Aunque parezca extraño los países desarrollados que han completado sus procesos de construcción de infraestructuras no suelen invertir demasiado en rehabilitación. Veamos algunos ejemplos: Se estima que el 28 % de los puentes de Estados Unidos están en malas condiciones. También mencionamos que en 2006, Londres experimentó una sequía intensa como consecuencia de las pérdidas en las tuberías de la ciudad. El mismo año, un apagón paralizó Queens.
Situación en las economías emergentes
En las economías emergentes, autopistas atestadas, sistemas de transporte sobre-utilizados, servicios sanitarios y de abastecimiento de agua insuficiente. La falta de viviendas está originando tensiones y obligando a la gente a desplazarse a las ciudades. Aproximadamente la cuarta parte de a humanidad viven si electricidad y los que tienen acceso obtienen a menudo un abastecimiento irregular y caro. Según el Banco Mundial se estima que 1.100 millones de personas no tienen acceso a agua potable segura, a la vez que 2.600 millones carecen de sanidad básica. Las tensiones que actualmente experimentan las infraestructuras urbanas no van a aliviarse pronto.
En 1950 vivían en las ciudades 730 millones de personas, mientras que en los 90 ya había 2.300 millones de personas viviendo en las ciudades. Las proyecciones de las Naciones Unidas apuntan a que la gran mayoría de este crecimiento está teniendo lugar en las economías emergentes.
Estos factores trasladan la necesidad de inversiones sustanciales en infraestructuras y las inversiones se están expansionando hasta unas previsiones que pueden llegar a $65 trillones (americanos).
Veamos por qué tipo de obras y en qué regiones se va a mover este negocio en los próximos años.
TIPOS DE OBRAS
Las inversiones en infraestructuras van a centrarse en cinco áreas principales:
a) Generación de energía.
b) Transporte: Fundamentalmente puertos y aeropuertos.
d) Distribución: Electricidad, agua y gas.
e) Telecomunicaciones: Redes inalámbricas y sistemas de cable.
El negocio generado en los proyectos de infraestructura moverá actividad en financiación, construcción, ejecución y operación. Los fondos de pensiones, fondos de inversión y bancos participan ya con entusiasmo en el nuevo boom que vamos a ver en los próximos años.
Respecto a las empresas y profesionales que se verán afectadas por esta actividad destacan las compañías que planifican proyectos de construcción, ingeniería, materiales y equipos pesados. Finalmente, las compañías que prestan servicios de mantenimiento se implicarán una vez los proyectos estén acabados.
REGIONES
Estados Unidos, Europa y otras regiones desarrolladas se disponen a cortar el pastel de las infraestructuras de los países emergentes, donde China, India y Latinoamérica demandarán sustanciales inversiones en los próximos 20 años.
En 2015 las ciudades de las economías emergentes concentrarárn las 3/4 partes de la población mundial, y un fenómeno de tal calibre revolucionará las infraestructuras como las conocemos hoy.
China
En China, la demanda de infraestructuras impulsa urbanizaciones, el desarrollo de una economía de mercado y la necesidad de más capacidad para el transporte. El gasto de China en infraestructuras está creciendo a un ritmo anual del 20 %. A este ritmo en 20 años China construirá las infraestructuras que Estados Unidos tardó 50 años en construir.
Se estima que China está haciendo actualmente el 80 % de todas las inversiones del este de Asia.
India
Si India falla en mejorar sus infraestructuras su crecimiento a largo plazo puede verse amenazado. Después de cinco años de crecimiento económico al 9 %, casi a la par que China, la red de autopistas y las plantas de generación están desbordadas.
Latinoamérica
La población de latinoamérica está creciendo más rápido de lo que se desarrollan las infraestructuras del continete.
En 2008, México presupuestó 2.700 millones de dólares para mejorar su sistema de carreteras. Así y todo la mitad de sus vías de circulación quedarán sin pavimentar.
Brasil ha invertido poco en infraestructuras en el pasado. Pero para poder seguir siendo competitiva, se enfrenta ahora a la necesidad de realizar fuertes inversiones. En Brasil, sólo el 12 % de las carreteras están pavimentadas. Las obras de puertos tienen prioridad por su efecto en el mercado de exportaciones del país. Para Brasil y otros países costeros en latinoamérica, el 40 % de los costes del transporte están relacionados con la calidad de la infraestructura doméstica.
En diciembre de 2008 Brasil anunció incrementar su gasto en infraestructura en un 38 %.
¿De dónde saldrá el dinero para estos proyectos?
Las economías emergentes crecen a ritmos del 5-8 % o incluso más, y ese crecimiento se debe sustancialmente a la venta de materias primas, productos manufacturados, servicios de outsourcing, etc. Es una transferencia directa de ingentes cantidades de recursos del mundo rico al mundo "pobre" y este dinero está revolucionando muchos países.
Pero aparte de las inversiones públicas, los public-private partnerships (PPPs) (Ver "Los mejores sitios para invertir en infraestructuras en Latinoamérica") están consiguiendo una intensa transferencia de fondos para infraestructuras hacia aquellos países que mejores condiciones presentan para las inversiones. Más de 100 países ejecutan proyectos PPPs y actualmente se estima que el gasto total a nivel mundial en PPPs es del 10-15 %. Obviamente esto supone que en muchos países emergentes los PPPs superan el 50 % de las inversiones.
Los inversores han obtenido grandes retornos en este tipo de proyectos (en 2008 el S&P Global Infraestructura obtuvo un valor de retorno anual del 11,79 %).
CONCLUSIONES
Podemos concluir que en los próximos veinte años habrá grandes oportunidades en el sector de las infraestructuras, pero muy especialmente en las economías emergentes. Surgirán grandes oportunidades y un profundo cambio de mentalidad está en camino.
Bibliografía: Investmentfocus. MorganStanley