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18 enero 2009

Conociendo en detalle la “deflación”

Los cursos rápidos de economía que nuestros políticos han hecho para ocupar sus cargos no contemplaban el capítulo de la deflación, una tendencia en los precios que casi nadie sabía de su existencia. Sin embargo, día tras día, políticos y poderes económicos se encargan de desmentir la posible entrada de nuestra economía en deflación.
En varios artículos hemos hablado de la deflación en el blog (ver "Como se pasa de la inflación a la deflación", "Inflación o deflación como amenazas de la economía global", "Más consejos ante la deflación, y la aparición de la deflación-deuda", "Especial deflación…y cómo combatirla". En esta ocasión vamos profundizar en el conocimiento del fenómeno de la deflación, así como los efectos que sobre la economía puede tener este fenómeno.
En primer lugar, queremos volver a resaltar la gran importancia que para la gestión empresarial tiene la inflación/deflación y el estricto conocimiento de los precios de materias primas, mercaderías y productos. Muchos empresarios piensan que conocen bien sus procesos de fabricación, y las repercusiones de los gastos en el precio final, pero suelen estar equivocados. Los pequeños cambios no son detectados intuitivamente, y sin embargo son los que harán que nuestra empresa sea diferente de las de la competencia, y en último término seamos más competitivos. Es vital seguir trabajando sobre el conocimiento de los precios y sus efectos.

DEFINIENDO LA DEFLACIÓN

El uso común del término deflación es simplemente la "caída de precios", no tiene por qué ser una caída continuada de precios como muchos piensan. Hay quien confunde la deflación con la desinflación, que es una etapa económica en que el crecimiento de los precios se reduce pero no llega a ser cero. La desinflación es un indicador de la marcha próspera de la economía pues la subida moderada de los precios permite los ajustes de precios relaticos entre bienes y servicios necesarios para reflejar sus costes relativos diferentes según los cambios tecnológicos, abundancia y otros. Pero hay mucho más detrás de la deflación, y debemos conocerlo ante el inquietante panorama económico que se avecina en los próximos años. De acuerdo con Investorwords.com, la deflación se define como "una declinación general de los niveles de precio, a menudo causada por una reducción en el suministro de dinero o crédito. La deflación también puede deberse a una contracción directa del gasto, ya sea en forma de reducción del gasto público, del gasto personal o del gasto en inversión. El efecto de la deflación en las economías donde tiene lugar es el incremento del desempleo, ya que el proceso a menudo origina una disminución del nivel de demanda en la economía.

CAUSAS DE LA INFLACIÓN

Aunque todo lo dicho hasta el momento es cierto, hasta ahora no hemos entrado en la verdadera naturaleza de la deflación. Para entender realmente lo que está ocurriendo es necesario comprender los mecanismos de "oferta" y "demanda". Estos años atrás hemos vivido una auténtica fiebre por las materias primas, y también por los alimentos. El incremento de la demanda provocó subidas de precios a niveles estratosféricos, pero esos precios comenzaron a desplomarse repentinamente. ¿Por qué? El motivo esencial al que achacamos estos cambios es que de pronto la población generó otra demanda, en el mundo de pronto surgió una demanda de "dinero" como pocas veces se había conocido antes. La crisis financiera internacional y sus efectos se tradujeron en un incremento en la demanda de dinero real, dinero tangible, dinero líquido, y de pronto nos dimos cuenta que no había tanto dinero como se pensaba. El valor del dinero que se utiliza para pagar y comprar mercancías está sujeto a los mismos mecanismos de "oferta" y "demanda" que impulsaron los precios del oro, petróleo, y todas las demás commodities. La gente se dio cuenta repentinamente que lo que realmente iba a ser demandado en el futuro próximo no eran casas ni era petróleo, lo que realmente iba a ser necesario era el "dinero", y todos los que poseían "dinero" consideraron que el mayor negocio que podían hacer era simplemente no hacer ningún negocio, solamente mantener el dinero y esperar. Y si los que tienen el dinero, cortan el suministro a los que lo gastan sin tenerlo, aparece el escenario de crisis de liquidez que actualmente estamos viviendo. Si el dinero se retira de la circulación, los que desean comprar no pueden hacerlo, y ello hace que bajen los precios, y es el momento en que aparece la sombra de la deflación.

Pero mucho cuidado, no hay que confundir las cosas, no son los bancos quienes retiran el dinero de la circulación, puesto que el dinero que los bancos gestionan no es realmente suyo. El dinero que se retira es propiedad de los depositantes, y es propiedad de los que han vendido propiedades en la economía sumergida. Si vendes un terreno por 1.000.000 de euros, recogerás el dinero, pero también lo estarás retirando de la circulación. De ahí que la especulación inmobiliaria tenga tanto peso en la actual crisis de liquidez a la que se enfrenta el mundo en general, y España en particular. Los negocios especulativos que tanto han prosperado estos años han hecho enriquecerse a mucha gente, pero también han tenido como efecto secundario una paulatina retirada del dinero de la circulación. El dinero que el comprador de un piso entregaba al vendedor, se retiraba una parte importante de la circulación puesto que no era declarado en la transacción.
Hasta aquí hemos hablado de lo que ocurre cuando disminuye el suministro de dinero. ¿Pero qué ocurre si la cantidad de productos o mercancías disponibles aumenta? En este caso la deflación se produce por exceso de producción en relación al mercado. Esta forma de deflación es de buen tipo. Suele asumirse que la deflación es mala porque los recuerdos provienen de la deflación acaecida en la Gran Depresión. En la actualidad, si los precios bajan porque los productos manufacturados pueden fabricarse más barato esto puede hacer que la economía se reactive. Esto es exactamente lo que ocurrió a finales de los 90, con productividad barata en los antiguos países comunistas la producción se incrementó rápidamente aunque la disponibilidad de dinero crecía a un ritmo más lento.

¿CÓMO SE COMPORTA LA DEMANDA?

La demanda de dinero es un mecanismo regulador de los precios. Es posible que la demanda de dinero pueda aumentar o disminuir. Generalmente, la demanda de dinero es medida por lo que la gente está dispuesta a pagar por los préstamos. Si la inflación es alta, los tipos de interés tendrán que ser altos para compensar la pérdida de poder de compra. Pero si la demanda de dinero aumenta, como ocurre actualmente, los bancos pueden cargar más en los préstamos. Si la demanda de dinero cae, los tipos de interés también caerán.

LA DEFLACIÓN ES BUENA O MALA

Actualmente la deflación en sí misma no es buena ni mala. Dependiendo de las causas de la deflación sus efectos pueden ser nocivos o beneficiosos. Si las causas proceden del incremento de la oferta la deflación puede ser buena. Otro ejemplo de esto tuvo lugar a finales del siglo XIX cuando la deflación incrementó la productividad.

Sin embargo, si la deflación es causada por una disminución del dinero disponible como ocurrió en la Gran Depresión, sus efectos pueden ser muy nocivos. Si el mercado de valores se desploma, absorbe toda la liquidez y la gente pierde su trabajo, los bancos dejan de prestar dinero por miedo a la morosidad. El problema es que cada vez más gente pierde su trabajo y el suministro de dinero cae y se inicia una reacción en cadena peligrosa. Durante la Gran Depresión, la demanda de dinero era alta pero el suministro fue bajo.

BIBLIOGRAFÍA:

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