El uso de la luz ultravioleta como aplicación de tratamiento de agua se ha extendido en los últimos años tanto en procesos industriales como en plantas municipales. La técnica se ha extendido como un tratamiento emergente y efectivo para combatir agentes patógenos resistentes al cloro, por ejemplo Cryptosporidium y Giardia. Esta tecnología se aplica también con éxito en instalaciones balnearias y en cualquier uso del agua que implique pulverización en gotitas y presencia de personas. El agua pulverizada es un excelente medio para captar patógenos y provocar contaminación o enfermedades. Las nuevas atracciones innovadoras destinadas al ocio donde hay presencia de agua pulverizada deberían estudiarse para valorar el riesgo que entrañan.
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Historia de esta tecnología
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La luz ultravioleta fue descubierta en 1801, pero sus aplicaciones industriales tardaron 100 años en aparecer. Aún así, ya en 1910 se utilizó esta tecnología como medio de desinfección de agua en una planta de tratamiento ubicada en Marsella (Francia). No obstante, la generalización del uso del cloro a partir de la I guerra mundial hizo que las aplicaciones UV quedasen relegadas a instalaciones en las que no era posible el uso del cloro. Con el paso de los años la tecnología UV fue usándose cada vez más, especialmente en industrias que procesan organismos vivos, y son por tanto sensibles al cloro (alimentación), o industrias que son sensibles a la utilización de pequeñas cantidades de cloro (farmacéutica).
A partir de 1994 la tecnología UV comenzó a utilizarse también en piscinas, y cada vez se apreció más que la UV no tenía efectos residuales. El cloro puede ser sustituido vía UV y ello permite su uso en muchas instalaciones donde exista riesgo de infección.
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Descripción de la tecnología
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Con una longitud de onda de 260 nm, la radiación UV tiene la capacidad de destruir los enlaces de ADN de virtualmente todos los organismos vivos. El proceso por el que se produce el fenómeno se denomina dimerización. La dimerización daña los organismos y es generalmente irreversible impidiendo su funcionamiento normal. Algunos organismos pueden recuperarse por mecanismos de fotoreactivación o fotoreparación, por lo que en estos procesos el agua debe hacerse recircular para aumentar su efectividad.
En los últimos años, un creciente número de organismos vienen desarrollando inmunidad o resistencia avanzada al cloro, por lo que ahora es necesario tratar los abastecimientos de agua potable utilizando también UV. Muchas plantas industriales de fabricación de alimentos deben también utilizar esta tecnología. La tecnología UV es un método no intrusivo que no afecta a la química, pH, olor o sabor y tampoco quedan propiedades residuales.
La tecnología UV es un método efectivo para luchar contra una enfermedad altamente infecciosa, la Legionelosis. Esta enfermedad es la forma más severa de infección que origina la neumonía y a veces la muerte. Entre 8.000 y 18.000 casos de legionelosis ocurren en el mundo al año, falleciendo el 5-30 % de los afectados. El organismo que produce la leginelosis se encuentra en estado latente cuando las temperaturas son inferiores a 20 ºC, pero puede replicar y crecer cuando las temperaturas se encuentran entre 20 ºC y 50 ºC. La mayor actividad tiene lugar entre los 35ºC y los 46 ºC. Estas condiciones se reproducen fácilmente en el agua expuesta a la luz solar directa, también en torres de refrigeración y depuradores de aire. Consecuentemente el área de vulnerabilidad se extiende tanto a zonas interiores como exteriores.
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Biografía: Water disinfection enhanced with ultraviolet. Water & Waste Water International October/November 2008.
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