Continuando con nuestro seguimiento, cada vez más necesario, de lo que la prensa internacional dice de los bancos españoles, analizamos en este artículo las últimas cargas de profundidad que ha resistido nuestro sistema financiero. Nos referimos en particular del artículo "Iberian apprehension" que acaba de publicar Financial Times.
El artículo comienza con un breve repaso del terremoto que sacude al sistema financiero internacional, así como los cambios en algunas instituciones. Seguidamente destaca que con la que está cayendo Emilio botín en su puesto a sus 74 años. Hasta ahora, Botín había navegado con maestría por los inhóspitos mares donde su barco navega. Pero un duro golpe acaba de recibir la quilla de su barco por el escándalo Madoff, cuyo fraude le ha afectado en una cantidad significativa. Sin embargo, Santander, el mayor banco de la eurozona por capitalización de mercado, mantiene su objetivo de obtener un beneficio neto de 10.000 millones de euros este año. Este mes, ha sido nombrado por Banker magazine (del grupo Financial Times), como el banco del año en España, Portugal y Latinoamérica.
BBVA, el número dos entre los bancos españoles, y orgulloso de su éxito con una estrategia conservadora implementada bajo la presidencia de Felipe González, parece también un barco seguro según FT. Su beneficio neto será de 4,3 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo cual supone un incremento del 9 % respecto al año anterior.
Los bancos españoles han escapado una y otra vez de las tormentas financieras que asolan la economía mundial – pero nuevas tormentas, esta vez más directas, se vislumbran ya próximas en su horizonte. Lo primero que han descubierto los bancos es que no están tan protegidos del impacto directo de la crisis internacional como pensaban. En los últimos dos días los bancos españoles han admitido estar afectados por las andanzas de Mr. Madoff.
En octubre, el Santander ya decidió compensar a sus clientes de banca privada que perdieron millones de euros en productos de Lehman Brothers, pero lo que pensaban iba a ser excepcional ahora ha se demostrado más preocupante.
Pero la segunda cuestión para los bancos y cajas españoles es saber si están preparados para atravesar la tormenta que se está levantando en su propio terreno – y es la causada por un colapso continuo del mercado de la propiedad doméstico de proporciones colosales (literalmente "domestic property market collapse of spectacular proportions").
Un mercado muy regulado y bastante suerte, pues estaban concentrados en el mucho dinero que se podía hacer en la economía española hace unos años, les hizo perder el interés por los productos "exóticos", esos instrumentos financieros tan populares en el extranjero. Pero lo que podían ofrecer los Brothers & Madoff era prácticamente un plazo fijo si se comparaba con el negocio que estaban generando los "Martinsa-Fadesa"a grupos económicos cuyos propietarios en pocos años se hicieron un hueco destacable en la lista Forbes.
Peros los banqueros españoles coinciden en que su virtuosismo procede en gran medida de los reguladores del banco de España. En primer lugar se hizo muy caro para las instituciones financieras establecer vehículos no declarados en sus estados contables – un sistema que ha hundido bancos en todo el mundo – que pocos bancos se molestaron en intentaron. También se obligaba a los bancos a reservar unas provisiones genéricas para malos préstamos de manera adicional a las provisiones para riesgos específicos, un régimen contra-cíclico sensible que ha sido alabado en el extranjero desde que comenzó la crisis. Santander, por ejemplo, ha constituido más de 6.000 millones de euros para provisiones de pérdidas genéricas. Por esto motivo, los banqueros españoles han estado confiados. Botín, por ejemplo, afirmó que el Santander estaba "realmente en una magnífica posición comparándose con sus competidores. Otro directivo, José Antonio Álvarez, fue aún más allá, afirmando que el Santander podría incluso beneficiarse rescatando bancos a precios atractivos. Pocos días después, el banco devoraba ya a Abbey, Alliance & Leicester y sucursales de Bradford & Bingley en el Reino Unido. También el Santander se posicionó en Brasil, constituyendo uno de los tres bancos más importantes del país de la mano de Banco Real, y anunciando la adquisición de las acciones que no poseía aún en Sovereign Bancorp en los Estados Unidos.
Los ejecutivos de BBVA también han visto la crisis más como una oportunidad que una amenaza. Juan Asúa, director para España y Portugal dijo que la crisis era una excelente oportunidad para el crecimiento y consolidación para aquellos que desarrollasen las estrategias correctas.
Para la mayoría de los bancos españoles, sin embargo, hay escasas oportunidades para beneficiarse de las turbulencias financieras actuales. Más por el contrario, los bancos diversificados internacionalmente se enfrentan a problemas desalentadores en los meses venideros, particularmente si Brasil, México y Reino Unido acaban tan vulnerables a la recesión global como Estados Unidos y Europa continental.
La burbuja inmobiliaria
La mayor amenaza a medio plazo (importante este matiz) es la profunda exposición de la mayoría de los bancos y cajas al crash de la propiedad española, tanto por vía promotores e inmobiliarias sobre endeudadas (Metrovacesa y Colonial entre otras), como por vía de los compradores de vivienda.
