La crisis financiera actual tiene su origen en el sector inmobiliario, pero dada la magnitud de sus efectos, estamos viendo todos los días que cada vez se extiende más, está pasando a la denominada "economía real". El dramático rescate de bancos norteamericanos o europeos ha puesto en tensión al mundo, ha llegado la hora de la prudencia.
Además del sector inmobiliario, el negocio de extraer mineral del subsuelo, el transportarlo a través del océano, y su transformación en acero; que forman la base sobre las que se asienta la industria, están también siendo afectados por la crisis del crédito. La cobertura de riesgos crediticios, las obligaciones colaterizadas, y otros instrumentos financieros; están teniendo serios problemas en la crisis del crédito. Las caídas en los precios de las materias primas y la reciente declinación en los precios del transporte marítimo son solamente los efectos de las repercusiones de la crisis financiera. Ya hemos hablado de los riesgos de entrar en
deflación en una situación como la actual, pero lo cierto es que los indicios son cada vez mayores.
Desde este verano, los precios de varios tipos de acero han caído entre un 20-70 %, y ante esta tendencia la primera medida que toman los compradores de aceros es retrasar las compras en todo lo posible. La demanda cae y con ella los precios, entrando en la espiral de caídas de la que ya hemos hablado. El mineral de hierro, el carbón y los cereales han caído al menos un 20 %, lo cual supone que todas aquellas empresas que se estaban transformando a la situación de precios más altos vean como se descuadran todas las previsiones. Ya hemos dicho en otras ocasiones que no hay nada peor para la industria que la volatilidad en los precios. La caída en los precios se agrava ante la acumulación de pilas de cereal y materias primas acumuladas en los puertos de Norteamérica. Las cartas de crédito de los compradores no han sido validadas, debido a la falta de confianza en los bancos que la suscriben. También los productores australianos están sufriendo este problema con los embarcos de mineral de hierro. Las navieras luchan por financiar nuevos envíos pero finalmente las materias primas se acumulan en los puertos y tal acumulación las hace bajar de precios.
El Baltic Dry Index (BDI) y sus terribles efectos
Se está produciendo una situación totalmente inédita en la que los implicados tratan de sobrevivir, y donde mejor se ha observado ha sido en el Baltic Dry Index (BDI), que traza los precios de materias primas para embarque en todo el mundo, desde los productores de Brasil y Australia a los mercados de América, Europa y China. Pues bien, el índice acababa de alcanzar su record histórico en los 11.793 puntos cuando de pronto se ha derrumbado un 86 %. En un solo día, el 15 de octubre, llegó a caer un 11 % de su valor. Como vemos en la figura que acompaña a este artículo, lo que ha ocurrido con el BDI no tiene precedentes en la historia reciente. El BDI es el principal indicador del comercio internacional y, por extensión, de su actividad económica. Este índice ha ido creciendo en los últimos años siguiendo sobre todo el boom experimentado en China, ya que el crecimiento del gigante asiático ha sido el gran impulsor del comercio mundial. Hay también claros signos del decrecimiento en el mercado de barcos con contenedores, y no solamente el transporte a granel. La caída de la demanda de barcos con contenedores ha sido tal que el transporte de Asia a Europa ha bajado del 15 % al 5 % (en relación al transporte total). Las acciones de las compañías navieras se han hundido la última semana como respuesta al hundimiento del BDI.
Como los precios del acero caen, las acerías están moviéndose para recortar la producción. ArcerlorMittal, el líder mundial de esta industria, ya anunció en septiembre que recortaría un 10-15 % su producción. Desde entonces, los fabricantes rusos y chinos han anunciado también recortes.
Si bien las importaciones de mineral de hierro desde China crecieron los primeros meses del año un 22 %, hay miedo entre las firmas australianas de un recorte en la demanda china. Los precios han caído ya a la mitad desde principios de año. Los precios del cobre, zinc, y níquel también han caído a la mitad, y el aluminio ha caído un tercio. Estas caídas de precios han castigado duramente las acciones en las compañías mineras.
BHP Billiton y Rio Tinto, son dos gigantes en la extracción de minerales, y a la vez son las compañías más eficientes, y son grandes exportadores desde Australia a China. Por ahora están saliendo airosos ante la caída de la demanda.
Bibliografía: Meanwhile, in the real economy…The Economist October 18th 2008
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