Continuando con la serie de artículos en los que estos días revisamos el clima de África para los negocios, vamos a hablar esta noche de la presencia de China en África.
Ya revisamos el papel chino en África hace algún tiempo, así que sabemos que el gigante asiático tiene un papel proactivo dirigido sobre todo a posicionarse en la extracción de materias primas.
El negocio que se está generando es realmente espectacular, y valga la cifra de U.S. $106.000 millones de dólares que supuso el negocio comercial entre China y su principal socio en la región, Sudáfrica.
El papel de las finanzas chins es el impulso clave de esta tendencia. La estrategia convencional de las finanzas chinas son negociaciones secretas entre Pekín y el gobierno local, construidos siempre en base a inversiones chinas en infraestructura a cambio de recursos africanos. Estos negocios se fundamentaban también en compromisos de no interferencia y estaban dirigidos por compañías y suministros chinos.
Tal es el poder de esta imagen que os líderes chinos se han visto seducidos por ella. Antiguos líderes como Obasanjo de Nigeria, Omar Bongo de Gabón y, más recientemente Moussa Dadis Camara de Guinea, todos pensaban que ésta era la sistemática china y perseguían acuerdos con Pekín sobre esta base. Y sus esfuerzos para asegurar estos negocios han estado siempre empañados por la controversia.
Las finanzas chinas hacia el continente, en realidad, siempre han sido más diversas de lo que la economía comúnmente asume. Las restricciones financieras en los bancos chinos en el pasado han limitado su papel de operación en el mercado doméstico y además tienen pocas reservas y les falta experiencia. Pero a partir de 1994 una serie de innovaciones y la subsiguiente apertura comercial ampliaron el alcance ampliamente.
Hoy en día, el espectro de instituciones financieras cninas operando en África va desde las que tienen lazos directos con gobiernos a bancos privados e inversores inmobiliarios.
Las que tienen vínculos más próximos con Pekín, como el China Development Bank, están implicadas en la financiación de proyectos convencionales y en otros con motivación política.
Bancos privados como China Merchant Bank trabajan en África, mientras que el Chinese International Fund (CIF) persigue su propia estrategia de joint venture en Guinea y Zimbabwe.
Comprender esta diversidad de los actores financieros chinos es importante no sólo por los políticos y corporaciones africanos, sino también por la naturaleza cambiante del compromiso comercial de China con África.
Unveiling the diversity of Chinese Finance in Africa
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