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14 abril 2008

Competitividad y exportaciones. ¿Solución a la crisis?

En el sur de Boston, en una pequeña planta de transformados metálicos, un ensamblador inserta conectores en un cilindro, fijándolos con un golpe metálico. En medio de la crisis uno pudiera esperar que estos talleres no automatizados están destinados a desaparecer, pero no, su actividad es frenética. Muchas de estas piezas están destinadas a regular el flujo de pedidos que llega a Caterpillar, un fabricante de maquinaria pesad cuyas exportaciones suben como la espuma con destino a Asia y América. El credit crunch ha lastrado los mercados domésticos, pero las exportaciones están lastrando el dolor. Un dólar débil crea unas condiciones muy apropiadas para mejorar la competitividad de estos equipos de elevada calidad. También la elevada demanda de materias primas y la imperiosa necesidad de acondicionar nuevos terrenos está propiciando este boom en la demanda. Cuando el sector financiero se tambalea e ingentes cantidades de casas sin vender demuestran que el modelo de la construcción está trasnochado, la fabricación de bienes de equipos demuestra su éxito. La deuda de los propietarios de vivienda excede ahora el valor de sus casas en Estados Unidos, y lo peor es que se trata de un problema que durará muchos años. La reserva federal inyecta liquidez como si de una transfusión de sangre se tratase, pero eso no es más que una medida de emergencia para un enfermo terminal. La única solución para países como Estados Unidos y España pasa por potenciar la fabricación de bienes de equipo de alta tecnología, y destinarlos a la exportación. El sector de las exportaciones se incrementó en Estados Unidos el doble de lo que lo hizo el de las importaciones, aportando un interesante brillo a esta panorama. En los últimos tres meses, la combinación de exportaciones creciendo e importaciones menguando, consecuencia de la ralentización del mercado interior, hizo crecer un punto el PIB, ayudando a paliar la crisis, ya que la economía global creció solamente un 0,6 %. Y eso que como consecuencia de los elevados precios del petróleo, el déficit comercial de América se amplió en enero. Pero si excluimos el petróleo, el déficit comercial está disminuyendo rápidamente. La combinación de un dólar más débil combinado con un aún fuerte crecimiento mundial está estimulando las exportaciones de Estados Unidos. También están influyendo unos costes laborales más moderados. Los beneficiarios de este boom son sobre todo los productores de commodities y ciertos tipos de fabricantes. Los ingresos de las explotaciones agroganaderas están creciendo rápidamente, y la demanda creciente de productos del campo está estimulando un incremento en la incorporación de soluciones de mecanización para el sector terciario. La demanda extranjera de maquinaria avanzada fabricada en Estados Unidos es ahora enorme; y se exportan sin respiro aeronaves civiles, maquinaria agrícola y excavadoras. El ritmo de crecimiento de estas exportaciones es el doble que en 2007. Las ventas de Caterpillar destinadas al mercado interno cayeron un 11 % en el último año, pero aumentaron un 24 % en sus destinos de Latinoamérica, y las exportaciones a Asia crecieron un 31 %. En algunas industrias del sector del metal el cambio es espectacular. La compañía predice crecimientos similares durante el año 2008. Los recursos están cambiando, y ello ayuda a cambiar la economía de Estados Unidos. A la vez que el desempleo en la construcción cae en picado, el empleo relacionado con las exportaciones y la minería está a los niveles más altos de la década. Aunque el país está perdiendo 50.000 empleados al mes, el enfriamiento de la economía supondría realmente perder dos veces esa cifra. Mark Zandi, economista principal de Moody´s Economy.com señala que las exportaciones relacionadas con la fabricación, en particular, es altamente productiva. Este sector, incluyendo minería supone el 8 % del PIB de Estados Unidos, pero solamente emplea al 1,5 % de la población. El dólar débil ha devuelto la competitividad a Estados Unidos , aunque no lo suficientemente como para revitalizar actividades con márgenes bajos que requieren intensa mano de obra, como la industria del mueble, textil o la fabricación de productos de papel. La cuestión es si las exportaciones pueden permanecer boyantes incluso aunque el resto de la economía entre en recesión. Este artículo es una adaptación de “A Few good machines” publicado en The Economist March 15 th 2008, que muestra claramente como el camino para salir de la crisis económica es apostar por la fabricación de productos de alto valor añadido, y con destino a la exportación. Se habla mucho estos días de I+D, pero no se aboga por una I+D aplicada a la fabricación de productos high tech, que es lo que realmente ayudaría a revitalizar la economía. También quisiéramos decir, que en España la situación es diferente, puesto que la capacidad para aumentar las exportaciones ha disminuido debido a la caída del dólar.

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