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09 febrero 2010

España en problemas, ilustrado

Todos los que hemos sido asalariados en algún momento hemos tenido la impresión de estar peor pagados de lo que nos merecemos, y probablemente tengamos razón. Pero el problema viene de las diferencias en el crecimiento de los costes laborales que existen entre distintos países, es decir, que aunque todos los asalariados estén en general mal pagados, el crecimiento de los salarios sea mayor en un país que en otros.
Si los costes laborales crecen más en un país que en el resto el país pierde competitividad.
Exactamente eso es lo que le ha ocurrido a España:
Hasta el 2.000 la situación era pareja con la del resto de Europa, pero los años de la burbuja inmobiliaria hicieron que los costes laborales promedio (sobre todo el ligado a la construcción) creciese más de el doble que la media europea.
The New York Times se hace eco de la situación de los costes laborales en el sector de la fabricación en España y los compara con Alemania, donde una política mucho más comedida frenó el crecimiento de los salarios.
Los salarios españoles se han acercado notablemente a los alemanes, un logro social indudable, pero el problema es que como a la hora de la verdad seguimos produciendo lo mismo de siempre, finalmente obtenemos productos que no hay quien venda fuera de España, y como en España nadie compra, es imposible vender nada.
La economía española se está readaptando, y lo hará con rapidez a juzgar por el ritmo de los acontecimientos en las últimas semanas.

07 julio 2009

La eurozona se dirige hacia la deflación

Los precios han caído en junio un 0,1 % en la zona euro, el primer dato negativo desde que existe el euro y mucho antes. La caída se debió fundamentalmente a la declinación de los precios del petróleo y al deslizamiento de la demanda en medio de una profunda recesión. La inflación en Alemania ha caído a cero, mientras que en España e Irlanda la caída se mantiene ya durante tres meses consecutivos.

La mayoría de los analistas esperan que la tasa de inflación vuelva a positivo en pocos meses, pero hay riesgo de que esto no sea así y se mantenga la caída de los precios.

Las economías más vulnerables son las que más han sufrido el estallido de las burbujas del crédito e inmobiliaria, España e Irlanda. En España el desempleo asciende ya al 18 % y la demanda doméstica se deslizó un 5,3 % en el primer trimestre. La inflación subyacente (menos comida y energía) es ya negativa en ambos países, y se desacelera considerablemente en toda la eurozona.

Los bancos de Europa han recibido inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo, temeroso de la espiral provocada por la morosidad.

Fuente: Moneyweek

28 mayo 2009

La deflación en España es ya una realidad

En mayo el indicador adelantado de precios apunta a una caída interanual del 0,8 %. La caída es mayor de lo esperada aunque menor de la que podría haber sido sin las inyecciones de liquidez que hasta ahora ha podido soportar el gobierno. La inflación anual estimada del IPCA en mayo de 2009 es del –0,8%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Este indicador proporciona un avance del IPCA que, en caso de confirmarse, supondría una disminución de seis décimas en su tasa anual, ya que en el mes de abril esta variación fue del –0,2%. l INE elabora este indicador con el objetivo de incorporarlo al cálculo del índice adelantado del IPCA de la Unión Monetaria Europea (UME) que publica Eurostat. La obtención de este indicador avance de la UME forma parte de la política de Eurostat y del Banco Central Europeo de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad con los producidos por los Estados Unidos.

La economía española está pagando los excesos de los últimos años, y hasta que no se corrijan no habrá forma de reorientar la situación. Si los precios bajan mes tras mes, como parece que está ocurriendo ya, las inversiones se paralizan. ¿Quién va a comprar algo sabiendo que al mes siguiente será más barato?

Los españoles están empezando a descubrir ahora conceptos teóricos ya olvidados, ideas que aparecían en los libros de economía pero que pocos se planteaban fuese un problema de futuro.

Las cosas pueden cambiar, no olvidemos eso, pues de la deflación puede pasarse a la hiperinflación sin que uno se dé cuenta, todo depende de si las máquinas de imprimir billetes se ponen o no a funcionar a toda velocidad (ver "La América de hoy…).

Fuente: INE

21 abril 2009

España, el lugar del mundo con más riesgo de deflación, según “The New York Times”

Decimos que la recesión española tiene unas particularidades que la hacen diferenciarse claramente de la crisis financiera internacional. Lamentablemente es así, los excesos del ladrillo en una década han provocado una "spanish typical bubble" que ahora amenaza nuestra economía mucho más que las demás. Tan sólo hay que comparar las variables macroeconómicas españolas con las del resto del mundo.
Buena prueba de ello es que en el día de hoy, The New York Times vuelve a sacarnos en portada, esta vez como ejemplo claro de escenario deflacionista. El diario neoyorquino emite su crónica desde Valencia, uno de los baluartes más destacables del desastre inmobiliario, y en Valencia ve NYT cómo los precios se hunden por doquier. Desde restaurantes a las tiendas de moda, pasando por supermercados e incluso farmacias. Todos los vendedores están en la fase de terror que se genera históricamente en la antesala de un escenario deflacionista, y su comportamiento es muy fácil de explicar. Si no se vende, la única solución que queda es bajar los precios, y esta bajada continuará incluso aunque no se obtenga beneficio alguno. El escenario deflacionista es según NYT lo que está provocando en España la debacle en el desempleo, y la explicación es también bien clara y sencilla. Disminuyen las ventas y el empresario se ve obligado a recortar gastos, y entre los gastos que pueden ser disminuidos destaca sobremanera el gasto de personal. La combinación de la elevación del desempleo y la caída de los precios hace pensar a los analistas internacionales que España es el más firme candidato a atravesar un periodo deflacionista de los de "manual de economía". Y cuando decimos manual de economía nos referimos a los dos episodios que NYT cita para comparar con la situación deflacionista a la que se enfrenta España: "Gran Depresión" y la "Década perdida de Japón". El problema de la deflación es que acaba originando una espiral descendente que es muy difícil de corregir. Conforme aumenta el desempleo de forma agua se recorta el gasto del consumidor, y las compañías se ven obligadas a ir recortando precios. Pero si las ventas no remontan, los ingresos continúan declinando, forzando a mayores recortes en plantillas y salarios. Según NYT, en ningún lugar del mundo este ciclo es más evidente que en España. El mes pasado, España fue la primera de las naciones de la zona euro en registrar inflación negativa. Una caída así, no se ha registrado en las estadísticas españolas desde que comenzaron a elaborarse en 1961. Los analistas españoles dicen que los precios pueden continuar cayendo al menos hasta después del verano. La caída de los precios en los productos más volátiles es simplemente de hundimiento; el coste del pescado ha caído un 6,2 %, y el del azúcar ha bajado un 5,7 %. Pero incluso en sectores caracterizados por la estabilidad de precios, como el farmacéutico, se ha visto que en marzo han caído los precios un 0,7 %. Todas las alarmas han saltado, pues la economía se puede recuperar de la desaceleración, pero es mucho más difícil superar situaciones de deflación. Y el problema es que si bien España lidera este nuevo frente, muchos países de Europa están próximos a entrar también en deflación. Luxemburgo, Portugal e Irlanda han informado sobre caídas de precios también, aunque menos claras que en el caso español.
El artículo de NYT completo aquí

30 marzo 2009

Atrapados por la devaluación de los activos inmobiliarios

El otro día hablando con un fabricante murciano sobre la crisis, este hombre lo dijo muy claro: "Aquí la única crisis que hay es la de la construcción, se ha hundido el sector y ello ha provocado que a la gente no le den créditos los bancos". Buena y sencilla explicación la del amigo Paco, que sufre en sus carnes la crisis en una de las regiones más castigadas de España.
La crisis inmobiliaria afecta a un buen número de países, pues fueron muchos los seducidos por el dinero fácil del ladrillo. Y las cosas están transcurriendo con rapidez, una velocidad que nadie esperaba. Al mirar el "Global House Prices" hace tan solo tres meses, únicamente en seis países se registraban caídas interanuales del precio de la vivienda. Pero en tan solo tres meses la cifra se ha elevado ya a 16.
Estados Unidos lidera las caídas, pues en un solo año la devaluación del ladrillo supera el 19 %. Pero las previsiones de caídas son muy intensas para un gran número de países. El boom de la propiedad se ha traducido en una debacle que nadie sabe cómo acabará, pero ya todos saben que terminará mal o muy mal. Un reciente informe de Numis Securities estima que los precios en Gran Bretaña pueden caer más de un 40-45 %, condenando a millones de personas a una deuda hipotecaria por un valor superior al que valen sus casas. En España la situación es igual o peor. Incluso en el propio sector se han dado cuenta que hasta que no se toque fondo nadie venderá un piso, y ahora quieren que bajen los pisos a la mayor brevedad posible. Rozando el surrealismo los analistas inmobiliarios pronostican caídas del 40 % en los precios de la vivienda usada en 2009 (hasta ahí todo lógico), pero lo curioso es que no reconocen que los pisos nuevos estén bajando al mismo ritmo o incluso más rápidamente.