La morosidad aumenta rápido en España – de la mano del desempleo, que alcanza ya los 3 millones de personas, o 12 % de la población activa – y no pasará mucho tiempo para que la carga de las malas deudas sea abrumadora incluso para las prudentes provisiones obligadas por el Banco de España.
Willem Buiter, profesor del "London School of Economics", acaba de predecir un año "feo" para la economía española cuando volvió de un viaje a Madrid. No nos extraña que el profesor, al circular por la M-40, por ejemplo, acuñase sus reflexiones: "You're going to have massive negative GDP growth" "The building sector has so overexpanded it's ludicrous". Sin necesidad de hacer análisis alguno el profesor ha presagiado que España se enfrenta a un crecimiento del P.I.B. negativo, debido a una "absurda" sobre-expansión del sector de la construcción. Las reflexiones de este profesor, tan obvias por otra parte, hacen que nos planteamos en manos de quien estamos en este país.
Otra dependencia del sistema bancario español es su profunda y generalizada dependencia de la financiación internacional. Han sido los ahorradores alemanes quienes realmente han financiado el enorme "Déficit por cuenta corriente" español, quienes también indirectamente (la misma maniobra de siempre) compraron bonos y otros valores apoyados en los bancos españoles. Los ahorradores alemanes ya han visto cómo a la par que se paralizaba el "mercadeo inmobiliario" en España, sus fondos frenaban en seco su estabilidad. Veremos a ver donde acaban los ahorros de los prudentes alemanes.
El estado español – si bien no ha necesitado rescatar bancos insolventes –ha sido generoso con sus apoyos de liquidez, y ha inyectado 250.000 millones de euros en garantías de préstamos y compras de activos, con el objetivo de mantener el flujo del crédito de los prestamistas. Según el ministro de economía, el 90 % de los bancos han solicitado ya acogerse a las garantías del gobierno.
Por otra parte, las nacionalizaciones de emergencia de bancos estadounidenses y europeos – acompañada por inyecciones de capital – han tenido un efecto perverso al hacer pareceré que los bancos españoles más saludables aparezcan ahora en los listados de ratios como si estuviesen más cortos de capital. Lo que está ocurriendo ahora es que los bancos más "cutres" que se han salvado primero han ascendido posiciones en las listas. Es por esta razón que el Santander, que inicialmente no tenía necesidad urgente de nuevo capital, solicitó hace unos días adherirse a este derecho. Otros bancos están bajo presión y están actuando de la misma forma, aunque con cifras menores. BBVA, por ejemplo, acaba de anunciar la emisión de acciones preferentes por un valor de 1.000 millones, aunque atraer liquidez en estos momentos no es fácil.
Los banqueros españoles han protestado estos meses sobre las injusticias derivadas de las inyecciones de capital para salvar bancos extranjeros. Ellos han señalado que sus provisiones genéricas son equivalentes al capital básico, aunque técnicamente no son contadas como tal. Según un ejecutivo del Banco Popular, Roberto Higuera, las inyecciones en los bancos extranjeros se han visto en España como competencia desleal que han distorsionado los mercados financieros.
Según este análisis, los bancos españoles parecen aún encontrarse en buen estado de salud, sobre todo si los comparamos con otros mercados. Pero el próximo año, si el mercado de la propiedad sigue cayendo, las tornas pueden cambiar.
Las cajas, por ejemplo, se enfrentan ahora al periodo más duro que han vivido en sus 173 años de historia, ya que los préstamos malos se están comiendo sus beneficios y el capital básico. Si bien las cajas nacieron como ayuda social, lo cierto es que en los últimos años han sido quienes han proporcionado el mayor combustible que hinchó la burbuja inmobiliaria hasta los límites insostenibles que llegó. Si bien dentro del país han diversificado hacia mercados como el de la energía, lo cierto es que no tienen la diversificación internacional que caracteriza al BBVA y al Santander.
Conforme van colapsando más y más desarrolladores inmobiliarios, la exposición de las entidades de ahorro al sector – y a los compradores de casas sobreendeudados – está haciéndoles pagar un tributo cada vez más difícil de soportar. La morosidad se ha triplicado en un año, y si bien aún puede digerirse a duras penas, lo realmente peligroso y alarmante es la rapidez con que está creciendo. Las agencias de calificación están revisando a la baja las calificaciones de los bancos españoles, y el miedo a que los más pequeños y más expuestos puedan caer va aumentando. Si el índice NPL se sobrepasa por encima del 10 %, es ya difícil el retorno, y en España muchos ya están camino de superarlo.
Si bien los políticos españoles temen describir este escenario de pesadilla, lo cierto es que hay un consenso según el cual la reforma y consolidación del sistema bancario es ineludible. Esto puede hacerse de varias formas, suponiendo las más drásticas la agregación de las peores entidades en las más grandes, con lo cual se conseguiría recapitalizarlas.
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