En un buen número de artículos hemos abordado la generación distribuida como medio complementario a los sistemas convencionales de producción de energía eléctrica. De manera particular, hemos hablado de esta técnica en “Aprovechamiento hidroeléctrico a pequeña escala en economías emergentes”, “Fomento de las renovables en la República Dominicana”, etc. En esta ocasión fijamos nuestra atención en otro país caribeño, vamos a ver como está avanzando la generación distribuida en la isla de Cuba.
En primer lugar hemos de decir que el déficit energético del Caribe hace muy sensible la región a los problemas energéticos. La producción eléctrica en la zona depende prácticamente en la totalidad de combustibles fósiles. Concretamente en Cuba, la electricidad se genera íntegramente con combustibles fósiles y el país consume 7,6 millones de toneladas de petróleo al año. Hasta 1959, la Cuban Electric Power estaba controlada por el capital extranjero. Pero la nacionalización llevada a cabo por el gobierno cubano a comienzos de los 60 tuvo como respuesta el bloqueo del petróleo, y el país fue forzado a importar petróleo de la antigua Unión Soviética.
Cuando la Unión Soviética colapsó en 1990, el impacto en la economía cubana fue devastador, con una caída del consumo de petróleo en Cuba que llegó al 20 % en sólo dos años. El efecto de esta crisis fue inmediata en todos los sectores; transporte, industria y agricultura virtualmente colapsaron. Cortes de suministro de hasta 16 horas llegaron a ser un asunto común.
HISTORIA DE LAS RENOVABLES EN LA ISLA
Las tecnologías renovables empezaron a ser desplegadas en Cuba a finales del siglo XIX y la intervención del Estados Unidos en la isla tuvo un impacto en este sentido. Desde muy pronto comenzaron a solicitarse aprovechamientos hidroeléctricos, bombeo de agua con energía eólica, calentamiento de agua solar y secado solar del café, cacao y medicinas herbáceas. Un evento histórico fue la instalación en 1930 de la planta de Conversión de Energía Térmica del Océano, en la Bahía de Matanzas (22 kw). En la segunda mitad del siglo XX, el país comenzó la cualificación de capital humano especializado, y comenzó la investigación científica en células solares, secadores solares, calentadores solares y energía eólica. Actualmente el país está implementando proyectos de aplicación de tecnología renovable a escala nacional.
En 1997 se lanzaron dos programas de ahorro de electricidad, ambos con buenos resultados en gestión de la demanda, eficiencia energética y educación de energía. Sin embargo, en los últimos cinco años, los frecuentes cortes de suministro de las antiguas centrales de petróleo, empeoraron la transmisión de las líneas de alto voltaje, y se generó una crisis energética que acabó provocando la Revolución de la Energía de Cuba.
LA REVOLUCIÓN DE LA ENERGÍA DE CUBA
La revolución de la energía de Cuba es un cambio radical en la forma como el país transforma y usa la energía. Entre las medidas empleadas resaltamos por ejemplo que el gobierno ha vendido nuevos aparatos electrodomésticos de alta eficiencia a más de tres millones de familias cubanas. Los recursos se han obtenido por medio de préstamos del Banco Mundial. Como resultado de la aplicación de estos conceptos; Cuba ha sido el primer país del mundo en programar por fases la iluminación de luminarias ineficientes; y aproximadamente diez millones de lámparas incandescentes se han sustituido por lámparas fluorescentes. Las campañas de eficiencia energética también alcanzan a los equipos de cocina, y en este sentido el queroseno y GLP están siendo desplazados por la electricidad. También se han establecido rigurosos controles al consumo de electricidad y combustible.
Las estaciones de potencia de ciclo combinado con gas como combustible y las energías renovables están también jugando un papel clave dentro del sistema de transmisión cubano. El uso de energía eólica para generar electricidad y bombear agua, y la utilización de energía solar térmica solar para agua caliente doméstica, instituciones sociales y ciertas industrias, están experimentando una expansión. También se han considerado como actividades prioritarias la rehabilitación de las líneas de distribución en orden de hacer disminuir las pérdidas de energía, el incremento de la producción de petróleo y gas nacional (la producción de petróleo de Cuba ya cubre el 48 % del consumo de la isla), y la promoción de la cooperación internacional.
Bibliografía: Distributed generation in Cuba. Cogeneration & On-Site Power. November-December 2008
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