12 marzo 2009

Los problemas con el crédito pueden empeorar según Financial Times

Los indicadores de crédito – barómetros de tensión desde que comenzó la crisis financiera hace dieciocho meses – están nuevamente en rojo. La creciente preocupación del destino de los fabricantes de automóviles y la escalada de pérdidas en bancos, instituciones financieras y en General Electric, el mayor emisor de deuda en los mercados de capital, está creando un panorama funesto. El riesgo del crédito se ha revalorizado con fuerza ya que se extiende el pánico en el sector financiero.

Hasta ahora, la mayor parte del dolor en las instituciones financieras lo tienen que digerir propietarios de acciones y pagadores de tasas, pero hay una preocupación real que los problemas se extiendan a otros propietarios de bonos y otras obligaciones.

Las deudas de las instituciones financieras – incluyendo algunas de las más grandes del mundo tales como Citigroup y Bank of América – las soportan inversores que van desde fondos de pensiones a compañías aseguradoras. Las preocupaciones sobre el valor de estas acciones han hecho subir las primas de riesgo. Según algunos analistas, estamos entrando en otra vuelta de tuerca del "credit crunch" donde la intensidad se está extendiendo. Mucho apoyo gubernamental al sistema bancario está por venir, pero los detalles son inciertos. Estas incertidumbres son preocupaciones para los inversores, ya que no saben si sus ahorros se encuentran entre los apoyados por el gobierno. Veamos a continuación el comportamiento de los principales indicadores del mercado internacional del crédito.

En la esfera del crédito, las deudas high yield han golpeado duro a las compañías en riesgo de quiebra. En Estados Unidos, en la última semana los inversores sacaron $911m de los high yield bonds, su peor semana desde el cuarto trimestre de 2008.

El índice de derivados de créditos high yield para las compañías de Estados Unidos, esta semana se han roto varios records, como consecuencia de las preocupaciones existentes sobre los fabricantes de automóviles y el aumento de las previsiones de morosidad del Moody´s Investors Service de un 14 %.

El Markit iTraxx Crossover index de la mayoría de los créditos europeos de grado especulativo (sub-investment grade) golpeó un record de 1170 puntos básicos.

Según Barclays Capital, la deuda high debt de los Estados Unidos ha caído un 3,3 % este mes.

High yield en Europa ha caído un 5,1 % en marzo, reduciendo su ganancia para el año en un 3,5 %

Son muchos los indicadores que están mostrando las nuevas restricciones del mercado del crédito, por lo que las próximas semanas pueden ser decisivas.

Bibliografía: Fresh pessimism sweeps over credit sector.

11 marzo 2009

Crisis internacional e inflación de las importaciones chinas hacia Estados Unidos

Un nuevo artículo en el que analizamos las fuerzas que alteran los negocios como consecuencia de los cambios internacionales, y en esta ocasión abordamos las causas de la volatilidad de los precios de las importaciones que desde China llegan a Estados Unidos y su influencia en la crisis internacional, pues los precios crecieron y lo hicieron mucho. ¿Cuáles fueron las causas del incremento de los precios que obligaron a subir los tipos de interés y finalmente fueron el detonante del estallido de la burbuja financiera global? No se ha hablado en Europa de este problema hasta el momento y es una cuestión importante para saber las causas reales de la crisis y la forma de salir de ella. Para explorar las fuerzas que están detrás de este sorprendente incremento, los autores de un estudio de la Federal Reserve of New york crearon un nuevo import index que usa datos desagregados para averiguar cómo crecieron los precios en diferentes tipos de productos. Iremos citando los charts de este informe porque muestran unas interesantes tendencias que aportarán ideas para ayudar a entender lo que está ocurriendo. En un sorprendente giro respecto a los años precedentes, los precios de los productos que llegaban desde China aumentaron un 6 % en el periodo 2006-2008. El problema no fue solamente la subida, sino el cambio de tendencia, pues los precios de las importaciones chinas venían bajando a lo largo de toda la década con una pendiente suave. Pero de pronto, a finales de 2006 algo ocurrió, y se inició una escalada en los precios muy acusada (ver chart 1). En este diagrama vemos que desde 2006 hubo un cambio de tendencia profundo que podría estar detrás de todo lo que está ocurriendo actualmente. La curva ascendente en los precios de las importaciones chinas tiene tal pendiente que no tardaría en tener repercusiones graves en todo el sistema económico Norteamericano, y en consecuencia, en todo el sistema mundial. El índice reveló que el mayor incremento en los precios se concentró en los suministros industriales – productos que dependen de los precios de las materias primas. La conclusión de los autores del estudio fue que el principal motivo por el que aumentaron los precios de los productos importados en USA desde China fue el aumento del precio de las materias primas que se utilizan en la fabricación de productos industriales. La prensa inicialmente especuló con que el incremento de la inflación se debía al incremento de los salarios, e informes posteriores citaban a los cambios en los tipos de cambio y a los precios de las materias primas como factores adicionales. Las preocupaciones sobre lo que estaba ocurriendo aumentaron porque la posición de China es muy relevante en cuanto a las exportaciones que realiza a Estados Unidos. De hecho, si exceptuamos el petróleo, el 20 % de las importaciones estadounidenses proceden de China. En su momento, los analistas tuvieron dificultades para averiguar lo que estaba ocurriendo, pues la única información procedía de un índice elaborado por Bureau of Labor Statistics (BLS), pero este índice presenta las cifras agregadas como un todo, y no da la suficiente información. En el estudio analizado se desveló el gran papel de los suministros industriales en impulsar los precios de las importaciones chinas (desde Estados Unidos). La categoría de suministros industriales comprende inputs intermedios tales como productos de papel, materiales de construcción, metales y no metales relacionados con las mercancías duraderas. Estos productos están fabricados de materias primas tales como algodón, caucho, lana, plásticos, agentes químicos, combustibles, madera, vidrio, hierro y acero. La siguiente pregunta que podemos hacernos es por qué son precisamente los precios de los productos industriales los que más contribuyen al incremento de los precios de las mercancías que van desde China a Estados Unidos. El incremento de los precios del petróleo y las materias primas se deben al desarrollo global; y por ello ejercen presión hacia arriba en los precios de los suministros industriales en todo el mundo. Los precios de las importaciones de suministros industriales del resto del mundo también ascendieron profundamente en el mismo periodo. Por supuesto, el rápido crecimiento en China fue un factor que contribuyó a la elevación en los precios de las materias primas debido al incremento de la demanda. Como ya hemos dicho, los precios de las importaciones para productos de consumo y capital también se elevaron en los últimos años, aunque el incremento fue de menor magnitud al observado por los suministros industriales. Un factor que puede haber contribuido a los altos precios de estas mercancías fue la apreciación de la moneda china. Un tercer factor que puede haber impulsado los precios de las importaciones chinas desde china es la elevación de los salarios de los trabajadores chinos. Los estudios de los salarios parecen indicar que la parte que el trabajo repercute en los costes de exportación no es lo bastante alto como para tener en cuenta una parte significativa de la elevación de los precios.Las conclusiones de este estudio parecen ir en la onda de lo que en la práctica hemos podido ver en todo el mundo. El precio de productos como los vehículos o la maquinaria industrial se dispararon conforme avanzaba la actual década, y en el caso particular de China esto hizo que progresivamente fuese perdiendo competitividad. Pudimos ver en el blog cómo se producía este fenómeno, la inflación en China comenzó a aumentar con fuerza en 2007 y 2008, y este fenómeno acabó repercutiendo en las exportaciones chinas y dado el peso de las mismas acabó repercutiendo en la inflación internacional.

18 enero 2009

Conociendo en detalle la “deflación”

Los cursos rápidos de economía que nuestros políticos han hecho para ocupar sus cargos no contemplaban el capítulo de la deflación, una tendencia en los precios que casi nadie sabía de su existencia. Sin embargo, día tras día, políticos y poderes económicos se encargan de desmentir la posible entrada de nuestra economía en deflación.
En varios artículos hemos hablado de la deflación en el blog (ver "Como se pasa de la inflación a la deflación", "Inflación o deflación como amenazas de la economía global", "Más consejos ante la deflación, y la aparición de la deflación-deuda", "Especial deflación…y cómo combatirla". En esta ocasión vamos profundizar en el conocimiento del fenómeno de la deflación, así como los efectos que sobre la economía puede tener este fenómeno.
En primer lugar, queremos volver a resaltar la gran importancia que para la gestión empresarial tiene la inflación/deflación y el estricto conocimiento de los precios de materias primas, mercaderías y productos. Muchos empresarios piensan que conocen bien sus procesos de fabricación, y las repercusiones de los gastos en el precio final, pero suelen estar equivocados. Los pequeños cambios no son detectados intuitivamente, y sin embargo son los que harán que nuestra empresa sea diferente de las de la competencia, y en último término seamos más competitivos. Es vital seguir trabajando sobre el conocimiento de los precios y sus efectos.

