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08 enero 2009

¿Llegará el crédito a la calle en 2009?

Las empresas y familias están expectantes, pues el año 2008 ha ocurrido algo inusual, los bancos han dejado de conceder créditos. Los efectos de esta medida han sido inmediatos y la economía casi se ha paralizado. Simultáneamente, todos los bancos centrales y gobiernos del mundo llevan meses haciendo grandes esfuerzos para suministrar liquidez al sistema bancario y tratar de paliar esta situación. Mucho han tenido que sacrificar las economías mundiales para que los gobiernos pudieran auxiliar al sistema bancario, y entre estos sacrificios destacamos que no ha sido posible auxiliar a tantos otros sectores que lo necesitaban. En muchos artículos hemos defendido que esta política era estrictamente necesaria, no había otra opción (ver por ejemplo "Guía básica para sobrevivir en recesión" u "Octubre 1929-Octubre 2008. Las semejanzas"). Pero la cuestión ahora es saber si de nuevo volverá la liquidez a la calle, o por el contrario se mantendrá la situación actual, o incluso empeorará.

Los antecedentes al endeudamiento

En la última década, los pequeños y medianos empresarios que intentaban ponerse al día en gestión económica de la empresa, aprendían como estrategia una enseñanza compartida por todos: ¡Una empresa no endeudada es una empresa mal gestionada! Esta idea, espoleada sin recato por el sistema bancario, lo que enseñaba era que la eficiencia se obtiene maximizando el beneficio, y para ello es necesario endeudarse. Invirtiendo en el negocio el dinero obtenido conseguiremos que la empresa crezca saludablemente. La idea en principio es correcta, salvo en aquellos casos en los que el beneficio obtenido pueda ser menor que el coste de la deuda (ver "El escándalos solar y las enseñanzas para el futuro"). Pero lo que no se le dijo a aquellas personas es que las posibilidades de que cada cierto tiempo estalle una burbuja especulativa (ver "Enseñanzas históricas de las burbujas especulativas") o una crisis financiera (ver "Las crisis financieras…La comparativa definitiva") no son desde luego despreciables.

La situación actual

El problema actual deriva de que no se advirtió a familias y empresas sobre los problemas del exceso de endeudamiento, nadie supo poner límites a los excesos de la deuda, y ahora gran parte de la población se enfrenta a la necesidad de convivir con deuda en medio de una seria crisis de liquidez.

Si estalla una crisis financiera, el principal problema al que se enfrenta una empresa es al pago de la deuda. Ya lo hemos hablado muchas veces (ver por ejemplo "Más consejos ante la deflación, y la aparición de la deflación deuda", "Guía práctica para sobrevivir en recesión" y "Octubre 1929-Octubre 2008. Las semejanzas"), y la cuestión está clara: Si bajan los pedidos alarmantemente, cualquier empresa puede hacer frente a la situación con un recorte drástico de costes, o incluso con un cierre transitorio si es necesario. Pero si la empresa está endeudada, al disminuir los ingresos no podremos satisfacer los pagos, y en este trance la única solución es el "Concurso de Acreedores". El cierre masivo de empresas que está ocurriendo en España no se debe a otra cosa que a la imposibilidad de pagar deudas en un escenario de recortes intensos en los cobros. No podemos dar un cerrojazo y dejar de producir porque la deuda seguirá ahí, alimentando impenitentemente nuestros números rojos y haciendo que la situación cada vez empeore más.
Los analistas independientes norteamericanos están muy enfadados con su presidente saliente, y llaman ya a este concepto "Bush debt-recession". Aquí está la principal diferencia respecto a otras crisis, y por seguir el juego a los bloggers norteamericanos, también la diferencia respecto a la "Clinton´s equity-recession". Esta última es lo que en España llamamos "burbuja tecnológica" o "burbuja de las puntocom". La principal diferencia respecto a esa recesión es que en aquel momento la gente perdió mucho dinero, la burbuja se desinfló, pero no había deudas, o al menos no deudas generalizadas. Los precios cayeron, la ruina se impuso por doquier, pero en muy poco tiempo la economía se fortaleció. La economía se fortaleció entre otras cosas porque Greenspan recortó los tipos de interés y ello originó la burbuja de crédito, cuyo estallido estamos ahora experimentando. La burbuja tecnológica se solucionó rápidamente a base de crédito, a base de crear otra burbuja de dimensiones colosales.

