¿Por qué el hidrógeno verde aquí y ahora?

Quiero dejar claro que no estoy en contra del desarrollo de la tecnología del hidrógeno a gran escala, ni de que se utilicen energías renovables para combatir el cambio climático. En lo que si soy crítico es en la forma cómo las regiones de la España vaciada vamos a contribuir en el desarrollo de esa tecnología, pienso que no nos va a beneficiar en casi nada y sin embargo vamos a tener que hacer un enorme sacrificio territorial, paisajístico y ambiental. Sé que a muchas personas que un águila colisiones contra las aspas de un aerogenerador les da exactamente igual, no le dan importancia, pero a otros muchos si nos importa.

La clave de la tecnología del hidrógeno es conseguir fabricar electrolizadores a escala real que sean realmente competitivos. El electrolizador es un aparato que permite producir hidrógeno mediante un proceso químico (electrólisis) capaz de separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de las que se compone el agua usando electricidad. Es un proceso complejo y aún no es competitivo.

¿Por qué Europa impone el desarrollo de esta tecnología?

Europa es deficitaria en Energía respecto a la mayor parte del mundo y con eso tenemos un serio problema de competitividad, por ello parece claro que apostar por la investigación sobre el hidrógeno es vital. Pero el negocio realmente está en el desarrollo de la tecnología y en segundo lugar en la producción de hidrógeno, no en la producción de energías renovables. En España los cuatro grandes halcones van a capturar la presa, Iberdrola, Endesa, Naturgy y Enagas han afilado sus garras y sus acciones como lobbies impregnan a todos los gobiernos autonómicos en lo que ellos llaman la "descarbonización". Ahora la prioridad es posicionarse en esta carrera del hidrógeno verde, pero debemos ser cautelosos y analizar las cosas con detalle.

¿Por ejemplo, quien se llevará la guinda del pastel del hidrógeno verde? Esa es la cuestión, y la guinda está en la tecnología de producción de hidrógeno verde, que es lo que realmente vale dinero. Pues bien, ese pastel pasará por Alemania y por Francia, de la mano de dos de sus multinacionales más importantes, Siemens y Air liquid.