Pese a que los edificios industriales representan una ínfima parte de las edificaciones de uso humano, son los responsables del 31 % del consumo energético mundial. Puesto que el transporte es también el otro gran consumidor de energía, ese dato supone que los edificios de uso industrial son auténticos devoradores de energía. Una sola industria de procesos, por ejemplo agroalimentaria, puede consumir fácilmente lo mismo que mil hogares o más. En consecuencia, si trabajamos la eficiencia energética de la industria estaremos consiguiendo grandes avances en la lucha contra el problema energético global y el cambio climático.
Paso 1: Medir
El primer paso hacia una mejor gestión de la energía es valorar el uso actual. Eso quiere decir colectar datos de los consumidores principales dentro de nuestras instalaciones y analizar su impacto en el consumo total de energía. Instalar medidores de consumo y controlarlos es un paso importante para conocer exactamente las medidas a tomar y calcular su rentabilidad.
Paso 2: Fijarse en lo básico
Fijarse en lo básico es típicamente la única táctica de gestión de las instalaciones que suele deducirse de una auditoría energética. Las estrategias deducidas de la auditoría no suelen ir más allá de instalar dispositivos de consumo energético bajo.
Paso 3: Automatizar
Mejores opciones de eficiencia energética pueden alcanzarse implementando sistemas de automatización y regulación de procesos y edificios. Medidas eficaces son por ejemplo el control de la iluminación basado en la ocupación, que se consigue instalando sensores que automáticamente enciendan la luz sólo cuando se necesita. También la regulación automática del calor y el frío ambiental en los niveles óptimos es una medida eficiente. Mediante variadores de frecuencia, por ejemplo, podemos regular sistemas de ventilación y bombas centrales de los sistemas de aire acondicionado y calefacción. Estas medidas combinadas pueden conseguir proporcionar una mejora en eficiencia energética del 15 %.
Paso 4: Control
Un plan de acción estratégico ayudará a asegurar que los ahorros de costes iniciales no disminuyan con el tiempo. La instalación de medidores de potencia, servicios de control, análisis de eficiencia energética y verificación de las tarifas pagadas a la compañía eléctrica pueden ayudar a conseguir esto, pero uno de los sistemas más efectivos es el denominado Enterprise energy management (EEM) system, una herramienta que proporciona business intelligence relacionada con la energía a la gerencia de la compañía. Esencialmente, un sistema EEM colecta datos relevantes de energía, como agua, aire comprimido, electricidad, gas natural, valores de vapor, información de producción y temperatura del aire exterior. Esta información es clasificada y se presenta a sistemas business intelligence en formato panel que puede ser supervisado por el usuario.
Bibliografía: A four-step process to energy control. Plant Engineering. September 2009
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