La respuesta es rotundamente no. El fenómeno tiene un carácter local que afecta a países como España, Estados Unidos o Irlanda; pero varias economías emergentes tienen un sector pujante actualmente. Este breve artículo tiene como objetivo fomentar la participación de nuestras empresas en proyectos internacionales, y desde luego no compitiendo en costes sino en capacidad técnica. La capacidad para realizar proyectos complejos que se ha desarrollado en España estos últimos años puede dar a nuestras empresas las ventajas competitivas que requieren para internacionalizar su actividad. Veamos un ejemplo de mercados realmente boyantes.
Entre las economías donde el boom de la construcción brilla con más fuerza, encontramos sin duda a China en el puesto más alto del escalafón. Y lo demostraremos con los datos cuantitativos del artículo “Rushing on by road, rail and air” publicado en The Economist February 16 th 2008 no tiene parangón en la historia reciente.
Lo primero que veremos al entrar en China es el nuevo terminal del aeropuerto de Pekín, que ya se ha convertido en el más grande del mundo. Diseñado emulando la sinuosa figura de un dragón, ha sido construido durante cuatro años con la participación de 50.000 trabajadores. Quizás tendríamos que remontarnos a la construcción de la gran pirámide de Keops para ver un despliegue similar en una sola obra. El terminal tiene una longitud de 3 kilómetros; siendo un 17 % más grande que todos los terminales combinados del gran aeropuerto de Heathrow. Pero el aeropuerto de Pekín es un ejemplo solamente; si dirigimos nuestra mirada a la red de carreteras nos llevaremos una sorpresa similar. Más aún porque hace tan solo quince años viajar entre las ciudades chinas era toda una odisea, eligiésemos el medio que eligiésemos. La red de carreteras que está construyendo China sólo puede compararse con la red interestatal de carreteras de los Estados Unidos. Al respecto, las previsiones de China son construir 70.000 kilómetros de vías rápidas hasta el año 2020, y ya han sido construidos 53.000 kilómetros. En el tráfico aéreo, y su infraestructura asociada también se manejan cifras escalofriantes, pues se ha pasado de 5 millones de pasajeros en 1985 a 185 millones en 2007. China ha construido ya 142 aeropuertos y prepara la construcción de otros 97 de aquí al 2020. Por último, mencionamos que en ferrocarril también está China a la cabeza; su línea Maglev (tren de levitación magnética) circula a una velocidad de 420 km por hora, y también está en proceso de expansión.
En fin, como no va a aumentar China su productividad con tal despliegue de medios. Al respecto, recordamos que la red interestatal de Estados Unidos consiguió aumentar la productividad en un 31 % anual.
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