DEFINIENDO LA DEFLACIÓN

El uso común del término deflación es simplemente la "caída de precios", no tiene por qué ser una caída continuada de precios como muchos piensan. Hay quien confunde la deflación con la desinflación, que es una etapa económica en que el crecimiento de los precios se reduce pero no llega a ser cero. La desinflación es un indicador de la marcha próspera de la economía pues la subida moderada de los precios permite los ajustes de precios relaticos entre bienes y servicios necesarios para reflejar sus costes relativos diferentes según los cambios tecnológicos, abundancia y otros. Pero hay mucho más detrás de la deflación, y debemos conocerlo ante el inquietante panorama económico que se avecina en los próximos años. De acuerdo con Investorwords.com, la deflación se define como "una declinación general de los niveles de precio, a menudo causada por una reducción en el suministro de dinero o crédito. La deflación también puede deberse a una contracción directa del gasto, ya sea en forma de reducción del gasto público, del gasto personal o del gasto en inversión. El efecto de la deflación en las economías donde tiene lugar es el incremento del desempleo, ya que el proceso a menudo origina una disminución del nivel de demanda en la economía.

CAUSAS DE LA INFLACIÓN

Aunque todo lo dicho hasta el momento es cierto, hasta ahora no hemos entrado en la verdadera naturaleza de la deflación. Para entender realmente lo que está ocurriendo es necesario comprender los mecanismos de "oferta" y "demanda". Estos años atrás hemos vivido una auténtica fiebre por las materias primas, y también por los alimentos. El incremento de la demanda provocó subidas de precios a niveles estratosféricos, pero esos precios comenzaron a desplomarse repentinamente. ¿Por qué? El motivo esencial al que achacamos estos cambios es que de pronto la población generó otra demanda, en el mundo de pronto surgió una demanda de "dinero" como pocas veces se había conocido antes. La crisis financiera internacional y sus efectos se tradujeron en un incremento en la demanda de dinero real, dinero tangible, dinero líquido, y de pronto nos dimos cuenta que no había tanto dinero como se pensaba. El valor del dinero que se utiliza para pagar y comprar mercancías está sujeto a los mismos mecanismos de "oferta" y "demanda" que impulsaron los precios del oro, petróleo, y todas las demás commodities. La gente se dio cuenta repentinamente que lo que realmente iba a ser demandado en el futuro próximo no eran casas ni era petróleo, lo que realmente iba a ser necesario era el "dinero", y todos los que poseían "dinero" consideraron que el mayor negocio que podían hacer era simplemente no hacer ningún negocio, solamente mantener el dinero y esperar. Y si los que tienen el dinero, cortan el suministro a los que lo gastan sin tenerlo, aparece el escenario de crisis de liquidez que actualmente estamos viviendo. Si el dinero se retira de la circulación, los que desean comprar no pueden hacerlo, y ello hace que bajen los precios, y es el momento en que aparece la sombra de la deflación.

Pero mucho cuidado, no hay que confundir las cosas, no son los bancos quienes retiran el dinero de la circulación, puesto que el dinero que los bancos gestionan no es realmente suyo. El dinero que se retira es propiedad de los depositantes, y es propiedad de los que han vendido propiedades en la economía sumergida. Si vendes un terreno por 1.000.000 de euros, recogerás el dinero, pero también lo estarás retirando de la circulación. De ahí que la especulación inmobiliaria tenga tanto peso en la actual crisis de liquidez a la que se enfrenta el mundo en general, y España en particular. Los negocios especulativos que tanto han prosperado estos años han hecho enriquecerse a mucha gente, pero también han tenido como efecto secundario una paulatina retirada del dinero de la circulación. El dinero que el comprador de un piso entregaba al vendedor, se retiraba una parte importante de la circulación puesto que no era declarado en la transacción.
Hasta aquí hemos hablado de lo que ocurre cuando disminuye el suministro de dinero. ¿Pero qué ocurre si la cantidad de productos o mercancías disponibles aumenta? En este caso la deflación se produce por exceso de producción en relación al mercado. Esta forma de deflación es de buen tipo. Suele asumirse que la deflación es mala porque los recuerdos provienen de la deflación acaecida en la Gran Depresión. En la actualidad, si los precios bajan porque los productos manufacturados pueden fabricarse más barato esto puede hacer que la economía se reactive. Esto es exactamente lo que ocurrió a finales de los 90, con productividad barata en los antiguos países comunistas la producción se incrementó rápidamente aunque la disponibilidad de dinero crecía a un ritmo más lento.

¿CÓMO SE COMPORTA LA DEMANDA?

La demanda de dinero es un mecanismo regulador de los precios. Es posible que la demanda de dinero pueda aumentar o disminuir. Generalmente, la demanda de dinero es medida por lo que la gente está dispuesta a pagar por los préstamos. Si la inflación es alta, los tipos de interés tendrán que ser altos para compensar la pérdida de poder de compra. Pero si la demanda de dinero aumenta, como ocurre actualmente, los bancos pueden cargar más en los préstamos. Si la demanda de dinero cae, los tipos de interés también caerán.

LA DEFLACIÓN ES BUENA O MALA

Actualmente la deflación en sí misma no es buena ni mala. Dependiendo de las causas de la deflación sus efectos pueden ser nocivos o beneficiosos. Si las causas proceden del incremento de la oferta la deflación puede ser buena. Otro ejemplo de esto tuvo lugar a finales del siglo XIX cuando la deflación incrementó la productividad.

Sin embargo, si la deflación es causada por una disminución del dinero disponible como ocurrió en la Gran Depresión, sus efectos pueden ser muy nocivos. Si el mercado de valores se desploma, absorbe toda la liquidez y la gente pierde su trabajo, los bancos dejan de prestar dinero por miedo a la morosidad. El problema es que cada vez más gente pierde su trabajo y el suministro de dinero cae y se inicia una reacción en cadena peligrosa. Durante la Gran Depresión, la demanda de dinero era alta pero el suministro fue bajo.

BIBLIOGRAFÍA:

19 octubre 2008

Como se pasa de la inflación a la deflación

Hasta el estallido de las burbujas inmobiliarias y la consecuente crisis financiera derivada de las mismas, el mayor problema de las economías occidentales era el control de la inflación, de hecho todavía sigue siendo así. Los precios de los activos inmobiliarios, las materias primas y los alimentos se han incrementado de tal manera que han acabado transformando la economía mundial. Como mecanismo de control de la inflación, los bancos centrales se vieron obligados a transformar su política de créditos de bajo coste por otra en el que el coste de los préstamos era sensiblemente superior. Pero en las últimas semanas está ocurriendo un fenómeno sorprendente que ha generado nuevas esperanzas en la ciudadanía: Los precios de las materias primas bajan, y lo hacen a un ritmo muy superior a como crecieron en el periodo precedente. Muchos creen que lo que está ocurriendo es simplemente una vuelta a la normalidad, y que los precios de las materias primas simplemente están volviendo a los niveles de donde no debieron moverse. Lamentablemente esto no es así, lo que está ocurriendo es un efecto conocido en una situación de crisis intensa como la que atravesamos.

¿Existe riesgo de deflación?

La deflación es un fenómeno desconocido por la población, la gente piensa que los precios siempre suben pero eso no es siempre así. La deflación es un incremento negativo de los precios que se produce cuando se hunde la demanda y la capacidad de producción es mayor que lo que puede absorber el mercado. Esto es justamente lo que está ocurriendo ahora, las estructuras de producción creadas en los años de intenso crecimiento económico superan en muchas actividades empresariales lo que puede absorber ahora el mercado. Cuando comienzan a caer los precios de forma sostenida lo primero que siente una economía en tensión como la actual es alivio, pero esta sensación dura poco tiempo, pues aparece un fenómeno que nadie esperaba: Las caídas en los precios originan que los consumidores pospongan las compras en espera de conseguir pronto precios mejores, pero pasa el tiempo y el efecto se generaliza, provocándose una espiral muy peligrosa ya que cada vez se consume menos, y ello obliga a bajar aún más los precios. Pero estos intentos de estimular las compras bajando los precios acaban teniendo el efecto contrario al previsto. El resultado de todo esto es particularmente pernicioso para una economía endeudada, como descubrió Japón en los años 90. El valor real de la carga que supone la deuda crece conforme los precios caen – que es justamente lo contrario que el país necesita cuando la economía está lastrada por una excesiva deuda.

El paralelismo de los modelos económicos convencionales con lo que está ocurriendo ahora en los países ricos es asombroso, y lo curioso es que nadie parece darse cuenta de ello. Puede parecer muy bueno que baje el petróleo y la gasolina también lo haga, pero ya no es tan bueno si nos vemos obligados a vender nuestros productos cada vez más baratos y a pagar a nuestros trabajadores cada vez menos. Se tarda algún tiempo en descubrir, pero pronto la gente se da cuenta de que cada vez le cuesta pagar más la deuda.

