La explotación de recursos naturales por las multinacionales nunca ha contado con las comunidades que viven en los lugares donde se extraen los recursos. En la mayor parte la coexistencia ha supuesto simplemente que los habitantes de la región de donde se extrae el recurso han observado impávidos cómo lo que consideraban suyo es mercadeado por los gobiernos con las compañías multinacionales. En otros casos donde la contaminación ha sido grave las comunidades simplemente han tenido que desplazarse a las zonas periféricas de las grandes ciudades. Pero en un pequeño número de casos las comunidades han planteado acciones proactivas que como poco han dificultado la extracción de los recursos. Sin entrar en los aspectos éticos de la actitud de multinacionales y gobiernos, lo cierto es que esta forma de actuar puede originar problemas serios que tengan alcance incluso a escala planetaria. Y el alcance hoy en día está muy claro cuál es, los problemas de extracción hacen subir los precios de las materias primas.
Hoy por ejemplo han saltado a los medios de comunicación internacionales los graves disturbios acaecidos en Perú por los conflictos con los indígenas que habitan un territorio que está atravesando un gaseoducto en la Amazonia. Pero otro foco de conflicto que amenaza con enquistarse es el que se vive en el Delta del Níger. Los rebeldes nigerianos están organizados y lanzan oleadas de ataques contra la industria petrolífera que explota la región. Las cifras reales no las conocemos, pero sin duda muchos muertos se están produciendo.
Las informaciones disponibles proceden de las O.N.G. de ayuda humanitaria que trabajan en la región, y según sus datos el día 15 de mayo se produjo un ataque naval y con helicópteros en el que murieron cientos de civiles y varios miles tuvieron que desplazarse. La compañía que explota el terminal próximo a los ataques es la norteamericana Chevron. No obstante, como decimos, poca información ha trascendido de lo que está exactamente ocurriendo en Nigeria.
Los grupos que luchan en el delta argumentan que el motivo es conseguir que una parte de los ingresos del petróleo vaya a las personas que allí viven, pero el gobierno dice que son sólo criminales que siembran el caos y roban el petróleo. Desde que se recrudecieron los combates en el año 2007, la producción de petróleo en la zona se ha reducido un 25 %.
Bibliografía: Getting desperate. The Economist May 30th 2009.
Si estuviera en Nigeria...
ResponderEliminarLa foto es hermosa, pero yo empuñaría, como indígena, mi metralleta (o mi navaja, si no tuviera pa más).
No estoy a favor de la violencia, pero si no me respeta... lo tengo claro. Y si hace falta, me violento.
Me da pena de la negra... en la foto. Me da tristeza. De su conformismo. Ahí tendiendo la ropa. Y le están robando! Yo le diría: "Negra, agarra tu arma y vámonos pa allá".