(Ver también Entendiendo la corrosión en detalle y sus efectos y nuestras soluciones de Diseño de máquinas para ambientes extremos).
EL
PROBLEMA DE LA CORROSIÓN EN GRIETAS
Estudiando la corrosión a altas temperaturas
La corrosión a altas temperaturas es una forma de corrosión que no requiere la presencia de un electrolito líquido. En la mayor parte de los ambientes industriales, la oxidación a menudo participa en las reacciones de corrosión a alta temperatura, independientemente del modo predominante de corrosión. Las aleaciones a menudo dependen de la reacción de oxidación para desarrollar una capa protectora que resista los ataques de corrosión tales como sulfuración, carburización y otras formas de ataque a altas temperaturas. En general, los nombres del mecanismo de corrosión vienen determinados por los productos de corrosión dominantes más abundantes. Por ejemplo, la oxidación implica óxido, la sulfuración implica sulfuros, etc.
Los ambientes oxidantes se
refieren a actividades con alto contenido en oxígeno, con exceso de oxígeno. Los
ambientes reductores se caracterizan por actividades de bajo contenido en
oxígeno, sin exceso de oxígeno disponible. Claramente, la formación de escalas
de óxido son más limitadas bajo tales condiciones reductoras. Es por este
motivo que los ambientes industriales reductores se consideran generalmente más
corrosivos que la variedad oxidante. Sin embargo, hay importantes excepciones a
esta generalización. A altas temperaturas, los metales pueden reaccionar
directamente con la atmósfera gaseosa. Las secuencias de reacciones
electromecánicas quedan como el mecanismo de corrosión a alta temperatura. Las
propiedades de los films a alta temperatura, tales como la estabilidad
termodinámica, estructura de defecto iónico, y morfología detallada, juegan un
papel crucial en determinar la resistencia a la oxidación de un metal o
aleación. La corrosión a alta temperatura es un problema extendido en varias
industrias tales como:
·
Generación de energía (nuclear y combustibles
fósiles).
·
Aeroespacial y turbinas de gas.
·
Tratamiento térmico.
·
Procesado de minerales y metalurgia.
·
Procesos químicos.
·
Refino y petroquímica.
·
Automoción.
·
Papel.
·
Incineración de residuos.
Problemas
prácticos de la corrosión a alta temperatura
Las tasas de oxidación que
describen las leyes de la corrosión son modelos simples derivados del
comportamiento de los metales puros. En contraste, los problemas prácticos de
corrosión a alta temperatura son mucho más complejos e implican el uso de
aleaciones. Por problemas prácticos, deben comprenderse los mecanismos de
corrosión y de alta temperatura.
Cuando consideremos aleaciones
específicas para servicios de alta temperatura, es imperativo considerar otras
propiedades además de la resistencia a la corrosión. Sería fútil, por ejemplo,
seleccionar acero inoxidable con alta resistencia a la corrosión para una
aplicación en la que los requerimientos de resistencia pueden no cumplirse. En
general, el acero inoxidable es sustancialmente más fuerte que los aceros
inoxidables ferríticos a altas temperaturas.
Oxidación
La oxidación generalmente se
describe como la forma comúnmente más encontrada para la corrosión a alta
temperatura. Sin embargo, el proceso de oxidación en sí mismo no siempre es
perjudicial. En realidad, la mayoría de las aleaciones resistentes a la
corrosión y al calor dependen de la formación de un film de óxido para
proporcionar resistencia a la corrosión. El óxido de cromo (Cr2O3)
es el más común de tales films. En muchos problemas de corrosión industrial, la
oxidación no ocurre en aislamiento; sino más bien en una combinación de mecanismos
de corrosión a altas temperaturas causa degradación del material cuando están
presentes en la atmósfera contaminantes (azufre, cloro, vanadio, etc.).
Estrictamente hablando, el proceso de oxidación sólo es aplicable a aire no
contaminado y atmósferas de combustión limpias.
Para un material dado, la
temperatura de operación asume un papel crítico en la determinación de la tasa
de oxidación. Cuando la temperatura se incrementa, la tasa de oxidación también
aumenta. Se ha argumentado que los ciclos térmicos causan grietas y asombrosos
daños en las escalas de óxido protector, dando como resultado temperaturas de
operación permitidas más bajas. Algunos comportamientos de aleaciones (aceros
inoxidables austeníticos) actualmente se comportan de la forma opuesta. El
incremento del contenido en cromo es la forma más común de mejorar la
resistencia a la corrosión.
