¿Qué debe realmente preocuparnos?
El principal motivo de preocupación de los inversores europeos quizás debiera ser que los gobiernos del viejo continente aún no han respondido a la agónica llamada de Paulson, el hombre que Bush ha designado para tratar de salir del atolladero en el que está metido el país. Una intervención masiva como la propuesta por el Secretario de Estado es posible que consiga evitar que la economía se desplome, y el motivo es bien sencillo. Las empresas necesitan crédito para sobrevivir, pues al disminuir los pedidos como está ocurriendo ahora, a menos que obtengan liquidez, se enfrentan rápidamente a la quiebra. La mayoría de las empresas están endeudadas, y si disminuye la facturación rápidamente se colocan en números rojos. Eso es lo que está ocurriendo ahora mismo en España, empresas aparentemente boyantes han caído en pocos meses por algo tan obvio como no haber previsto que los pedidos podrían caer significativamente en algún momento, y esa caída en los pedidos iba a coincidir con severas restricciones de crédito. Muchas empresas caen, pero sus nichos de mercado están ahí, para quien pueda cogerlos, y es por ello que esta crisis muchos están haciendo el negocio de su vida. Ha llegado el momento de comprar barato, y de ocupar segmentos de mercados que hasta ahora estaban vedados a la competencia. Y esto es lo que están haciendo vedadamente, en la sombra, aquellas empresas que supieron resguardarse.
La crisis de liquidez ha subido varios puntos y ha pasado a ser crisis de solvencia, y ahora la cuestión está en si los bancos tienen bastante capital. Respecto a los bancos europeos, en algunas medidas parecen estar bien capitalizados. Sin embargo, los escépticos consideran que el ratio de endeudamiento de algunos bancos puede ser excesivos: Deutsche Bank, Barklays y USB tienen ratios de endeudamiento del 1,2 %, 2,4 % y 2,1 % respectivamente.
Otra cuestión importante que se ha aclarado estos días es que la vulnerabilidad europea a las aseguradoras de créditos estructurados está más clara con el rescate de la aseguradora American International Group, entidad que tuvo la mala suerte de apostar por la fiabilidad de los productos bancarios de Estados Unidos y Europa. Las aseguradoras de bonos monolínea tienen también un gran potencial para causar problemas. Hay una cierta preocupación de que incluso ahora, hay compañías que aún no han declarado grandes pérdidas.
Algunas cosas extrañas han ocurrido estos días, y algunas sorprenden a los que piensan que las casualidades no existen. Por ejemplo, el banco alemán KfW, hizo una transferencia de 300 millones de euros (suponemos que no es algo cotidiano) a Lehman Brothers, y este hecho tuvo lugar justamente el día de la quiebra.
El plan Paulson puede quizás acelerar la llegada de la tranquilidad a los créditos estructurados, y crear algo de paz en los bancos europeos, que tienen bastantes negocios en Estados Unidos. Deutsche, Barclays y UBS pueden encontrar refugio en el plan de Paulson. Menos alivio puede esperar una institución como Fortis, un gran banco belgo-holandés que ha sufrido un descalabro en sus acciones la semana pasada.
Los analistas de The Economist apunta hacia la intensificación en las tensiones del capital si las economías europeas se paralizan más de lo esperado. El deterioro que están sufriendo varios mercados europeos es asombroso. Bank of Ireland ha aumentado sus previsiones de morosidad en septiembre y recortado los dividendos a la mitad. En España, los bancos de ahorro escasamente diversificados están avisando que los préstamos no cobrados pueden aumentar seis veces desde los niveles de mediados de 2007. El banco de Dinamarca, se ha visto también obligado a lanzar un plan de rescate para otra entidad de préstamos de pequeño tamaño.
Efectos de todo esto en Europa
Los efectos de esta situación están siendo evidentes estos días, los préstamos entre bancos se han estrechado, y la demanda a los bancos centrales de liquidez adicional es extremadamente alta. Para que nos hagamos una idea de lo que está ocurriendo, la subasta del pasado día 24 recibió solicitudes de suscripción por un valor tres veces superior a la ofertada por el Banco Central Europeo. Pero son muchas las tensiones que están viviendo los bancos europeos, por ejemplo problemas con la deuda, o bancos afectados por la posesión de fondos emitidos por el desaparecido Lehman Brother. Este último caso es el primer tsunami serio que ha llegado de los terremotos desencadenados en Wall Street. Otro caso a destacar han sido las preocupaciones sobre el vencimiento de la deuda del banco británico HBO, que finalmente ha desencadenado que caiga en manos de Lloyds TSB. Otros bancos, especialmente España, Islandia y Gran Bretaña son incluso más dependientes de los mercados de deuda al mayor.
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