Las economías del mundo rico están ya sufriendo lo que podemos denominar como un caso suave de "deflación-deuda". La combinación de la caída del precio de la vivienda justo en el momento en que se contrae la disponibilidad de crédito está obligando a los deudores a recortar gastos y a vender activos, lo cual empuja hacia abajo los precios de las casas y otros activos. Este fenómeno es conocido desde 1933, cuando fue descrito por el famoso economista Irving Fisher, quien tuvo en la gran depresión el laboratorio perfecto para contrastar sus teorías. Tal espiral viciada puede arrastrar toda la economía y desplomarla. Si el índice de precios al consumo se hace negativo, la situación empeora aún más, ya que los bancos centrales no pueden recortar los tipos nominales por debajo de cero. La deflación eleva los tipos de interés reales y ello hace aumentar el valor de la deuda.

La única situación parecida a la que estamos viviendo actualmente es la gran depresión, que si bien se trató de un fenómeno diferente, los paralelismos con la situación actual son también importantes. Las deudas del sector privado son ahora mucho mayores de lo que lo fueron en los años 30, así que una depresión moderna podría ser incluso más nociva.

De todas formas, hay cuatro motivos por los cuales el riesgo de deflación es aún lejano:

  1. Aunque los precios de los alimentos y de los combustibles son volátiles, la mayoría de los otros precios no caen tan fácilmente. En Japón la deflación no llegó hasta cuatro años después del estallido de su burbuja financiera.
  2. Los bancos centrales – al menos fuera de Estados Unidos – tienen aún cierto margen para bajar tipos de interés.
  3. Estados Unidos, por fin ha entendido que es necesario el dinero público para contrarrestar la espiral deuda – deflación.
  4. Varios años de incrementos en los precios del petróleo han hecho que las empresas pierdan productividad, y por tanto aún en momentos de debilidad económica tienen menos margen para bajar precios.

Como conclusión, la amenaza de deflación está ahí, y sus efectos sobre la economía podrían ser desastrosos. No obstante, los gobiernos de los países desarrollados tienen aún un buen número de herramientas con las que intentar pararla.

Bibliografía: When fortune frowned. A special report on the world economy. The Economist October 11th 2008

15 septiembre 2008

Se hunde la M3 en Estados Unidos a niveles no conocidos desde 1959

A lo largo de 2007 se ha hablado mucho de la M3, un indicador de la masa monetaria que alcanzó cifras records en meses pasados. La M3 mide el nivel de dinero en efectivo + depósitos bancarios e instrumentos de mercado de dinero. La M3 es un indicador muy importante puesto que es un indicador de peligros inflacionistas futuros. De hecho, el incremento de la M3 durante 2006 y 2007 presagiaron el incremento de la inflación global que estamos viviendo, y que se ha debido fundamentalmente a los costes de las materias primas.
Pero las cosas han cambiado bruscamente en los últimos meses. En este artículo analizamos los datos que acaba de presentar Lombard Street Research, donde se muestra la evolución de la M3 en Estados Unidos entre los años 2006 y 2008. Publicamos este análisis coincidiendo con una muestra más de lo que está sucediendo en el sistema financiero internacional, la quiebra del cuarto banco de inversión más importantes del mundo. Si, el holding financiero que fundó allá por 1850 el hijo de un tratante de ganado, Henry Lehman, había resistido muchos terremotos financieros, incluyendo gran depresión y dos guerras mundiales, pero no ha podido digerir el Credit crunch. Las garantías hipotecarias que sostenían una parte de sus fondos de inversión han resultado ser de lo más letales desde el momento que las casas se dejaron de vender en Estados Unidos.
Pero volviendo a la M3, los datos recopilados por Lombard Street Research han mostrado una evolución realmente sorprendente en los últimos meses (ver gráfica). Tan ocupados estábamos analizando las grandes perturbaciones de la mayoría de los indicadores macroeconómicos que no hemos visto lo que ha ocurrido con la M3: En Estados Unidos alcanzó una cifra record en febrero, llegando a superar el 18 % del P.I.B., pero a partir de ahí, el crecimiento de la masa monetaria se ha colapsado. Por utilizar las palabras de Gabriel Stein, economista monetario, "Monthly data for July show that the broad Money growth almost collapsed". En una base de tres meses, el crecimiento de la M3 ha caído de casi 19pc a principios de este año, a solamente 2,1 pc (datos anualizados). Este nivel está por debajo de la inflación, lo que implica una contracción en términos reales.
La masa monetaria ha sufrido una contracción en Estados Unidos que no tiene parangón en la historia de la economía moderna, lo cual parece acrecentar el riesgo y el credit crunch origine una severa contracción económica en los próximos meses. La M3 ha caído a unos niveles que nadie ha visto nunca desde que se comenzó a usar este indicador en 1959. El dinero parece haber desaparecido de la circulación, siendo muy probable que los que aún disponen de liquidez lo estén reservando para protegerse de los tiempos que se avecinan, y ello genera una espiral de escasez de liquidez cada vez más incierta.
El crecimiento de los préstamos bancarios se ha vuelto negativo desde marzo, lo cual se considera muy negativo en términos financieros. La gente no puede pedir prestado, y el que puede obtener préstamos no desea más créditos.
Según otro analista, M. Shedlock, el hundimiento de la M3 era esperable. La M3 crecía y crecía porque instituciones y particulares solicitaban líneas de crédito y aparcaban el dinero en productos de inversión, el dinero se inyectaba en el mercado porque la gente lo ponía en circulación, pero era un dinero que se estaba pidiendo prestado. El dinero se pedía prestado y cambiaba de manos, invirtiendo en viviendas, o se colocaba en productos de inversión. Lo que ha ocurrido ha sido simplemente que estas acciones puramente especulativas se han frenado, y el freno se ha echado de golpe. Es perfectamente lógico lo que ha ocurrido, un hundimiento repentino de la M3.
Pero volvamos a analizar la gráfica para saber lo que está ocurriendo con la M3. La M3 siguió creciendo al comienzo del credit crunch, algo difícil de explicar en aquel momento. Pero no se trataba más que de una distorsión causada por la casi parálisis de partes del mercado de papel de Estados Unidos. Los prestamistas se vieron forzados a salir del sistema de préstamos bancario convencional. Los inversores utilizaban aquel dinero para tapar agujeros en líneas de créditos que pensaban no podrían tapar más adelante, es decir, se pedían créditos para pagar otros. Esos comportamientos no eran inflacionistas.

25 junio 2008

El precio de los plásticos subirá un 20 %

Hemos hablado en otros artículos de los efectos indirectos que el precio del petróleo tendrá en la inflación a medio plazo, y ya lo estamos empezando a notar en productos esenciales, y además, de forma muy intensa. Es ya un hecho, el precio del plástico está subiendo vertiginosamente. Huntsman Corp. Y Dow Chemical Co., acaban de anunciar que elevarán sus precios como respuesta a los costes de la energía, la materia prima y el transporte. Estos materiales se unen a tantos otros que en los últimos meses han disparado sus precios. Huntsman, por ejemplo, elevará los precios de todos sus productos nada menos que un 25 %, para compensar el sobrecoste de producción de un amplio rango de sus productos. Dow, con más de doce fábricas en el área de Houston y el área de Gulf Coast, elevará sus precios un 20 %, la subida más importante que aplica la compañía en sus 111 años de historia.
Hemos dicho en otras ocasiones que el que Europa no compre el petróleo en dólares no tiene por qué suponer que el incremento del precio del crudo no nos afecte de forma indirecta, y de hecho lo notaremos con intensidad como efecto de las compañías norteamericanas que suministran un gran número de productos químicos. Dow ha informado que gastará este año en materias primas 32.000 millones de dólares, cuatro veces lo que tuvo que gastar en 2002. Dow y Huntsman suministran productos químicos esenciales a prácticamente la totalidad de la industria, incluyendo plásticos, automoción, aviación, textil, calzado, pintura, revestimiento, construcción, tecnología, agricultura, cosmética, detergentes, higiene, muebles, aparatos y embalaje. Las aplicaciones de los plásticos son infinitas en la sociedad actual, y casi todos los productos utilizan plásticos de una u otra forma. Consecuentemente, la subida del precio de los plásticos la iremos notando progresivamente en un buen número de productos cotidianos.