Las previsiones para 2009

En artículos anteriores hemos revisado las previsiones más importantes que a nivel internacional se vienen haciendo sobre el año 2009 (ver "Aviso de los banqueros japoneses: El mundo se dirige hacia una recesión profunda", "Lo que está ocurriendo con los bancos españoles…Financial Times dixit", "Un breve análisis de los últimos indicadores económicos globales", "Recesión en España según BBC News", "Análisis en español del report "The economist" sobre la crisis de España", "Importantes efectos de la crisis financiera e la industria", "Análisis de previsiones económicas en 2009"). En esta ocasión vamos a centrarnos en analizar cómo puede repercutir la deuda en el devenir del año que comienza. El mercado de valores parece haberse comportado este último año de una forma similar a lo ocurrido en el último año de Clinton. El NASDAQ cayó en marzo de 2000, se elevó es septiembre de 2000, y volvió a hundirse en enero de 2001, precediendo a la breve recesión de 2001. La situación actual, si bien en cuanto al mercado de valores se ha comportado de una forma parecida, los efectos pueden ser mucho peores. El motivo no es otro que los diferentes motivos de la crisis. En la crisis actual el problema es la implosión del valor de la deuda. El gran problema de las economías más comprometidas son los altos niveles de deuda que soportan y la depreciación de los activos que garantizan el pago de la deuda. Moneyweek también coincide en que el gran problema del año que comienza es el exceso de deuda. El año que comienza podría recrudecerse aún más la crisis de liquidez. Pero no solamente serán los consumidores los que tendrán problemas de escasez de liquidez, son muchas las compañías que sentirán la falda de liquidez cuando ven bajar las ventas y los beneficios. Estas previsiones vienen confirmándose de día en día en todo el mundo, ho mismo hemos visto que en España el crédito a los hogares se redujo un 52,3 % en noviembre. Es previsible que sea necesario conseguir dinero extra en cualquier parte, y esta puede ser la siguiente gran preocupación de las empresas. Muchos negocios llevan meses soportando el problema de la falta de liquidez las últimas cifras indican que han tenido que recurrir a sus escasas reservas de liquidez. En el Reino Unido, por ejemplo los depósitos bancarios de las empresas han caído a niveles no conocidos desde principios de los años 80.

La magnitud del problema

Hace un par de días un articulo en TimesOnline hablaba ya abiertamente de "The biggest credit crunch in global history". Si bien nadie sabe exactamente hasta donde llega el endeudamiento global, lo cierto es que podemos estar ante la mayor crisis de liquidez que se ha conocido nunca, y ello crea incertidumbres.

Los "agujeros de liquidez" tienen tan tal magnitud y están tan dispersos que nadie ha calculado realmente cuales pueden ser los efectos en la economía mundial.
Examinemos por ejemplo el caso de España, cuyo crecimiento se ha basado en la especulación inmobiliaria, un fenómeno que además de crear dinero de la nada estaba derivando una parte sustancial de los beneficios hacia la economía sumergida. Los maletines de billetes de 500 euros salieron del sistema bancario y ahora están a buen recaudo, pues ese dinero no se ha gastado pero tampoco está disponible.
Las empresas se ven obligadas una y otra vez a refinanciar sus deudas y para ello tienen que aceptar unas condiciones de lo más anodinas. Las agresivas bajadas de tipos del BCE han hecho que el euribor pase de máximos a rozar mínimos en sólo seis meses, un nuevo y brutal vaivén que tendrá sus efectos. De hecho, el euribor baja pero cada vez es más difícil conseguir un crédito pues los bancos aumentan de día en día los diferenciales y exigencias de garantías. Y el problema es que las deudas hay que refinanciarlas, hay que renovarlas, las condiciones son cada vez más difíciles.
En otras palabras, las empresas adquirieron deuda barata pero la actual demanda de liquidez hace que la deuda cada vez se encarezca más, simplemente no hay dinero nuevo disponible.

Consecuencias de la deuda en los mercados de valores

La crisis de liquidez va a presionar cada vez con más fuerza a las empresas cotizadas. Goldman Sach estimó recientemente que la mitad de las compañías tendrán que recortar el gasto de capital, y el 60 % tendrán que retener beneficios para mantener las deudas bajo control. Hay muy pocos sectores que no se enfrenten este año a serias refinanciaciones de deudas, muchos tendrán dificultades y otros no sobrevivirán.

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