No todo el mundo conoce en España la extraordinaria riqueza micológica que tenemos en Extremadura, estos días de otoño los alcornocales, encinares, pinares, castañares están en plena efervescencia.
Cuando empecé a clasificar setas de muy jovencito, a comienzos de los 80, tenía que emplear horas y horas tras las guías micológicas del momento. Actualmente las cosas son mucho más fáciles, tenemos muchas herramientas que nos ayudarán a interpretar el paisaje identificando setas. En la foto tenemos la Amanita rufescens, o Amanita rojiza, una deliciosa seta que consumo desde hace años. Es una seta cuyo veneno es termolábil y en consecuencia basta cocinarla para poderla tomar sin problemas. Hay que tener un poco de cuidado para diferenciarla de la Amanita pantherina, pero es fácil, sus trazas rojizas la delatan.
En Extremadura hay muchas zonas interesantes para las setas, yo suelo buscarlas en la Sierra de San Pedro - San Mamed. Aquí estos días tenemos a la Amanita rufescens como una de las más abundantes. Aún no tenemos la explosión de boletos, que llegará en muy pocos días.
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