03 junio 2008

La crisis del arroz

19/05/08. Racionamiento de arroz también en el Reino Unido. Ante el pánico desatado en los consumidores, los supermercados británicos están también racionando el arroz. El miedo se debe a que el incremento en el precio de este producto básico alcanza ya una subida interanual del 70 %. Son varias las cadenas de supermercados que ya han establecido cuotas en Tesco, Asda, Morrisons y Lidl. Se crea una situación similar a la creada en los años 70, cuando debido a las huelgas de los productores, se impusieron cuotas para el pan y la mantequilla. También Netto, la cadena danesa, y con 184 tiendas en el Reino Unido, ha establecido una cuota de 10 kg por consumidor. La mayoría de las restricciones están teniendo lugar en el área de Leicester, donde hay una elevada población asiática.
Más información aquí.
19/05/08. Recopilación de artículos sobre la crisis de los alimentos.
En este enlace se recopilan artículos de Bloomberg en el que se aborda la situación creada en diversos países a raíz de la crisis de los alimentos. Nos ayuda a conocer lo que está pasando en países como Kazakhstan, Argentina, Australia y Tailandia; y como la volatilidad de los mercados está afectando a numerosos países.
16/05/08. El precio del arroz se hunde
Lo que ha ocurrido estos días es una confirmación más del problema que tiene invertir, o especular con algo, cuando sus precios están en máximos. El precio del arroz ha caído durante toda la semana, con la mayor caída de precios registrada en los últimos cuatro años. Las previsiones de exportaciones desde Pakistán y Japón relajaron las preocupaciones sobre el suministro global. Ahora es cuando hay que aprovechar la oportunidad, y no mantener stocks sin vender a la espera de mayores subidas. Pakistán, el quinto exportador del mundo, permitirá la exportación de 1 millón de toneladas métricas de arroz, y la noticia dada por Mohammad Azhar Akhtar, presidente de la Rice Exporters Association of Pakistan, ha hecho temblar los mercados. Según un estratega de Tokio, Kazuhiko Saito, el precio del arroz puede haber alcanzado ya su pico, puesto en las primeras cosechas del hemisferio norte pronto estarán en los mercados.
Fuente: Blomberg
08/05/08. Cinco días de subida deprecio por el ciclón de Myanmar El arroz lleva subiendo los últimos cinco días como consecuencia del ciclón de Mianmar. Los futuros tocaron en Chicago los 33,35 $ por cada 100 libras de arroz. El ciclón golpeo la principal zona productora del país y ello ha hecho que continúe aún más la escalada de precios. Se esperaba que Mianmar exportase 600.000 toneladas métricas este año y ahora estas cifras quedan en el aire.
29/04/2008. Tailandia amenaza con recortar las exportaciones de arroz El arroz marcó el 23 otro nuevo record como consecuencia de la amenaza de Tailandia, la gran superpotencia arrocera de la región, de recortar las exportaciones de arroz. Se tiende a recurrir a la idea de que todo esto se debe a la especulación, pero lo cierto es que la crisis amenaza con un shock similar al de los años 70. La repentina subida del precio del arroz barre el mundo y los gobiernos se están viendo obligados a tomar medidas. También debe tenerse presente que la inflación que asola Asia, y de la cual hemos hablado en otros posts, está obligando a tomar medidas para limitar las exportaciones de arroz. Estas medidas han sido ya tomadas por Vietnam, India y China. La noticia ha aparecido en World News.
28/04/2008
Los alimentos es el nuevo oro”. Así se titula el este artículo, uno de tantos que estos días circulan por la red. Mediocres cosechas en Estados Unidos, o la sequía en Australia son excusas para que el precio de los alimentos básicos siga subiendo de precios. El arroz ha sido el primer producto racionado, pero casi todos los alimentos básicos siguen un ritmo intenso en el incremento de los precios. Desde el punto de vista comercial, los alimentos son desde luego el nuevo oro. Japón, Filipinas, Corea, Taiwan, todos lanzan enormes órdenes que están haciendo que el mercado de futuros se muevan muchos millones de dólares. El artículo, aborda también la inestabilidad que está haciendo pasar dificultades a muchos gobiernos. Esta inestabilidad generalizada en países productores de materias primas, sin duda tiene un efecto: Incremento de precios. Según este artículo estamos ante la crisis alimentaria más grave de la última generación.
25/04/2008
Para hacernos una idea de la sorpresa que ha originado la crisis del arroz, basta el ejemplo de que la noticia que redactamos en nuestro humilde blog ha subido rápidamente hasta los primeros puestos de google en pocos días. Prácticamente nadie hablaba de esta crisis en los diarios de lengua castellana. Es delicado hablar de este tema en un blog dedicado a los negocios, puesto que mucha gente está pasando hambre. No obstante, ya que también hay muchos productores andaluces, valencianos y extremeños saltando de alegría; y se abren expectativas interesantes en muchas zonas de latinoamérica, seguiremos dando la relevancia que merece esta cuestión. Si hay algo claro es que para conseguir aumentar la producción de arroz, lo más importante es la mecanización agrícola, ya sea mejorando las explotaciones existentes, o sembrando arroz en zonas donde nunca se ha cultivado. A estas personas, que se dedican al negocio de los fertilizantes, la irrigación, o la fabricación de máquinas, van dirigidas las noticias que iremos recogiendo en este post mientras dure la situación actual. Uno de los errores más apreciables que se vienen observando al valorar la crisis es pensar que sus repercusiones son las directas, y no las indirectas. El problema no es el precio del arroz en el supermercado de occidente, sino que lo que realmente va a repercutir en la economía es el precio del arroz en Asia. Pongamos un ejemplo burdo que nos ayudará a entenderlo: Para satisfacer el ansia consumista de un ciudadano europeo, se necesitan, pongamos “ocho chinos” trabajando directamente para él, produciendo esas piezas baratas que luego encontramos en nuestros electrodomésticos o en nuestro coche. Si esos ocho chinos, que viven en una economía casi de subsistencia, y su alimento principal es el arroz sufren la crisis del arroz, no habrá más remedio que subir sus sueldos de forma proporcional. Ello conllevará un componente inflacionista muy elevado que se va a transmitir de forma directa a la sociedad de consumo occidental. Comentemos dos noticias más que hemos conocido hoy:
  • El racionamiento de arroz golpea a los restaurantes de curry y chinos en Gran Bretaña: Según Timesonline, El arroz está siendo racionado a los restaurantes de Curry y Chinos en Gran Bretaña. Parece ser que se ha tomado la medida de racionar las ventas a estos restaurantes por el miedo a que acaparen arroz. Tida, el mayor importador de arroz, restringe las ventas a dos sacos por personas. Ya se han producido intentos de comprar 8 sacos de veinte kilos y a ese ritmo en poco tiempo el mercado puede verse desabastecido, aumentando aún más los precios.
  • Disturbios en África occidental: La segunda noticia viene de la mano de la agencia Reuters, que en portada nos informa de un nuevo record histórico en el precio del arroz, y de serios disturbios en África occidental, donde el precio de ya inalcanzables alimentos básicos se ha doblado en un solo año. Esta noticia nos da una idea de la gravedad de la situación, ya que gran parte de la población de países muy cerca de la hambruna han visto que sólo pueden comprar la mitad de los alimentos que conseguían adquirir hace tan solo un año.
Reuters no para de lanzar portadas informando del agravamiento de la crisis global de los alimentos, una situación que a todo el mundo ha cogido por sorpresa. 18/04/08
El precio del arroz sigue acaparando portadas en la prensa internacional; y no es para menos por las repercusiones que tienen estas subidas en la inflación de Asia. Los futuros del arroz siguen aumentando por las preocupaciones sobre este sustento básico. China y Vietnam ya han impuesto restricciones a las importaciones, y estas medidas pueden ser tomadas por otros países. Los precios han subido nada menos que un dieciséis por ciento en una semana y se han doblado respecto al año pasado. China, Egipto, Vietnam e India han recortado sus ventas este año para salvaguardar los suministros locales. La subida de los precios del arroz, así como los de la energía, son un serio aviso sobre un buen número de países pobres de África y Asia que no podrán garantizar el alimento de su población, ya que los gobiernos no pueden importar. Tailandia, el principal exportador del mundo, solamente está exportando el 66 % de lo que embarcó el año pasado, y Filipinas, el principal importador, solamente ha conseguido el 66 % de lo que necesitaba. Según el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la crisis mundial de alimentos ha alcanzado proporciones de “emergencia”. El banco mundial ha previsto que 33 naciones desde México a Yemen se enfrenten a disturbios sociales tras los incrementos en los costes energéticos y de los alimentos.
17/04/08 Continúan los problemas con el arroz, y las consecuencias que su precio está generando en Asia. La noticia de hoy es que China, el mayor productor del mundo, ha elevado las tasas a las exportaciones de fertilizantes para proteger a los productores locales. Los precios están nuevamente en record histórico, igual que los futuros de arroz en Chicago. Existen serias preocupaciones de que el mundo se encamina hacia un periodo de escasez de alimentos.
16/04/08
Según la agencia Bloomberg, el precio del arroz ha subido nuevamente a niveles record, después de que Filipinas, el mayor importador del mundo, intente comprar un millón de toneladas métricas más y haya habido problemas de inundación de plantaciones en Estados Unidos.
No olvidemos que el arroz es el alimento fundamental para la mitad de la población del mundo, por lo cual los elevados precios han originado preocupaciones ya que puede haber disturbios. Estamos ante un boom sin precedentes y sus efectos son que los países que dependen del arroz no pueden acceder a este sustento básico.
09/04/08
El despegue del precio del arroz está haciendo menguar las reservas de Asia del sustento básico de Asia y está causando ansiedad en toda la región. En particular en Filipinas, un país grande y hambriento que no puede cultivar lo suficiente para alimentar a su población, puede tener problemas. La portada de un periódico de Manila tenía hace unos días un titular con la elocuente frase, “La crisis del arroz”. Los políticos estudian medidas desesperadas como la de forzar a las cien empresas más grandes del país a cultivar arroz. En Tailandia, los cultivadores del mayor exportador del mundo de arroz están deleitándose con el actual incremento en los precios, e incluso se dice que algunos cultivadores están ya organizando patrullas para proteger sus cultivos. La presidenta de Filipinas, Gloria Macapal Arroyo, suplicó hace unos días a Vietnan hace unos días, el segundo mayor exportador del mundo, que garantizase los suministros. Los dos países han firmado el pasado 26 de marzo un acuerdo, con el que pretenden conseguir esas garantías. Vietnam e India, otro gran exportador, han anunciado recientemente restricciones en las exportaciones para intentar frenar el incremento doméstico de los precios. Esto será duro para los países pobres importadores de arroz, en África y Asia, pues aumentan las dificultades para garantizar los suministros. Hasta hace unos años, el aumento de las cosechas sirvió para satisfacer el crecimiento en la demanda de arroz causada por el crecimiento de la población y el éxito en recortar la pobreza en Asia, pero la producción se ha tambaleado en los últimos años y ello ha hecho invertir la tendencia a la caída en los precios. Todo ello ha llevado a las reservas de arroz a niveles no conocidos desde los años 70. El hambre puede ser la excusa para llevar a la gente a las calles, y ello puede ocurrir pronto en países como Filipinas. El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, se espera salga re-elegido el próximo año, pero los incrementos en el coste de los alimentos y la elevación de la pobreza pueden poner en peligro su renovación al frente del país. Otro país en situación extrema es Mianmar, que hace unos años era el mayor exportador del mundo de arroz, mientras que ahora no consigue producir más que un pequeño excedente. Robert Zeigler, del International Rice Research Instituto, impulsor de la revolución verde de Asia, opina que ahora se están pagando la falta de inversiones en irrigación e Investigación y Desarrollo. Las prisas por la industrialización han hecho que se pierda mucha tierra de buena calidad y suministros de agua. Según este especialista, haciendo desaparecer las diferencias entre productividad que encontramos en los distintos distritos, aún en campos idénticos, serviría para hacer desaparecer el problema de escasez al que nos enfrentamos.
Este post se ha redactado a partir del artículo Needed: A new revolucion, publicado en The Economist March 22th 2008.

