Leyendo este artículo nos daremos cuenta por qué la eficiencia energética no está ni siquiera en haciendo en las pequeñas empresas y en el sector residencial. Realmente triste lo que está ocurriendo.
Los grandes esfuerzos que el contribuyente está haciendo para conseguir evitar el derroche energético en nuestro país deberían estar generando actividad económica en pymes, ingenierías, instaladoras, etc. Pero lo cierto es que si nos movemos en el mundo de la industria nos daremos cuenta que esas grandes cantidades que se barajan no están llegando a la pequeña empresa. El número de pequeñas y medianas empresas que están recibiendo apoyo para mejorar la competitividad de sus procesos es realmente exiguo en un momento en el que la competitividad es vital para conseguir salir de la recesión económica.
Lo poco que se palpa en la calle sobre eficiencia energética no va más allá de campañas publicitarias mediáticas en las que se entregan “bombillas” o se sustituye el alumbrado público municipal
¿Qué está ocurriendo con el reparto de los fondos de ayuda a la eficiencia energética tan vitales en estos momentos?
La siguiente gráfica puede darnos una pista sobre lo que está sucediendo. Las grandes empresas del sector eléctrico absorben nada menos que el 58,3 % del reparto porcentual del origen de fondos públicos. Estos datos, ilustrados en la figura que acompaña a este artículo, proceden de la información del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética: E4 2008- 2012.
Los fondos públicos se reparten en una distribución tan sorprendente que el 58 % la absorbe el sector eléctrico y un 12 % el sector del gas. Las CCAA gestionan un 16,9 % de los fondos y un 10,1 % se reparten en los Presupuestos Generales del Estado. Puesto que las administraciones públicas municipales absorben gran parte de los fondos del estado y las CCAA, ¿qué dinero llega a las empresas realmente?
Bibliografía: Idae
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