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01 junio 2011

Los precios de la energía amenazan a los países más pobres: Uganda


El incremento en los precios de la energía es repercutido rápidamente en los costes de los productos esenciales al consumidor, de ahí que la energía influya notoriamente en la inflación. Todo es aceptable hasta que llega un momento en el que los precios son tan altos que la gente deja de comprar las cosas prescindibles y comienza a protestar por las que no puede dejar de comprar. Como vimos en la recopilación de países donde hay protestas (ver aquí) en muchas regiones hay ya serias dificultades para mantener la actividad.

Uno de los países donde se vienen desencadenando protestas es en Uganda. Hace unos meses el problema era que la luz ya no llegaba con regularidad a las ciudades, ahora el mayor problema es el coste de la vida, que se ha acelerado a niveles no conocidos hace dieciete años como consecuencia de los precios de la energía. Si el precio de la energía se incrementa los precios de los alimentos básicos se disparan, y esto ocurre especialmente en los países más pobres pues sus estructuras productivas son ineficientes y la dependencia de los hidrocarburos es alta.

La tasa de inflación anual se incrementó un 16 %, el nivel más alto desde mayo de 1994. El incremento en los precios de estos alimentos es atribuido principalmente a los costes del transporte y a los suministros reducidos en el mercado.

Los grupos de la oposición empezaron a convocar protestas en abril por la subida de los precios.

La tasa anual de inflación de las mercancías creció un 19 % en mayo, mientras que los servicios crecieron un 2,6 %.

Bibliografía: Ugandan inflaction accelerates to 16 % as food prices jump. Bloomberg, May 31, 2011.

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