimos enfrentamientos serios han tenido lugar el pasado 13 de Septiembre, cuando las fuerzas armadas lanzaron un ataque aéreo contra un campamento de las milicias situadas en el Delta del Niger, el corazón de la producción de petróleo en África. Este ataque provocó que el grupo armado más importante de la región, el "Movement for the Emantipation of the Niger Delta" (MEND) golpease también, y golpease como suele hacer, donde más duele. Los ataques directos contra las instalaciones petrolíferas han hecho que el conflicto amplíe su espectro. MEND es una organización política que reclama una mayor participación en los ingresos del petróleo para la empobrecida región donde se asientan los yacimientos. Es en realidad una organización que a modo de paraguas tiene influencia sobre diversos grupos armados que operan en la región. En tres años de operación en el país han conseguido reducir la producción de petróleo de Nigeria en un 20 %, pero las estimaciones van más allá. Si estalla la guerra civil, Nigeria perderá al menos un 40 % de su capacidad para producir petróleo.
Hasta ahora las confrontaciones entre guerrilla y ejército han sido escasos, pero las últimas acciones del ejército han provocado una dura respuesta de los diferentes grupos que operan en la región. Otro foco de preocupación para el gobierno nigeriano es que estos grupos están empezando a actuar de forma cohesionada, lo cual no habían conseguido hasta ahora.
En fin, un asunto de lo más espinoso el que está teniendo lugar en el delta del Niger.
Biliografía: Risky tough. The Economist. September 20th 2008
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