Lo que no se consiguió con muchos años de campañas de mentalización, se está logrando ahora en pocos meses, muchos países están propiciando la inversión privada para construir centros de generación distribuida a base de energías renovables. El precio del petróleo ha hecho saltar todas las alarmas y los gobiernos se han puesto manos a la obra. En Latinoamérica, por ejemplo, El desarrollo de las energías renovables debería considerarse una prioridad absoluta, puesto que la dispersión de la población propicia una mayor obtención de beneficios en los proyectos de generación distribuida. En efecto, la generación de energía en lugares próximos a su consumo, y sobre todo los proyectos de pequeña envergadura, serán muy beneficiosos para conseguir el desarrollo de economías productivas a nivel local. La disponibilidad de microgeneradores de alta eficiencia, alimentados con distintas fuentes de energía, son una oportunidad única para el desarrollo de comunidades productivas que por su ubicación sufren problemas de disponibilidad de energía.
la República Dominicana ha sido uno de los países que ha dado el paso para propiciar la inversión extranjera en renovables, y para ello aprobó la Ley Nº 57-07 sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales, disposición que cuenta ya con su reglamento de aplicación. El país sufre serias carencias energéticas, especialmente en las áreas alejadas de su capital, y ello cercena las posibilidades de desarrollo de pequeñas economías productivas. La discontinuidad en el suministro eléctrico ha provocado que los terriblemente ineficientes generadores de gas-oil sean de uso común en todo el país, y consecuentemente el incremento del precio del petróleo amenaza seriamente la economía del país. La Comisión Nacional de la Energía busca sustituir al menos un 20 % de la energía por fuentes renovables, y para ello la Ley establece una serie de medidas como la reducción de impuestos del 65 % en la renta de los inversores, 10 años de exención fiscal y aranceles cero en aduanas. En el país hay doce empresas en el área de la energía solar, y están en proceso de iniciar operaciones 7 proyectos de energía eólica, uno de los cuales empezará a funcionar este año en la zona de pedernales, aportando una potencia de 9,5 Mw. Un segundo proyecto va a producir unos 100 Mw adicionales. Las energías beneficiadas por la nueva reglamentación son casi todas las renovables: Alcohol, bio-diesel, biogás, cogeneración, hidroeléctrica, solar, etc. La nueva reglamentación prima la inversión en los siguientes tipos de instalaciones:
- Parques eólicos con potencia instalada inferior a 50 Mw.
- Instalaciones hidroeléctricas con potencias inferiores a 5 Mw.
- Instalaciones fotovoltaicas de cualquier tipo y nivel de potencia.
- Instalaciones termosolares de hasta 120 MW de potencia por central.
- Centrales de biomasa cuya potencia no supere los 80 Mw por unidad termodinámica o central.
- Plantas de producción de biocombustibles.
- Fincas destinadas a producir biomasa en exclusividad.
- Instalaciones de explotación de energías oceánicas.
- Instalaciones termo-solares de media temperatura, destinadas a la obtención de agua caliente sanitaria y acondicionamiento de aire en asociación con equipo de absorción para producción de frío.
El gobierno dominicano otorga concesiones administrativas incentivadas a empresas privadas o particulares para ejecutar este tipo de proyectos, aun aprovechando en algunos casos las infraestructuras del propio estado.
1 comentarios:
Excelente articulo. Un ejemplo interesante de una pequeña nación que busca su espacio en un mundo globalizado.
Raúl.
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