El imperio del sol naciente no ha vuelto a recuperar el esplendor que tuvo hasta principios de los 90. Las huellas de su burbuja inmobiliaria aún no se han borrado, y su mercado interior no parece muy dinámico (¿Por qué Japón no consigue mejorar su productividad?). Pero otra cosa son las empresas japonesas que operan fuera del país, éstas desde luego siguen mostrando un notable dinamismo (ver Japón de caza en África). El credit crunch ha reducido la actividad de las adquisiciones y fusiones, los bancos han restringido los créditos, y la disponibilidad de créditos baratos que financió muchas operaciones en el pasado es ya tan solo un recuerdo en la memoria. El negocio de la adquisición de empresas ha caído un 15 % en Norteamérica y un 30 % en Europa. Pero aún hay un país que brilla con luz propia: Las compañías japonesas siguen comprando compañías en el extranjero. El número de transacciones ha aumentado sólo ligeramente, pero el valor de las mismas prácticamente se ha doblado, lo que nos da idea del dinamismo de esta actividad. Este tipo de operaciones alcanzarán este año los 57.000 millones de dólares.
Esta nueva ola de negocios tiene dos precedentes en la historia reciente. A finales de los 80 las compañías japonesas estaban embarcadas en una carrera frenética por la adquisición de compañías extranjeras, y a finales de los 90 hicieron lo mismo con compañías tecnológicas. En ambos casos estos negocios acabaron mal, traduciéndose en ventas con pérdidas. Pero las cosas pueden ser diferentes esta vez, en vez de buscar trofeos como el Rockefeller Center o Pebble Beach Club, el objetivo actual son compañías que proporcionan nuevas tecnologías o accesos a nuevos mercados.
El dinero procede en esta ocasión de una política conservadora mantenida durante muchos años, y los beneficios record obtenidos por las compañías públicas japonesas. En Japón la economía se está desacelerando a la vez que la población está envejeciendo. No se dan por tanto las condiciones idóneas para invertir en casa.
Las dificultades actuales para obtener capital hacen que las compañías japonesas que compran en el extranjero tengan ahora poca competencia, por lo cual es factible realizar muy buenos negocios. Adicionalmente, las acciones de muchas compañías están muy bajas en este momento, por lo que es fácil comprar a precios muy atractivos. El yen se ha fortalecido respecto al dólar y al euro, por lo que facilita aún más las compras. Japón necesita extenderse en el extranjero para poder competir con éxito con las compañías occidentales, y eso es lo que está haciendo.
Bibliografía: The Japanese are coming (again). The Economist 4th 2008
Palabras clave: Merger and acquisition (M & A)
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