Especialmente diseñado para la industria de la alimentación y bebida, los sensores de proximidad inductivos E2EH en acero inoxidable 316L, de grado alimentario, consiguen detectar piezas de máquinas u objetos metálicos en diferentes condiciones ambientales. El sensor resiste temperaturas de hasta 120 ºC y resiste la corrosión provocada por detergentes y desinfectantes usados en la industria alimentaria. El sensor se ofrece en un rango incrementado (hasta 12 mm) que ayuda a evitar daños por colisión con objetos móviles. Adicionalmente a la carcasa de acero inoxidable 316L, el sensor usa una superficie sensora PBT rugosa y un cable de PVC resistente al calor que cumple los requerimientos de las industrias de alimentación y bebida.
Los sensores E2EH trabajan con éxito en procesos que manipulan materiales alimenticios como lecherías, máquinas embotelladoras, máquinas llenadoras, hornos de panadería y muchas otras aplicaciones que requieren un amplio rango de temperaturas que va de 0 a 100 ºC.
Con el cumplimiento de la IP67 y la IP69K, estos sensores son resistentes al agua bajo temperaturas que pueden ascender a los 120 ºC, y verificadas durante 1000 horas. También es apto para resistir agua a alta presión utilizada en operaciones de limpieza, con presiones que oscilan entre 8.000 kPa y 10.000 kPa a 80 ºC durante 30 segundos (según norma DIN-40050-9). El E2EH también cumple con las normas internacionales, incluyendo CE, RoHS y Ecolab.
Palabras clave: Food-grade 316L stainless steel
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