02 junio 2008

La inflación en las economías emergentes crece a un ritmo no visto en los últimos 25 años

Venimos comentando en otros artículos que uno de los mayores demonios de la productividad industrial podría estar fuera de control, nos referimos efectivamente a la inflación. Por áreas geográficas, y si bien Norteamérica y Europa sufren los efectos de la inflación, donde la inflación está provocando mayores estragos es en Lationamérica, y sobre todo en Asia. Todos los bancos centrales de la región, desde Beijing a Bankok, ponían sus esperanzas en que la disminución de la demanda en las exportaciones desde Norteamérica y Europa frenaría la inflación. Pero no ha sido así, el crecimiento del consumo interno ha llevado a la inflación en Asia a una cota promedio del 26 %. Hay que estar muy atentos sobre este hecho, puesto que sus repercusiones en la economía de occidente no tardarán en notarse. En China, Tailandia, Filipinas, y al menos otras ocho economías asiáticas se conceden actualmente préstamos a un coste inferior al de la inflación. Este hecho, provoca un riesgo más que evidente de que los precios suban aún más rápido, provocando el sobrecalentamiento de las economías y a un eventual colapso. A menos que se tomen medidas inminentes, invertir en Asia supone un riesgo bastante mayor que el habitual, que no es pequeño. La confianza en este modelo de crecimiento se debilita, y hay un riesgo importante de corrección de los mercados cuando el capital salga. Tailandia, por ejemplo, mantiene unos tipos de interés del 3,25 pese a que su inflación es del 6,25, el triple que hace un año. El Banco de China, que ya anunció en diciembre mayor rigidez en su política monetaria, mantiene unos tipos del 7,47 desde finales de 2007. Sin embargo, la inflación en China se ha elevado ya al 8,5 %. Según los analistas consultados por Bloomberg, si tienen lugar acciones contundentes por los bancos centrales, los precios podían ir mucho más arriba, y los bancos centrales están ya bajo presión. Algunas economías emergentes con crecimientos intensos están tomando ya medidas aunque de forma insuficiente: Brasil, por ejemplo, ha subido sus tipos en Abril por primera vez en tres años, cuando su inflación superó el 5. Más dramática es la situación en Venezuela, donde los precios se encuentran ahora un 29,3 % más altos que hace un año. En Rusia, pese a dos subidas consecutivas de los tipos de interés, la inflación no sólo no se frena sino que se acelera. En efecto, los rusos están soportando ya una inflación del 14,3 % La espiral de créditos amenaza ya la calificación de crédito de muchas naciones emergentes. Entre las naciones Bric, Rusia es el país más vulnerable, pero también lo son Brasil, China e India. El incremento en los precios está alcanzando un ritmo no conocido en los últimos veinticinco años.

28 mayo 2008

La inflación de dos dígitos amenaza la economía global

La prensa internacional aborda estos días con profusión de datos la influencia que la inflación está teniendo en la economía internacional. Interacciones entre las variables macroeconómicas deparan incertidumbre de lo que va a ocurrir, y la sombra de los tristes años de la Europa de los 70 comienza a cernirse sobre un cada vez mayor número de países. Las economías emergentes, como Rusia, México o China, andan envueltas en el halo del éxito que parece nunca va agotarse, y ello nos recuerda a los promotores españoles hace tan solo un año. Algunos países como Norteamérica y el Reino Unido, ya están descontando la recesión, y preparan a su población para la supervivencia en tiempos difíciles. Otros como España siguen aún empecinados en suavizar la situación, y otros, como la mayoría de las economías emergentes siguen aún sin tomar medidas. Los analistas de “The Economist”, ven un preocupante paralelismo entre la situación actual y la vivida en la Europa de los años 70, con dos diferencias fundamentales. Por una parte, los Bancos Centrales de los países ricos tienen ahora más miedo a la inflación del que tenían en los 70; y por otra, el fenómeno del empuje de las economías emergentes es nuevo en el escenario mundial, y crea no pocas incertidumbres sobre su efecto. Las economías emergentes han basado su crecimiento, entre otras cosas, en que su inflación estaba controlada hasta hace muy poco tiempo, y ello le permitía exportar a bajo coste. Cierto es que no es lo mismo la exportación de materias primas, según el modelo ruso o latinoamericano; a la exportación de productos manufacturados o tecnológicos que llega desde China o la India. Lo cierto es que China ha pasado en un año de tener una inflación del 3 % a un último dato del 8,5 %, y ello no va a dejar de pagar factura, ya que su éxito se debe fundamentalmente al control de la inflación que facilita competir con los productos europeos. El caso de Rusia es más preocupante aún, puesto que ha saltado de una inflación del 8 % al 14 %, y los salarios están en plena espiral inflación-salario, habiendo crecido este año nada menos que un 30 %. Cierto es que el modelo de Rusia es diferente, ya que al basar su crecimiento no perderán competitividad, pero inyectarán ingentes cantidades de inflación en los precios de las materias primas, que redundará en asfixiar un buen número de segmentos económicos de los países desarrollados y deficitarios en materias primas. La inflación en Latinoamérica aún está baja si la comparamos con tiempos pasados, pero el aumento es importante, y lo que es peor, nada positiva en economías en plena expansión. En Brasil ha crecido del 3 al 5 % en solo un año, en Chile ha saltado del 2,5 % al 8,3 %, y la situación más alarmante la padece Venezuela, donde la inflación ha subido al 29,3 %. En Argentina la situación también es preocupante, con unos datos oficiales poco creíbles que apuntan un 8,9 %. Morgan Stanley estima que la verdadera cifra de Argentina sería un 23 %. En muchos países emergentes las cifras oficiales camuflan la inflación real. Uno de los motivos son los controles de precios del gobierno y los subsidios, pero también datos estadísticos insuficientes. Es el caso por ejemplo de China, donde la inflación podría ser más alta debido a que las cifras oficiales no recogen adecuadamente los servicios privados. Con una medición correcta, dos tercios de la población mundial estaría soportando inflación de dos dígitos. Los principales motivos de la inflación son los costes energéticos, y de los alimentos. El peso de los alimentos en la inflación es muy grande en las economías emergentes (p. ej. India o China) y ello conlleva que el incremento del precio de los alimentos tenga un gran peso en el conjunto de la inflación. La medida más eficaz, pese a su impopularidad, de luchar contra la inflación, es incrementar los tipos de interés. Sin embargo, no muchas economías emergentes están actuando en esta línea (Sudáfrica, Brasil, Indonesia, etc.), por lo que ante la creciente inflación, muchas economías se encuentran ante la peligrosa situación de tipos reales negativos. Los tipos reales negativos, que tiene lugar cuando la inflación es superior a los tipos oficiales, genera una situación muy peligrosa, ya que al ser “rentable” pedir créditos, las presiones sobre la inflación aumentan aún más. Es una espiral ya conocida que resulta difícil frenar. Entre las principales economías emergentes, solamente Brasil, México y Corea del Sur, mantienen aún tipos reales positivos, lo cual nos da una idea de la magnitud del problema. En momentos de gran crecimiento económico, para colmo los tipos reales son negativos. Es una situación vivida muchas veces en la historia, y siempre tiene el mismo desenlace. Los gestores de las economías emergentes argumentan que ya que la inflación se debe sobre todo al componente de la alimentación, difícil de recortar, la subida de tipos tendría pocos efectos positivos. Para la mayoría de los economistas occidentales, la situación es simple y se resolvería fácilmente: Las economías emergentes deben permitir una mayor flexibilidad en sus monedas. La vinculación al dólar de muchas de estas monedas está siendo un lastre, porque impide subir los tipos de interés. De esta forma se podrían subir los tipos y disminuiría la inflación. Pero esto no es tan evidente, porque si se aumentan los tipos en estas economías podrían aumentar las inyecciones de liquidez extranjeras y aumentaría la inflación.

