Durante semanas el petróleo, y el resto de las materias primas han caído de precio, y las bajadas han sido espectaculares, mucho más rápidas que las subidas. Desde julio, el petróleo ha caído más de un 50 %, lo que nos puede dar una idea de las enormes convulsiones económicas que ello genera. En efecto, los países productores se estaban haciendo de oro, grandes cantidades de recursos se estaban empleando para prospectar nuevos pozos, aumentar la producción de los existentes, y extraer hasta la última gota de los muchos que ya están agotándose. Los miedos a la recesión y la disminución de la demanda global parecen explicar una parte de la caída del precio del petróleo, pero no toda.
Por otra parte, en nuestra sección de "
costes energéticos" hemos hablado hasta la saciedad de unas reservas de materias primas bastante exiguas, y de que las previsiones no eran en modo alguno la bajada de los precios.
Otro colectivo preocupado, son el importante sector de actividad que se ha formado para dar respuesta a la subida del petróleo, nos referimos al boyante negocio del aprovechamiento de energías alternativas de toda índole. ¿Qué va a pasar si el petróleo sigue cayendo?
Causas de la bajada del petróleo
En los últimos meses los mercados de crédito mundiales se han secado, el dinero ha dejado de estar disponible y ello ha originado problemas de todo tipo. Los gobiernos del mundo están haciendo un esfuerzo sin precedentes, y a costa de sacrificar las ayudas a otros sectores en peligro, y están apoyando a la banca sin condiciones. Los gobiernos saben lo que ocurre cuando cae la banca, y por todos los medios intentarán que ello no vuelva a ocurrir. Los planes de los principales gobiernos del mundo han conseguido frenar relativamente el desplome bursátil, pero sus efectos sobre la liquidez del sistema bancario tardarán aún en venir. De hecho, los mercados de crédito siguen tan secos como en los últimos meses.
Pero según las últimas teorías lanzadas en Estados Unidos, los planes del gobierno no conseguirán frenar la caída del precio de la vivienda, y tampoco frenarán la destrucción en el empleo que está teniendo lugar en muchas áreas, como Detroit, donde segmentos del sector industrial como el automovilístico están cayendo a plomo.
A pesar del desplome de los precios en los últimos tres meses, recientes desarrollos han hecho que la situación de demanda y suministro empeore. El consumo de petróleo en Estados Unidos ha caído en 1,8 millones de barriles al día, nada menos que un 9 % del consumo total del país. Esta caída se ha debido a una combinación de altos precios, al deterioro de la economía.
Durante el mes de septiembre, por el contrario, las importaciones chinas se incrementaron en 2 millones de barriles día. Los chinos, con sobrada liquidez, están aprovechando ahora las gangas que surgen como consecuencia de la crisis global. Las inversiones chinas se fundamentan en el interés que tiene el país en incrementar las reservas estratégicas y hacerlo a bajo coste.
Las previsiones actuales de las agencias son que el incremento en la demanda mundial por petróleo se ralentizará, pero el consumo mundial de petróleo está aún creciendo.
En Estados Unidos el precio de la gasolina ha caído con fuerza desde julio (1 dólar por galón), lo cual hace prever que el consumo empezará a crecer de nuevo. Aunque hay mucho miedo de lo que va a ocurrir en el futuro, reducir el uso de petróleo en USA es muy difícil.
Las reacciones a la rápida caída del precio del petróleo están teniendo lugar en todo el mundo. En primer lugar, son muchas las compañías en todo el mundo que están cancelando o ralentizando los proyectos de producción de gas natural porque los precios han caído tanto que el beneficio de estos proyectos desaparece si el petróleo cae demasiado.
La OPEC también ha reaccionado, y ya se propone
recortar la producción de petróleo. En noviembre habrá otra reunión de emergencia donde está previsto reducir la producción en 1 millón de barriles diarios.
¿Qué ocurrirá en el futuro ?
Varias cuestiones son previsibles en un futuro próximo.
Por una parte, la recesión en la que está entrando Estados Unidos no ha sido estímulo suficiente para reducir el consumo en el resto del mundo, pues muchos países experimentan aún incrementos en el P.I.B. muy elevados.
Por otra, muchos proyectos que se estaban planteando para conseguir producir energía por medios alternativos al petróleo, van a verse ralentizados. No solamente por la disminución de los precios del petróleo, sino sobre todo por el "credit crunch".
Por ambos motivos, es previsible que la declinación del petróleo sea aún más brusca de lo esperado, y los precios del petróleo empiecen a subir nuevamente. Aunque todo dependerá también de la profundidad de la recesión. Si la recesión mundial se agudiza, el descenso de la demanda se incrementará aún más, y ello arrastrará los precios del petróleo a la baja.
1 comentarios:
Vaya... que puede que suba o puede que baje, lo que si estoy seguro que haga lo que haga seguro que os querréis apuntar el tanto diciendo que vosotros ya lo habíais adelantado.
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