En la última semana algunos indicadores de la economía norteamericana dieron pie a que los más optimistas viesen próximo el punto de inflexión que hiciese ver más próxima la recuperación de la economía. Cierto es que en las últimas semanas las cosas están cambiando. Por ejemplo, hemos visto estos días que los precios de las materias primas parecen haber frenado la caída. Ese optimismo se trasladó a la angustiada España y no pocos medios derrocharon optimismo atisbando la tan ansiada luz al final del túnel.
Si hay algo que nos preocupa a nosotros es la recesión, pero lo que está claro es que si la única solución es el cambio de modelo productivo, poco bien se hace al dar esperanzas infundadas a la población. Lo que está claro es que la recesión española poco tiene que ver con la estadounidense o británica.
Pero lo cierto es que los principales índices estadounidenses no dan respiro a los más optimistas, y los datos que venimos conociendo de mes de marzo son aún peores de lo previsto. Así que el optimismo se ha convertido nuevamente en pesimismo. Los indicadores que venimos conociendo son tan negativos que claramente se deduce lo alejada que está aún la recuperación en Estados Unidos. Los analistas de Bloomberg ven ya a ésta como la peor recesión de la postguerra, y en U.S.A. como poco sus efectos destructores se extenderán durante todo el año.
El Conference Board´s gauge, que apunta la dirección que tomará la economía en los próximos 3-6 meses, se cayó otro 0,3 por ciento después del 0,2 que ya había caído en el mes de febrero. El índice continúa la caída que inició el pasado mes de junio.
La elevación del desempleo y las estrecheces de crédito indican que las recientes ganancias en el gasto del consumidor, la parte más grande de la economía, probablemente no pueda sostenerse. Las bolsas han caído hoy tras conocerse un informe de Bank of América según la cual la caída en el pago de los préstamos continuará.
Según los analistas encuestados por Bloomberg, no hay pues motivo alguno para pensar que la recesión se alivie en esta primavera o verano. Según Ken goldstein, un economista de New York, si bien la intensidad del desplome económico puede aliviarse en los próximos meses, la salida de una recesión cuesta mucho más trabajo.
Los principales indicadores económicos de Esados Unidos se espera declinen un 0,2 %, de acuerdo con la mediana de una encuesta realizada por Bloomberg sobre cincuenta previsiones. El hundimiento de los permisos de construcción y la caída del precio de los activos inmobiliarios sigue siendo un lastre difícil de esquivar.
La economía se sigue enfrentando a dificultades extremas como consecuencia del deterioro en la calidad del crédito que viene impulsado por la economía y el desempleo creciente.
Tres indicadores principales habían mejorado el último mes, y ello se debió al incremento en el suministro de dinero. Otros indicadores positivos fueron la ganancia en University of Michigan consumer expectations gauge. También había crecido la diferencia de tipos entre los bonos del tesoro a diez años y los de la FED. Se habían incrementado los préstamos y las compras de securities por la FED, el componente principal de los índices. El efecto visto estos días había sido el resultado de las inyecciones de dinero público en la economía, la descarga eléctrica como decíamos el otro día.
La recesión en Estados Unidos empezó en diciembre de 2007 y se ha llevado ya un 6,3 % del P.I.B., ha costado 5,1millones de puestos de trabajo y unas tasas de desempleo que llegarán al 9,5 % a finales de este año.
Las caídas del empleo si pueden estar tocando fondo, de acuerdo con la National Association for Business Economics.
La economía está en un punto de inflexión, pero no ha alcanzado aún el "turning point".
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