Bibliografía:

13 mayo 2008

Inflación o deflación como amenazas de la economía global

Siguiendo con la revisión de análisis que la prensa internacional realiza sobre el fenómeno de la inflación, comentamos el artículo “Is inflation or deflation the biggest threat to the global economy?, publicado hoy en Moneyweek en el Reino Unido. El análisis de las amenazas inflacionistas son de gran importancia puesto que condicionan la política que sobre tipos de interés sigan los bancos centrales. Ya de por si el diferencial del interbancario con los tipos oficiales es elevado, pero si la inflación sigue presionando al alza de la forma que lo está haciendo, es previsible que continúen las restricciones del crédito, o incluso se agudicen, por l que es hora de plantearse las inversiones industriales. La apuesta firme de este blog es orientar las inversiones hacia la mejora de la productividad, antes que a incrementar la capacidad de producción, puesto que esta estrategia es mucho más eficiente en costes. Si nos fijamos en la economía británica, esta semana ha estado dominada por datos macroeconómicos negativos. Los precios de la vivienda están cayendo y las ventas minoristas también descienden. En condiciones normales estaríamos hablando de deflación, pero lo más sorprendente de la situación es que aunque la demanda sigue cayendo, los precios de las materias primas siguen aumentando. ¿Qué fenómeno se está produciendo? Moneyweek realiza un análisis detallado para tratar de averiguar lo que está sucediendo.

  1. Contracción del sector inmobiliario: En primer lugar, hace eco de la última encuesta de la Royal Institution of Chartered Surveyors, cuyos resultados muestran en el 95 % de los casos los precios de la vivienda han caído en abril. En los treinta años que la institución lleva realizando este estudio nunca había ocurrido algo parecido, incluyendo incluso el crash que sufrió a principios de los noventa el sector inmobiliario británico.
  2. Disminución del consumo: Esta contracción brusca del sector inmobiliario británico ha tenido, como no podía ser de otra forma, efectos negativos en el consumo. Las ventas minoristas interanuales crecen ya a un exiguo 1,9 %,. Si tenemos en cuenta que en marzo el crecimiento era del 3,9 %, podemos deducir que en abril se ha producido una contracción realmente espectacular.
  3. Horrible inflación en los productos manufacturados: Otro dato, que contrasta con previsiones contrarias realizadas por los expertos hace pocos meses, es que el precio de los productos manufacturados ha aumentado interanualmente un 7,5 % en abril. Tendríamos que remontarnos al año 1986 para encontrar un panorama tan desolador. Incluso descontando alimentos y combustibles, tendríamos que remontarnos a 1995 para encontrar cifras parecidas. Desde nuestro punto de vista, el precio de los combustibles y las materias primas está haciendo ahora mella en la inflación, pero cuidado que esto significa que lo peor está aún por venir. Pasan al menos seis meses para que los precios de las materias primas se trasladen a las ventas minoristas de productos manufacturados. Los datos más actualizados apuntan porque la situación seguirá igual, de hecho hoy se han conocido los datos de inflación del mes de abril y ha sido un 3 % (Reino Unido), más alto de lo que se esperaba en la city.
  4. Precios de las importaciones: Los precios de las importaciones también están subiendo, en este caso espoleados por la debilidad de la libra esterlina. En el primer trimestre se han registrado crecimientos interanuales del 10,1 %, según Financial Times.
  5. Espiral precios-salarios: Según John Plender, de Financial Times, la espiral precios salarios que tan funestas consecuencias produce, puede no estar ocurriendo en el mundo desarrollado, pero si el países en vías de desarrollo. En estos países los trabajadores están en plena batalla por conseguir aumentar sus salarios. Podemos pues estar asistiendo al final del periodo de “zapatos baratos”, “ropa barata”, y tantas otras cosas más. Muchos países en vías de desarrollo tienen monedas vinculadas al dólar y están perdiendo mucho valor, lo cual impulsa también los precios de las materias prima.

12 mayo 2008

Las consecuencias de la subida del precio de los alimentos

Si comparamos los precios actuales con los de enero de 2007 de alimentos básicos podremos darnos cuenta que el maíz ha subido más de un 150 %, el trigo casi un 200 % y el arroz va camino de triplicar su precio. Independientemente de otras connotaciones relevantes, en este blog tratamos de aportar datos que nos permitan prever si estas tendencias se mantendrán en el futuro. La viabilidad de muchos proyectos agroindustriales, y el dar o no más impulso a la mecanización agrícola está en juego. Para hacernos una idea de lo que puede ocurrir lo más apropiado es fijarnos en lo que está ocurriendo en los países consumidores de África y Asia. En el artículo “The new face of hunger”, publicado en The Economist April 19th 2008 nos cuentan el comportamiento de las personas que van al mercado en Costa de Marfil: “People ask the price and go away without buying anything”. La gente pregunta el precio y se va sin comprar nada. Los productores, que no caben en sí de gozo en los últimos meses, se quedan extrañados y se quejan. Estas poblaciones pasarán hambre, pero no podrán comprar cereales. Ocurre algo similar a lo acaecido con la burbuja inmobiliaria en España, las personas que vieron la vorágine compradora y el incremento en los precios no acaban de darse cuenta de que simplemente se acabó. Las condiciones cambiaron y simplemente la gente no pudo comprar, y cuanto más brusca sea la parada, más distorsiones provocará en el mercado; porque el mercado en el fondo tiende a regularse solo. “World agriculture has entered a new, unsustainable and politically risky period”, es una frase de Joachim von Braun, presidente de Food Policy Research Institute (IFPRI) de Washigton, D.C. La agricultura ha entrado en una nuevo, inestable y políticamente complicado perido. Es evidentemente un momento en el que surgirán interesantes oportunidaes, pero no debemos olvidarnos de la volatilidad en los precios que puede provocar esta inestabilidad. Desde que se tienen registros de precios de los cereales, jamás se han visto incrementos tan pronunciados como los que hemos visto este año. Nunca se ha conocido una subida del precio del arroz como el que hemos visto en el mes de abril, y ello conlleva que en el corto plazo se han visto unas plusvalías ni siquiera soñadas en el mejor momento del boom inmobiliario. Para hacernos una idea de lo que estamos hablando, imaginemos un productor que ha mantenido 100 toneladas de arroz en sus silos, pues bien, las plusvalías obtenidas especulando de esta forma hubiesen sido del 141 %, y hablamos de un incremento patrimonial producido en tan solo 4 meses. Pero ante esta situación, en países como Costa de Marfil y muchos más, la estabilidad política está seriamente amenazada. Las protestas por la situación se están incrementando de día en día, como no podía ser de otra forma. En Haiti los manifestantes gritaban “tenemos hambre, 24 personas han muerto en las manifestaciones de Camerún, en Egipto el presidente ha ordenado al ejército que comience a hacer pan, las penas por robo de arroz en Filipinas han sido aumentadas hasta la cadena perpetua. La pregunta que nos hacemos es por qué suben los precios de esta forma. Los precios están reflejando cambios en la demanda, y no problemas en el suministro. Es decir, el patrón tradicional ha cambiado. Hasta ahora, los años de malas cosechas subían los precios, y en épocas de bonanza en las cosechas, los precios bajaban. Lo que está ocurriendo ahora es un repentino incremento en la demanda en un momento en el que no ha habido problemas de suministro. Y este incremento en la demanda proviene precisamente de otro fenómeno que estamos analizando en el blog en profundidad, esto es, el incremento en la riqueza de China e India. Los dos países más superpoblados del mundo han dado con la estrategia para aumentar su producción a niveles impensables hace tan solo diez años, y ello conlleva un incremento general en los recursos disponibles en ambos países. Paralelamente, otro fenómeno ha tenido lugar en los últimos años (a partir del 2004), y es que la subida del precio del petróleo a unos niveles impensables, ha provocado que cada vez más tipos de energías sean rentables. Entre ellas, y especialmente en Estados Unidos, los subsidios al biodiesel han provocado un intenso desvío de cereales hacia el sector energético. Y como ya hemos indicado en otro post, la industria del biodiesel ha sido agresiva y sólo utiliza en Estados Unidos grano de maíz para producir combustible. Norteamérica ha elevado este año su cuota de producción de etanol, y la Unión Europea ya prepara su propio programa. Pero si la situación no era ya complicada, el comportamiento febril de los mercados está empeorando la situación: Como es lógico, una actividad apacible como la de importación de granos ha entrado en pánico, y de la noche a la mañana hemos entrado en una espiral especulativa al puro ejemplo Wall Street. Además, casi todos los gobiernos han intentado hablar de la crisis en los términos más “suaves” posibles, para intentar que no cunda el pánico entre la población, y ello conlleva a que los agricultores no han visto la oportunidad que tenían y no han cultivado más cereales. No se ha impulsado lo más mínimo el cultivo de cereales, y en áreas como la Unión Europea esta actividad sigue siendo considerada deficitaria y marginal. En la humilde opinión de nuestro blog, creemos que la comida barata se ha acabado, y los treinta años de precios bajos no volverán a repetirse. El motivo no es otro que áreas como China, India o Latinoamérica han despertado. La era de la comida barata ha acabado, y es surgen por ello interesantes oportunidades para las áreas productoras, pero ello origina una perturbación global más intensa de lo que nadie hubiese esperado hace tan solo dos años. Como conclusión, entendemos que el sector agrícola puede ver en sus carnes una revolución similar a la que tuvo lugar en oriente medio a partir de la crisis del petróleo de 1973. Honestamente, no creemos que se trate de un movimiento puramente especulativo, pero si que es cierto que vamos a sentir un cambio tan intenso que debe valorarse convenientemente. Nadie diría hace dos años que los todopoderosos señores de la construcción están a punto de arruinarse en 2008. No supieron digerir su éxito, y no atendieron a los modelos ya contrastados, esperemos que en esta ocasión las cosas cambien.

