Los retos a los que se enfrenta nuestro país no son pocos actualmente pues muchos años de políticas erróneas en construcción de costosas infraestructuras sin valorar realmente su efectividad, una gestión pública ineficiente y una desmedida inversión privada en especulación inmobiliaria ha llevado al país a una larga y dolorosa travesía del desierto. Pero esos problemas no van a ser los únicos a los que nos enfrentamos si se confirma la tendencia actual de encarecimiento de los costes de la energía.
España está muy debilitada por la crisis económica y a la vez se enfrenta a un dilema energético crítico. Por una parte el país lucha por afrontar el incremento en los precios de la energía, pero un gobierno cargado de deudas se ha visto obligado a recortar retroactivamente las ayudas a las renovables. La incapacidad para subsidiar las energías renovables ha frenado en seco las inversiones privadas y el boom de generación de energías alternativas se ha frenado en seco.
Tampoco las energías las convencionales pueden paliar la situación. El sector del carbón se ha ido desmantelando y actualmente está muy debilitado. El sector nuclear español está formado por viejas centrales con una moratoria a la construcción de nuevas unidades. Las opciones a la construcción de nuevas centrales que algunos sectores de la sociedad estaban tratando de impulsar se han difuminado de la noche a la mañana como consecuencia del accidente de Fukushima.
El déficit presupuestario del 11 % que se alcanzó en 2011 impide cualquier maniobra pública para impulsar el sector energético.
La mayoría de los economistas culpan a la burbuja inmobiliaria de la crisis de España pero algunos también resaltan la influencia de unos subsidios inflados a las energías renovables. La burbuja de las renovables colapsaría sin ayudas públicas.
Los orígenes de la política energética sostenible en España
España, un país sin recursos energéticos propios reaccionó a la crisis del petróleo tratando de desarrollar una política energética sostenible en 1980. En 1997 se desreguló el mercado energético y se estableció que en 2010 el 12 % de la energía procediese de fuentes renovables. En 2005 se aprobó un nuevo plan de energías renovables que buscaba alcanzar una cuota del 29,4 % en 2010.
Para sostener las ventas de energías renovables, se estableció un sistema de apoyo por encima del valor del mercado. Posteriormente la UE estableció un objetivo de generación de energía del 20 % a partir de fuentes renovables. Estas disposiciones transformaron el mix de energía en España.
También la generación de energía con gas creció exponencialmente como una respuesta a las necesidad de fuentes de apoyo que complementasen a la energía eólica que en 2010 alcanzó los 42 TWh.
Crecimiento de la demanda y capacidad
La demanda de electricidad en España también está creciendo por lo que es necesario añadir nuevas capacidades de generación. De hecho, entre 2001 y 2008 el incremento en la capacidad de generación fue del tan asombroso como del 87 %. Antes de la recesión los planes seguían siendo ambiciosos y se esperaba incorporar 72 TWh entre 2008 y 2016. Los planes previos apostaban por incorporar 42 TWh de generación con gas y 33 TWh con eólica, aunque recortando 23 TWh de generación con carbón y 10 TWh diesel. También estaba previsto un incremento de la capacidad nuclear pero enmascarando las inversiones en ampliaciones de las centrales existentes (Ver El Declive de nuestras viejas centrales nucleares).
El futuro de las renovables
Dado que España es un país extenso y diverso las posibilidades de las energías renovables son amplias. Repasemos brevemente la situación actual:
Hidroeléctrica
Alrededor de 1.200 plantas hidroeléctricas están instaladas en España con una capacidad total de 18,9 GW, 20 de las cuales tienen capacidades de 200 MW o más grandes. Unos 2.400 MW tienen capacidad de almacenamiento por bombeo. La generación hidroeléctrica ha sido importante en los últimos años gracias a que no ha habido sequía. En 2010 se generaron 36,6 GWh – un 30 % más que la media histórica. También 2011 va a ser un buen año para las hidroeléctricas españolas pero las cosas pueden cambiar rápidamente cuando lleguen años de sequía. Actualmente no quedan sitios apropiados para construir centrales hidroeléctricas por lo que este recurso puede considerarse agotado.
Eólica
La situación de la energía eólica en España es bastante mejor. En el año 2010 se produjeron 42.976 GWh a partir de la energía eólica lo que supone un 15 % de la capacidad de generación total. Como ha ocurrido en tantos otros campos de las infraestructuras el rápido crecimiento de la energía eólica ha propiciado el desarrollo de un sector industrial en energía eólica muy pujante y con proyección internacional. Gamesa, Eólica, Acciona Windpower, Alstonm-Ecotècnia y los desarrolladores de parques eólicos como Iberdrola y Acciona Energía tienen proyectos en todo el mundo.
Merece la pena también mencionar el intenso crecimiento que la industria auxiliar del sector eólico ha tenido en España. Existen actualmente 75 centros industriales de componentes, 18 de los cuales son plantas de ensamblaje de turbinas eólicas.
Fotovoltaica
La energía solar fotovoltaica sufre la resaca de la burbuja especulativa que sobre la energía solar se infló en España hasta 2008 auspiciada por unos subsidios generosos. Pero todos los subsidios se acaban y en España el corte tuvo consecuencias catastróficas para un sector demasiado ingenuo y optimista. Más delicado aún ha sido el cambio en los criterios de remuneración a la producción de la energía solar fotovoltaica que se ha visto obligado a introducir el gobierno como consecuencia de la recesión y que puede ser letal para muchos productores endeudados.
Respecto a la energía termosolar, más eficiente que la fotovoltaica y propicia para grandes planeamientos, España mantiene su dominancia. La primera planta termosolar comercial del mundo se construyó en Sevilla en 2006, y esta experiencia ha servido para impulsar varios proyectos alrededor del mundo. De la nueva capacidad planificada, el 93 % es tecnología de colectores parabólicos, las torres centrales suponen el 3 % y el resto son discos de Stirling y receptores Fresnel.
Biomasa
El subsidio a la producción con biomasa está también establecido en España pero el crecimiento ha sido lento sobre todo porque los nuevos proyectos han sido golpeados por la recesión. Actualmente 3España tiene 400 MW de capacidad de biomasa instalada, impulsados por productos que van de la pulpa al papel, madera y residuos de la industria del olivo.
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