Las baterías han sido hasta ahora el elemento crítico de una instalación de generación distribuida. Si las baterías de plomo ácido sufren descargas profundas se produce sulfatación y las baterías se deteriorarán muy rápidamente. Tras nuestra experiencia de muchos años diseñando sistemas fotovoltaicos hemos visto que el principal problema es que las baterías suelen ser más pequeñas de lo necesario, pero cuidado porque si son demasiado grandes la corriente de carga será muy pequeña. Pero existen muchos problemas más que originan averías en los sistemas con baterías, y uno de ellos es que no se ha logrado un sistema que realmente cargue con eficacia y rapidez. Este artículo tiene más de 180.000 visitas a finales de 2021 y ello es una prueba de que muchas personas buscan información para saber cómo dimensionar y utilizar las baterias.
En este artículo explicamos brevemente las ecuaciones esenciales de los sistemas de carga de baterias, algo que es importante conocer para entender cómo funciona un elemento tan sensible de nuestra instalación.
Cuando compramos baterías el distribuidor nos facilita las especificaciones técnicas del producto: capacidad e energía que proporciona, la forma de maximizar su duración, el tamaño, el precio y algunos detalles más. Pero lo que no sabemos es la energía que va a proporcionar la batería para la aplicación en la que la vamos a emplear. Entre otras cosas porque la mayor parte de las baterías se irán cargando cíclicamente mediante diversas formas (paneles solares, redes públicas, etc). Ello conlleva que el tamaño seleccionado no será el más conveniente para el cliente en muchos casos, ya sea por defecto o por exceso. Ya que la batería supone un coste muy importante en muchos diseños es importante que sepamos con precisión como calcular la capacidad de la batería que necesitamos en función de la demanda prevista.