19 marzo 2008

Control de los precios en Asia

Volviendo nuevamente al jugoso número de The Economist del pasado 23 de Febrero, vamos a ver cómo está el panorama de los precios en Asia. En todo Asia la inflación está aumentando, en gran medida, y como ya conocemos, por los precios de los alimentos y de la energía. La inflación en China ha subido en enero al 7,1 % interanual, una cota no conocida en los últimos once años, y parece que va a seguir subiendo, tras las severas tormentas de nieve de primavera. India, Indonesia, Tailandia, y Singapur tienen todos ellos inflación por encima del 4 %. Los bancos centrales son reluctantes a elevar los tipos de interés mientras a la vez la FED vaya reduciendo radicalmente sus tipos, por miedo a que ello atraiga capital extranjero e impulse sus monedas hacia arriba. Las monedas fuertes ayudan a reducir el precio de los productos importados y la energía. Como respuesta, muchos gobiernos están recurriendo a controlar los precios y los subsidios del gobierno para frenar la inflación. India ha impuesto extensamente esta política poniendo techo a un amplio surtido de productos. Tailandia Malasia y Filipinas están considerando nuevos controles de precios o subsidios. En enero el gobierno chino congeló los precios de la energía, el transporte y el agua, y anunció que los productores de productos alimenticios esenciales, tales como carne, grano, huevos y aceite deben pedir autorización antes de subir los precios. Después de tres décadas de liberalización de mercado en China, algunos ven estas medidas como un paso atrás. El gobierno chino comprende que mantener los precios bajos reduce el incentivo a los productores para incrementar el suministro, creando escasez que puede impulsar los precios aún más arriba. Estas medidas también desalientan el incentivo de reducir la demanda. El gobierno chino dice que estas medidas son solamente temporales y que los precios de los alimentos están siendo controlados, no congelados. En realidad, el principal propósito de estas medidas parece ser políticas: los líderes chinos desean ser vistos respondiendo a las preocupaciones del público ante el incremento de los precios. La inflación ha sido vista en Asia en el pasado como una gran causa de desasosiego, y el ejemplo más notable lo tenemos en las tan de triste recuerdo manifestaciones de la plaza de Tiananmen.

28 febrero 2008

Record de subida en el precio del trigo

Según este artículo, los precios del trigo se han triplicado en el último año. Los precios del trigo en los mercados internacionales alcanzaron nuevos niveles históricos, avivando los temores por el aumento descontrolado en los costes de los alimentos. En un solo día, la variedad de primavera de alto valor proteico subió casi un 25% este lunes en el Mercado de Granos de Minneapolis, Estados Unidos. Por su parte, el trigo para entrega en marzo de la Junta de Comercio de Chicago, alcanzó el máximo permitido de US$0,90 para ubicarse en US$11,99 por bushel en las operaciones electrónicas en Asia.

25 febrero 2008

La inflación fuera de control en Oriente Medio

Este texto es un breve extracto del artículo "Rising Inflation Creates Unease in Middle East" publicado en "The New York Times February 25th 2008" (no literal) Venimos defendiendo que la inflación global es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los fabricantes de cualquier producto; ya que sus insumos aumentan de precio y ello les obliga a subir los propios perdiendo competitividad. En este artículo damos un breve repaso a la situación en Oriente Medio; región geográfica de enorme importancia estratégica. Jordania: El combustible disfruta de interesantes subsidios en Jordania, pero al no ser país productor (mala suerte por el lugar donde está enclavado el país); ha forzado al gobierno a retirarlos de un plumazo. Los combustibles aumentaron un 76 % en una sola noche, y ello ha tenido un efecto dominó de consecuencias devastadoras. Los precios de los alimentos básicos como huevos y patatas se han doblado. Arabia Saudi: Vivir sobre una bolsa de petróleo ha propiciado que Arabia Saudí viva en un mundo diferente, con inflación prácticamente cero durante décadas. Pero eso ha cambiado de la noche a la mañana; y los precios están subiendo a un ritmo del 6,5 %, aunque estimaciones no oficiales (y probablemente reales) indican que la inflación es mucho más alta. Como consecuencia de ello, se ha iniciado una turbulenta reacción popular con manifestaciones y protestas populares. Los clérigos ya están avisando de la crisis en las mezquitas. Bahrain: Bahrain ya tiene inflación de doble dígitos, y los extranjeros (masa popular mayoritaria) han comenzado a manifestarse puesto que sus sueldos ya no les dan para mucho. Para colmo, a esta gente se le paga en dólares, algo que antes todos apreciaban pero ahora mismo nadie desea. Palestina: La dependencia casi total del exterior de Palestina para conseguir alimentos hace a Palestina altamente vulnerable a la subida de precios de los mismos. La corrupción, ineficacia y economía monopolista está haciendo que el impacto sea mayor, ya que los oficiales gubernamentales o intermediarios inflan los precios o toman directamente una parte del incremento. Otros países productores de petróleo: Las cosas parecen estar fuera de control en varios de los países productores de petróleo, ya que los gobiernos están inyectando los beneficios del petróleo para aumentar el gasto. En los Emiratos Árabes Unidos los salarios de los funcionarios se han incrementado un 70 % este mes; Omán los elevó un 43 %. Arabia Saudí también elevó los salarios e incrementó los subsidios a algunos alimentos. Bahrain ha puesto sobre la mesa un fondo de 100 millones de dólares para distribuir este año entre las personas más afectadas por la subida de precios. En general, se está aplicando la desafortunada receta de emplear dinero público para combatir la inflación, lo cual tiene como efecto empeorarla aún más. Siria: La producción de petróleo Siria se está acabando, y los precios se elevan rápidamente. Aunque ha comenzado a liberalizar su rígida economía socialista, el gobierno ha pospuesto planes pare eliminar los subsidios que mantienen precios artificialmente bajos para sus ciudadanos, ante el temor creciente de la aparición de una respuesta popular.

19 febrero 2008

Inflación en China

Conocer la situación en China es vital para poder dimensionar adecuadamente un proyecto en cualquier punto del mundo. Lo primero que debemos preocuparnos a la hora de fabricar algo es si nuestro producto es o no competitivo con los productos chinos. Por todo ello, llevaremos un especial seguimiento a la evolución de la economía de China. La noticia de hoy, según Bloomberg es que la inflación en China ha subido a niveles no conocidos en los últimos once años. La tasa interanual se ha colocado ya al 7,1 %, debido al incremento del precio de los alimentos. Resulta destacable especialmente el crecimiento del precio de los alimentos que ha subido en un 18 %. Sin ánimo de desear nada malo para los chinos, lo cierto es que si suben sus precios pierde competitividad con el resto del mundo, para alivio de muchos productores locales. Las causas inmediatas de esta subida de la inflación son que el Banco Central probablemente tenga que subir tipos, tras seis subidas consecutivas durante 2007. Según el Fondo Monetario Internacional la economía China puede crecer este año un 10 %, habiendo por ello margen suficiente para seguir subiendo tipos, y no olvidemos que los tipos oficiales están ya al 7,47 %. Si la situación sigue así, China subiendo tipos mientras que USA los baja, podría producirse un enorme flujo de dinero hacia China desde el exterior, lo cual recalentaría aún más la economía. En conclusión, la situación está bastante delicada en China como consecuencia de la inflación.