Hace unos días nos sorprendió el dato de caída de la economía japonesa (ver “La economía japonesa cae a un ritmo del 12,7 %”), una cifra realmente funesta para la economía del país. Al respecto queremos indicar que muchos pueden ver en estas caídas una paradoja para lo que venimos defendiendo en el blog desde sus inicios, y es el papel de la burbuja inmobiliaria global en la crisis económica mundial. Hasta hace muy poco la burbuja inmobiliaria era una cuestión tabú, pues se pensaba que si se le quitaba importancia sus efectos serían menos profundos. Hay muchos intereses económicos en torno a la burbuja y ello ha generado un sesgo de la información real de la situación del sector. Pero la teoría de las burbujas (ver “Cosas que provocan que las burbujas hagan puff”) demuestra claramente que la tendencia de este fenómeno, más común de lo que parece (ver “Posible insolvencia del sistema financiero global y el estallido de las nuevas burbujas” y “Enseñanzas históricas de las burbujas especulativas”), es claramente previsible, y sin excepción lo más prudente es pinchar las burbujas cuanto antes. Desinflar una burbuja en las etapas iniciales es la única forma de protegerse de unos destructivos efectos que son mayores cuanto mayor tiempo tarda en estallar una burbuja determinada.
Pero lo cierto es que si algo caracteriza al Japón actual es que no ha habido burbuja en los últimos años, de hecho todavía se están recuperando de su famosa burbuja inmobiliaria de 1993. ¿Cómo es posible entonces que su economía sea de las que más caen? ¿Cómo es posible que Japón se enfrente ahora a un desplome de la economía mayor aunque el sufrido tras la crisis de 1993. Además de reducirse los pedidos a factoría, el desempleo ha resurgido con fuerza, y las familias están recortando también gastos a marchas forzadas. La caída en la producción de cada mes empeora de mes en mes.
Pero las causas de esta recesión son diferentes a las de la recesión de Estados Unidos o España, y es que en el caso de Japón lo que ocurre es simplemente que la demanda de coches, electrónica y máquinas ha caído desde Europa y Estados Unidos. Es por tanto un problema menor si lo comparamos con la crisis que sufren los países que acumulan deuda.
Hitachi Construction Machinery Co., ha anunciado que va a eliminar 569 puestos de trabajo en marzo, y cerrará la planta del noreste de Tokio durante cuatro días a la semana hasta junio. Honda Motor Co., también informa de profundos recortes de puestos de trabajo. Son sólo unos ejemplos de lo que está ocurriendo en Japón, que por lo pronto ha hecho ya caer el gasto de las familias en un 4,6 %, una declinación que dura ya diez meses.
Otras economías puramente exportadoras, como Corea del Sur, han visto también como la salida de productos se hundía un 18,6 % respecto al año anterior. Hay una recesión sincronizada global y los fabricantes están respondiendo agresivamente, y esto está teniendo un profundo impacto en el crecimiento económico.
La contracción del P.I.B. japonés puede llegar este año del 2,6 %, unos niveles no conocidos desde la segunda guerra mundial.
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