Este post es una adaptación del artículo “Biowaste composting in Canada”, publicado en la edición impresa de la revista Waste Management World, en su número de enero-febrero de 2008. El interés del artículo es que nos da una idea de las posibilidades del compostaje.
Para la familia promedio canadiense, el residuo doméstico siempre ha sido visto como un problema de los demás. En un país con la segunda masa terrestre más grande del mundo, los canadienses han tenido pocos problemas para encontrar especio y construir vertederos de forma muy barata. Pero el crecimiento de las ciudades, y especialmente de la provincia más poblada, Ontario, ha creado la necesidad de solucionar el problema de los residuos.
Estas presiones, combinadas con las medidas tomadas por el gobierno de la provincia para evitar que el 60 % de los residuos acabe en vertederos convencionales para el año 2010, ha forzado a las municipalidades a idear nuevos esquemas para librarse de los residuos. Además del reciclaje, que ha sido un pilar fundamental en la provincia durante una década, el objetivo más fácil es separar el material orgánico doméstico. Canadá se encuentra detrás de Europa en la cantidad de compost producido, pero pese a comenzar tarde, las municipalidades de Ontario analizaron las tecnologías más eficientes disponibles actualmente en el mundo antes de tomar una decisión definitiva.
Así y todo, el éxito no está garantizado. Dos municipalidades vecinas – la municipalidad de Toronto y la municipalidad regional de Niágara – están ejecutando dos programas muy diferentes con resultados muy distintos. Una mirada a estos dos programas nos ofrece una perspectiva interesante de la actividad canadiense en el campo del compostaje y algunas lecciones interesantes para cualquier ayuntamiento que se proponga actuar en este campo. Como hemos visto en el post de “los residuos biogénicos como fuente de energía”, las regulaciones aprobadas por la UE van a obligar a los ayuntamientos europeos a tomar drásticas medidas en un futuro próximo.
Recuperación de residuos en cataratas del Niágara:
Niágara fue una de las primeras regiones de Ontario en comenzar las actividades de compostaje. Esta región, con una población de 428.000 personas, se propone desviar el 65 % de los residuos hacia plantas de reciclaje, y el compostaje de basura orgánica doméstica está entre los principales objetivos.
Desde hace cuatro años, la población de Niágara comenzó a colocar los residuos orgánicos en bolsas verdes. Se recortó el número de contenedores para alentar a la población y se pidió a la población que comprase contenedores de compostaje subvencionados. Los camiones de compostaje recogen estos residuos una vez a la semana, y otros vehículos recogen plásticos, vidrio y papel. En una provincia donde sobra el espacio abierto, las plantas de compostaje regionales (dos) están al aire libre. En primer lugar, se añaden astillas de madera para minimizar el olor y captar el agua. Posteriormente la mezcla se introduce en un cilindro triturador para descomponerla y facilitar el compostaje y después se apila en montones alineados una altura de 3 o 4 metros y longitudes como las de un campo de futbol. Ocasionadamente se voltea el material pues el objetivo es mantener una temperatura de 55 ºC durante un periodo especificado que mate los patógenos. El compost se criba como último paso del proceso antes de ser vendido.
Control del olor:
El control del olor de las plantas de compostaje comenzó a hacerse en 2004, cuando se detectó que las pilas se volvían anaeróbicas. El sistema empleado para reducir el olor consiste en extracción de vapor y sistemas de tratamietno para el control del sulfuro de hidrógeno. Los resultados han sido satisfactorios pero no se colmaron las expectativas de los residentes, y la polémica surgida hundió los niveles de participación ciudadana que cayó del 80 al 20 %. Recientemente se ha aprobado una nueva planta centralizada usando tecnología GORE, con sistemas de aereación y aire forzado durante cuatro semanas aplicados a los residuos en interior se consigue reducir drásticamente el olor. El compost sólo sale al exterior tras pasar este tratamiento. El apilamiento en el exterior dura entre dos y seis meses.
La experiencia de Toronto
Tan solo a 75 km de distancia, Toronto empleo un sistema radicalmente distinto, y el programa ha sido tremendamente popular. La población bajo el programa asciende a 2400000 habitantes. La ciudad tiene un realista objetivo de recuperar el 70 % de los residuos orgánicos para el año 2010, y para ello aplica un sistema de separación de los residuos en los domicilios. La tecnología que utilizan ha sido importada de Europa, y consiste en un preprocesado húmedo seguido de una digestión anaeróbica en instalaciones de la propia ciudad. Posteriormente se realiza el apilado convencional en exterior.
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