Ya sea en embalaje de un CD, un contenedor o una tarjeta de identificación, las etiquetas RFID (Radio Frequency Identification) encuentran cada vez más su camino en la vida diaria. Hacen posible etiquetar objetos o mercancías e identificarlas automáticamente por radio frecuencia. Un scanner apropiado puede leer y procesar los datos contenidos en la etiqueta. – Smart labels o etiquetas inteligentes –pueden fijarse a los productos en el proceso de fabricación a temperaturas de hasta 100 ºC. Pero a temperaturas superiores – tales como con fusión laser – se rompen: los componentes metálicos que se fabrican con polvo de acero inoxidable, usan un láser a temperaturas que superan los 1.400 ºC. Tales condiciones de producción evitan hasta el momento el uso de identificación basada en radio.
Recientemente, investigadores de Fraunhofer-Institute for Manufacturing and Advanced Materials IFAM en Bremen han desarrollado un nuevo proceso no destructivo. Usan un método rápido de fabricación: Una máquina produce un componente basado en un modelo CAD tridimensional, construyéndose capa/capa directamente desde el ordenador. El laser funde las áreas de polvo metálico de cada capa de polvo metálico que se pretende solidificar. El proceso se realiza varias veces hasta que proceso se completa. Los científicos pueden controlar este proceso de manera que el RFID se instale y quede completamente encapsulado por el material.
Este nuevo proceso finalmente pone inteligencia al componente metálico. Puede almacenarse información crítica en las etiquetas de radio, como el número de serie con la fecha de fabricación. Así, por ejemplo, las compañías pueden disponer de de piezas de sustitución aprueba de neutralización y resistentes al fraude. Sí alquien intenta quitar el chip, tendrán que destrozarlo.
Bibliografía: Fraunhofer
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