La elección del sistema más de calefacción más conveniente para una aplicación puede ser una decisión difícil si nos enfrentamos a un proyecto con cierta complejidad. Una de las decisiones que podemos tener que tomar es comparar los sistemas hidrónicos con los sistemas de calor por aire forzado. En este artículo hablamos de una serie de factores a considerar a la hora de seleccionar entre ambos sistemas:
- Aire forzado - Un beneficio del aire forzado es la capacidad para elevar rápidamente las temperaturas, mientras que los sistemas de calentamiento hidrónicos pueden ser más lentos con los cambios de temperatura debido al uso de masa térmica.
- Hidrónico - En la mayoría de las cuestiones de confort, el calor radiante es muy superior. Ejemplos de esto incluyen el hecho que la calefacción radiante calienta la habitación uniformemente, a la vez que mantienen las baldosas calientes para caminar sobre ellas, y no secan el aire. Adicionalmente, el aire forzado puede estar alto cuando el calor se enciende y se apaga, mientras que el calor hidrónico trabaja silenciosamente.
Salud
- Aire forzado - El sistema tradicional se ha utilizado durante mucho tiempo, y adiciones modernas al sistema permiten purificadores de aire y humidificadores, además se colocan mejores filtros para los organismos microscópicos a través del aire.
- Hidrónico - Los sistemas de calefacción hidrónicos proporcionan un ambiente más saludable para personas con problemas de alergia o asma. El calor radiante no requiere ráfagas de aire forzado para extender el calor, lo cual significa que se extienden polvo, alérgenos y gérmenes. Sistemas de limpieza especializados y filtros, y limpiadores de conductos profesionales pueden ayudar a mejorar esto, pero el calor radiado no causa ninguno de estos problemas.
Eficiencia
- Aire forzado - Ya que este método de calefacción es de uso extendido, hay muchas calderas donde elegir altos niveles de eficiencia, además de buenas prácticas de construcción para conseguir más calor. Desgraciadamente, los conductos de aire en los sistemas de aire forzado convencionales son difíciles de sellar completamente. Esto significa que buena parte del calor se pierde antes de llegar al punto de destino. Estos conductos tradicionales siempre se colocan dentro de la parte acondicionada de la casa, si se hace otra cosa las pérdidas pueden incluso ser más severas si el calor se transmite por espacios de áticos no acondicionados.
- Hidrónico - El calor radiante no tiene conductos de aire, pero en vez de un sistema en bucle cerrado que crea muy poca pérdida de calor mientras se mueve el agua caliente a su destino. Adicionalmente, el calor hidrónico requiere muy poca electricidad para funcionar. Esto combinado con su eficiencia es el motivo por el que es tan popular en viviendas, especialmente donde los costes de electricidad son altos.
Costes
- Aire forzado - El coste de instalación de los sistemas de aire forzado, incluyendo equipamiento de calefacción, conductos, venteo, y retorno serán siempre más bajos que con el calor radiante. Por otra parte, es difícil hacer comparaciones porque los beneficios obtenidos por un sistema hidrónico compensarían los costes extra del aire forzado. Ejemplos son los purificadores, humidificadores e intercambios de calor.
- Hidrónico - Sin duda toda la calefacción radiante de una casa tiene unos costes mucho mayores que con calefacción de aire forzado. Sin embargo como hemos dicho el sistema de calefacción es más eficiente.
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