Las células solares se agrupan usualmente en filas largas, a menudo sobre tejados, porque cada célula puede generar solamente una cantidad limitada de potencia. Sin embargo, no todos los edificios tienen bastante espacio para grandes cantidades de paneles solares.
Usando nanotubos de carbono (tubos huecos de átomos de carbono), los ingenieros químicos del MIT han encontrado la forma de concentrar la energía solar 100 veces más que una célula fotovoltaica regular. Tales nanotubos pueden formar antenas que capturan y enfocan la energía luminosa, permitiendo potencialmente disposiciones solares mucho más pequeñas y disposiciones solares más poderosas.
En vez de tener todo el techo con células fotovoltaicas, podemos tener pocos puntos donde colocar pequeñas células, con antenas que pueden conducir fotones en ellas
Estas antenas pueden ser útiles para cualquier otra aplicación que requiera concentrar la luz, como son los telescopios.
Los paneles solares generan electricidad convirtiendo fotones (paquetes de energía luminosa) en una corriente eléctrica luminosa. Las antenas de nanotubos impulsan el número de fotones que pueden capturarse y transformar la luz en energía que puede ser canalizada en célula solar.
La antena consiste en cable fibroso de unos 10 micrómetros de longitud y cuatro micrómetros de espesor, que contienen alrededor de 30 millones de nanotubos de carbono con diferentes propiedades eléctricas.
Bibliografía: Solar funnel. MIT September 2010
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