Israel es un país con bastante sol, mucha arena y bastantes físicos y químicos. Juntando todo se ha conseguido por primera vez extraída oxígeno de la arena y conseguir así silicio puro, por lo que se tienen todos los ingredientes para una industria solar innovadora. Hacer pasar la luz del sol a través del silicio es el camino más directo para transformarla en electricidad, pero también es la forma más cara de conseguirlo. Pequeñas compañías de Jerusalén intentan abaratar el proceso.
Los científicos de GreenSun Energy, piensan que la forma correcta es utilizar menos silicio. Las células Solares tradicionales están hechas con finas láminas de elementos cubiertas por vidrio. En las células de Green-Sun, sin embargo, sólo los bordes exteriores de las láminas de vidrio están cubiertas por silicio, en forma de finas tiras. El truco está en conseguir que la luz incidente en el vidrio se difunda hacia los bordes, de forma que pueda transformarla en electricidad. Esto se ha conseguido revistiendo el vidrio con una combinación de tintes y rociándolo con nanopartículas de un metal cuya naturaleza todavía no se ha desvelado.
Los tintes se aplican para absorber la luz incidente (se usa una mezcla que permite capturar todas las partes del espectro). El papel del metal, sin embargo, es más útil. Los tintes en cuestión son fluorescentes, en vez de absorber la luz, la radian. Normalmente, esto indicaría que se perdería. Pero la interacción con nanopartículas las transforma en una radiación electromagnética llamada plasmón de superficie. Estos, como su nombre sugiere, se propagan sobre la superficie del vidrio hasta que son interceptados en sus bordes por el silicio.
Esta nueva tecnología hace que las células Solares sean más baratas que las convencionales, debido a que usan mucho menos silicio. Además, con esta tecnología se mejoran las células Solares. En una célula Solar convencional mucha energía se pierde. La energía de la luz varía a través del espectro (la luz azul es más energética que la roja) pero sólo una cierta cantidad de energía es necesaria para chocar con los electrones libres. Sí la luz incidente es más energética que lo necesario, el excedente desaparece en forma de calor.
Según la compañía esta tecnología está disponible para ponerse en producción, y generar electricidad a un coste que es tan solo el doble de la que procede de las centrales generadoras convencionales. El coste de la energía solar actual es cinco veces el de la energía convencional. Los investigadores defienden que los costes pueden bajarse aún más, y mejorar la eficiencia, alcanzando paridad en costes con la energía convencional.
Otros investigadores israeliitas lo que buscan es eliminar completamente el silicio en las células Solares, para ello, 3GSolar usa células Solares fabricadas a partir de dióxido de titanio y tintes con moléculas que contienen un metal llamado rutenio. El proceso en sí fue inventado hace 20 años y varias compañías están intentando comercializarlo.
Bibliografía: It´s a knockout. The Economist July 25th 2009
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