Superada hace días la barrera psicológica de 1,5 euros por litros, la gasolina tiene ya nuevas cotas en el horizonte próximo, el efecto combinado de aumentos de impuestos, subida del petróleo y caída del euro respecto al dolar va a tener un efecto letal sobre el precio de los combustibles.
En esa subida de precios han intervenido dos factores: la
apreciación del dólar frente al euro (el crudo se comercializa en dólares), lo
que encarece la factura de aquellos países como España que son importadores
netos de petróleo, y la subida masiva de impuestos (la mayoría de comunidades
autónomas han comenzado a aplicar el máximo recargo del céntimo sanitario). A
esos dos elementos se va a unir a partir del sábado la subida del IVA que grava
la venta de hidrocarburos, que pasará del 18% al 21%. La suma de todos ellos
apunta a que el precio del litro de gasolina se puede situar en breve por
encima de los 1,7 euros. De hecho, los últimos datos recogidos en la encuesta
semanal que realiza el Ministerio de Industria revelan que ya hay dos
estaciones de servicios en Almería cuyo precio roza los 1,6 euros. El 70% de
las gasolineras consultadas reconocen que ya venden el litro de carburante por
encima de los 1,5 euros. En el caso del gasóleo, el precio medio ya está por
encima de los 1,4 euros y ya hay establecimientos en los que supera también los
1,5 euros.
Asimetrías fiscales con la UE
Las petroleras calculan que el alza del IVA supondrá un
aumento de 3,6 céntimos de euros, en el caso del litro de gasolina, y de 3,5
céntimos en el del gasóleo. La Asociación Española de Operadores de Productos
Petrolíferos, que reúne a los principales operadores, calcula que los sucesivos
incrementos impositivos (impuestos especiales, céntimo sanitario e IVA) han
supuesto un incremento de 18 céntimos de euros en el precio final que paga el
consumidor en las gasolineras.
Las últimas estadísticas de la Comisión Europea,
correspondientes al 20 de agosto, revelan que el peso de los impuestos en el
precio final del carburante ha crecido con fuerza y ya se ha situado en el 47%
del total en la gasolina y en el 42% en el gasóleo. Pese a ello todavía están
ocho puntos y seis puntos por debajo de la media de la UE. Y esto puede ser,
según sugieren fuentes empresariales, la vía para que el Ejecutivo pueda
aprobar una nueva subida de los impuestos especiales que gravan los
hidrocarburos si en los próximos meses son necesarios más ajustes, tal y como
las autoridades comunitarias parecen presagiar. El último incremento se aprobó
en junio de 2009, con una subida de 2,9 céntimos por litro de gasolina y
gasóleo más el IVA.
Este tributo especial supone ya el 28% del precio final de
un litro de carburante y representaría una interesante fuente de ingresos para
el Ejecutivo en el caso de afrontar nuevas subidas de impuestos. En el último
año ya se había sugerido la posibilidad de tocar ese tributo, aunque la
debilidad del consumo hizo que el Ejecutivo optará por tocar otras figuras
impositivas como el IRPF o el IBI.
Fuente: Cinco Días
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