Aparte del cromo, las adiciones
de aleaciones usadas para realzar la resistencia a la oxidación incluyen
aluminio, silicio, níquel, y algunos de los metales de tierras raras. Para
resistencia a la oxidación por encima de 1200 ºC, la aleación depende de la
formación de escalas protectoras de Al2O3 (alúmina).
Incrementando el contenido de níquel de los aceros inoxidables austeníticos
hasta un 30 %, obtendremos un fuerte efecto sinérgico beneficioso con cromo.
Consideraciones metalúrgicas
imponen límites en la cantidad de adiciones de aleación que pueden ser hechas
en el diseño de las aleaciones de ingeniería. Aparte de la resistencia a la
oxidación, deben considerarse la propiedades mecánicas junto con las
características de procesado y fabricación. En los materiales altamente aleados
pueden resultar fases metalúrgicas frágiles, en las cuales la ductilidad y
dureza a temperatura ambiente son extremadamente pobres. Un ejemplo práctico de
tales problemas implica el colapso del revestimiento resistente térmicamente en
el interior de un horno de cemento. Pocas aleaciones comerciales contienen más
de un 30 % de cromo. El silicio usualmente está limitado al 2% y el aluminio a
menos de un 4 % en aleaciones forjadas.
Itrio, cerio, y otros elementos de tierras raras son usualmente añadidos
solamente como una fracción de porcentaje.
Una aproximación interesante para
esquivar los problemas anteriores de las aleaciones es el uso de aleaciones de
superficie. En esta aproximación, una capa de superficie altamente aleada (y
altamente resistente a la oxidación), mientras que el sustrato tiene una
composición convencional y propiedades metalúrgicas.
Ensayos extensos de aleaciones
han mostrado que muchas aleaciones establecen una dependencia de tiempo
parabólica después de un tiempo mínimo de 1000 h en aire a temperatura por
encima de 900 ºC. Si se elimina o agrieta el producto de la corrosión
superficial de forma que los metales fundamentales se exponen al gas, la tasa
de oxidación es más rápida. La influencia de la presión parcial de O2
en oxidación por encima de 900 ºC es específica para cada aleación. La mayoría
de las aleaciones no muestran una fuerte influencia de la concentración de O2 sobre la
penetración total. Aleaciones tales como HR-20, y 214 mostrarán incluso unas
tasas de oxidación más bajas cuando se incrementa la concentración de O2.
Las aleaciones, que generalmente muestran tasas de oxidación incrementadas
cuando la concentración de O2 se incrementa, son aceros inoxidables
S30400, S41000, y S44600, Incoloy DS, aleación 617, y 253MA. Estas aleaciones
tienden a formar escalas de óxido pobres.
La mayoría de las aleaciones
tienden a incrementar las tasas de penetración con una temperatura incrementada
para todas las concentraciones de oxígeno. Algunas excepciones son aleaciones
con 1 a 4 % Al tal como aleaciones 214. Estas temperaturas requieren altas
temperaturas para formar Al2O3 como óxido superficial
dominante, que crece más lentamente que el Cr que domina a temperaturas más
bajas.
La composición de la aleación
puede influir la penetración metálica que ocurre por la oxidación
subsuperficial a lo largo de los límites del grano y dentro de los granos de
aleación. La mayoría de las aleaciones resistentes térmicamente comerciales se
basan en las combinaciones del Fe-Ni-Cr. Estas aleaciones muestran alrededor
del 80 al 95 % de la penetración total como oxidación subsuperficial. Algunas
aleaciones cambian en el modo como la penetración total ocurre por oxidación
subsuperficial conforme el tiempo pasa, hasta que se establece un comportamiento
a largo plazo, incluso aunque la morfología de los productos de la corrosión
quedan constantes. Las aleaciones varían en gran medida según la extensión de
la escala superficial y la oxidación subsuperficial. Los ensayos llevados a
cabo por el aire que fluye a 980, 1095, 1150, y 1250 ºC por 1008 h.
Ver 2ª PARTE
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