Esta sorprendente revelación no es gratuita, ha sido publicada en una de las revistas del sector energético convencional más prestigiosas, concretamente en Power Engineerging International, en su número de noviembre, y en el artículo “The pain in spain falls mainly on the plain”. Y es que en España el término medio no se conoce, y cuando nos pusimos a construir turbinas eólicas lo cierto es que lo hicimos a lo grande.
España acabó el año 2008 con una potencia instalada de 16.740 MW. No hay discusión, España está ya en el pódium de los grandes productores mundiales de energía eólica, y más del 11 % de la energía necesitada por el país la producen los molinillos. A la vista de los resultados, poco acertado el término despectivo que los detractores de la energía solar han usado durante años. Eran épocas en las que los oligopolios del sector de la generación nos convencían que el negocio energético era sólo el que ellos controlaban. Pero ahora hemos aprendido que no, los pequeños hemos aprendido que muchas cosas pueden hacerse en el antes intocable sector energético.
Pero los que antes ignoraban las energías renovables ahora se han vuelto sus principales valedores, y buen ejemplo de ello es que Iberdrola absorbe el 27 % de la generación eólica. Otros gigantes siguen de cerca: Acciona controla el 16 % del negocio de los molinillos y Endesa el 10 %.
Castilla la Mancha, cuna histórica de los molinos, ayuda firmemente a España a sostener el record mundial que ostentan nuestras capacidades, produciendo más del 40 % de la demanda de electricidad durante cortos periodos.
El líder mundial de la energía eólica es sin duda Iberdrola Renovables, que en tan sólo 12 meses ha instalado la friolera de 1.990 Mw, lo cual representa un 23,4 % de incremento. 21 millones de personas pueden beneficiarse ya de la energía eólica que la compañía viene instalando.
Las compañías españolas operan en diecisiete países, posicionándose en Estados Unidos con 3.460 Mw.
La potencia y competitividad exterior de la industria española en energías renovables es más que evidente, y la tecnología eólica española está triunfando. Buena prueba de ello es que las industrias españolas facturaron sólo en turbinas la increíble cifra de 2.234 millones de euros en 2.008.
Pero la experiencia española no parece que se quede aquí, y expertos ingenieros de la Universidad de Zaragoza apuntan ya que la energía eólica puede alcanzar en España una producción del 30 % de las necesidades del país.
En este blog hemos criticado muchas veces los excesos cometidos en España por algunos colectivos ligados a las renovables, pero lo cierto es que como hemos dicho siempre, somos firmes partidarios de esta actividad. El coste de instalación es sin duda superior al de la energía “sucia” del petróleo, pero lo cierto es que una vez que se alcanzan estas cotas de producción el país siente un gran alivio en las importaciones de hidrocarburos que tanto han lastrado la competitividad del país.
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