El sector
industrial consume en torno a un tercio de la energía producida en los países
desarrollados, y los esfuerzos actuales están enfocados en la reducción de la
energía consumida por los equipos usados en fabricación (ej. calderas, hornos,
secadores, reactores, separadores, motores y bombas) o cambiando los procesos o
técnicas para fabricar los productos. Una aproximación alternativa valiosa para
mejorar la eficiencia energética total es capturar y reutilizar el calor
perdido o residual que es intrínseco a la fabricación industrial. Durante estos
procesos de fabricación, tanto como del 20 al 50 % de la energía consumida es
en último término perdida vía calor residual contenido en los gases y líquidos
residuales, además de a través de la conducción de calor, convección, y
radiación de las superficies de equipos calientes y de los productos
calentados. En algunos casos, tales como hornos industriales, las mejoras de
eficiencia resultantes de la recuperación de calor residual puede mejorar la
eficiencia energética en tanto como un 10 o un 50 %.
El calor
residual capturado y reutilizado es un sustituto libre de emisiones de
combustibles o electricidad. Numerosas tecnologías están disponibles para
transferir calor residual a un uso final productivo. En esta nueva serie de
artículos dedicada a la recuperación de calor residual industrial investigamos
prácticas, oportunidades y barreras en orden de identificar las tecnologías que
permiten la recuperación de las pérdidas de calor residual industrial.
Tres
componentes esenciales son requeridos para la recuperación de calor residual:
1)
Fuente accesible de calor residual.
2)
Tecnología de recuperación.
3)
Uso para la energía recuperada.
¿Qué es la recuperación de calor residual?
Las pérdidas
de calor de los residuos proceden de ineficiencias de los equipos y de las
limitaciones termodinámicas en equipos y procesos. Por ejemplo, consideremos la
reverberación de los hornos frecuentemente usados en operaciones de fusión de
aluminio. Los gases de salida inmediatamente dejando el horno pueden tener
temperaturas tan altas como 1200 – 1300 ºC. Consecuentemente, estos gases
tienen alto contenido térmico, arrastrando tanto como un 60 % de la energía de
entrada en el horno.
Se vienen
haciendo esfuerzos para diseñar hornos con reverberación más eficiente con
mejor transferencia de calor y temperatura de salida más bajas; sin embargo,
las leyes de la termodinámica ponen un límite inferior en la temperatura de los
gases de escape. Ya que el intercambio térmico implica transferencia de energía
de una fuente de alta temperatura a un sumidero a temperatura inferior, la
temperatura de los gases de la combustión siempre debe exceder la temperatura
del aluminio fundido en orden de facilitar la fusión del aluminio. La
temperatura del gas en el horno nunca disminuirá por debajo de la temperatura
del aluminio fundido, ya que esto violaría el segundo principio de la
termodinámica. Por lo tanto, la mínima temperatura posible de los gases de la
combustión inmediatamente saliendo de un horno de reverberación de aluminio
corresponde a la temperatura del aluminio fundido para facilitar la fusión del
aluminio. La temperatura mínima posible
de los gases de combustión inmediatamente saliendo de un horno de reverberación
de aluminio corresponde a la temperatura del punto de vertido del aluminio
(650-750 ªC). En este escenario, al menos un 40 % de la entrada de energía al
horno es ahora perdido como calor residual.
La
recuperación de residuos industriales puede alcanzarse por numerosos métodos.
El calor puede ser reutilizado dentro del mismo proceso o transferido a otro
proceso. Las formas de usar gases de escape de la combustión para precalentar
el aire de la combustión o el agua de alimentación de las calderas
industriales. Calentando el agua de alimentación antes de entrar en la caldera,
la cantidad de energía requerida para calentar el agua a su temperatura final
se reduce. Alternativamente, el calor se transfiere a otro proceso; por
ejemplo, un intercambiador de calor puede usarse para transferir el calor de
los gases de escape de la combustión al aire caliente para un aire de secado.
De esta manera, el calor recuperado puede reemplazar la energía fósil que de
otra forma requiere el horno. Fuentes típicas de calor, son las siguientes:
Fuentes
de calor residual
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Uso
del calor residual
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Escapes de combustión
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Precalentamiento de aire de la combustión.
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Horno de fundición de vidrio.
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Precalentamiento del agua de alimentación de la
caldera.
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Hornos de cemento.
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Precalentamiento de la carga.
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Incinerador de humos.
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Generación de energía.
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Caldera del horno de reverberación de aluminio.
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Generación de vapor para uso en generación de energía
eléctrica, energía mecánica y vapor de proceso.
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Gases residuales del proceso
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Generación de calor.
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Horno de arco eléctrico de acero.
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Precalentamiento de agua.
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Horno de reverberación de aluminio.
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Transferencia a chorros de proceso a líquido o
gaseoso
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Agua de refrigeración de:
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Hornos.
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Compresores de aire.
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Motores de combustión interna.
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Pérdidas conductivas, convectivas y radiativas.
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Células Hall-Heroult.
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Pérdidas conductivas, convectivas y radiativas en
productos calentados.
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Coques calientes.
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Escorias de altos hornos.
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1 comentarios:
Un artículo muy interesante, increíble que estas pérdidas de energía, la mayoria en forma de calor, no sean "recirculadas".Supongo que el caso de los hornos, el aislamiento de los mismos sera un factor determinante para la cantidad de calor "perdido". Buen artículo, estare atento a la parte 2.
Saludos
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