Hemos hablado en varios artículos de invertir en oro, cuadros, madera, plata, e incluso en comics. No está de más para estos tiempos que en los bancos aparecen cada día más agujeros profundizar en las inversiones alternativas, más que otra cosas para que no engañen a uno, porque inversiones alternativas hay realmente pocas.
En esta ocasión hablamos de dos metales preciosos de alto interés, el platino y el paladio.
El platino es un metal mucho más raro que el oro y la plata, que también se considera metal de inversión. Especialmente desde 1988, cuando en Sudáfrica comenzó a considerarse una commodity. El platino además de ser metal precioso tiene aplicaciones industriales, concretamente en procesos de autocatálisis, tecnología con la que se consigue destruir contaminantes gaseosos en humos de escape.
Comparado con los metales preciosos mejor conocidos, hay grandes riesgos políticos y geográficos, ya que la producción está en gran medida restringida a un puñado de minas situadas en tan solo dos países – Sudáfrica y Rusia.
Los mercados de inversión del platino son altamente turbulentos e impulsaron su precio el año pasado hasta $2.273 la onza, luego vino el colapso hasta $763, antes del rebote. Actualmente se paga aproximadamente a $1.150.
El colapso de la demanda industrial ha tenido gran influencia en las fluctuaciones del precio del platino, y de forma especial el colapso de la industria del automóvil, la más afectada junto con la construcción por la crisis financiera.
Pero además de la demanda industrial, el platino se ve envuelto en las operaciones especulativas y en el crecimiento explosivo de ciertas demandas de inversión. Algunos fondos ETF han acumulado mucho platino estos últimos años.
Otro de los sectores que acumula platino es el de los joyeros, que han invertido intensamente en este metal. Asimismo, muchas familias adineradas atrapadas por el "credit crunch" se han visto también obligadas a vender platino estos meses atrás, una acción que se vio estimulada por el alto precio que alcanzaban las materias primas en ese momento.
Y llegó el paladio
Pero la demanda de platino para joyería está cayendo, y es que la cultura del "low cost" llegó, y lo hizo en forma de paladio, una alternativa más barata. Así que el "oro blanco" se descafeinó a base de paladio, que no obstante es un metal mucho más ligero que el platino. Los chinos vieron rápidamente el negocio y comenzaron a hacer piezas de oro blanco pero usando paladio como sustitutivo del platino.
Bibliografía: Platinum and palladium - the 'other' precious metals. Moneyweek May 14, 2009 Palabras clave: autocatalysts
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