Una de las incertidumbres claves de la sociedad actual es la evolución del precio de los hidrocarburos. En efecto, la vertiginosa subida de los precios en el último año ha originado una pérdida de la competitividad empresarial casi generalizada. No salen las cuentas al transporte aéreo, tampoco al transporte por carretera, ni a los taxistas o los agricultores. La industria también pierde competitividad, especialmente las actividades que usan hidrocarburos en grandes cantidades. Resulta obvio que pocas ayudas directas pueden esperarse de la administración, pues todos los colectivos están afectados y por ello el margen para ayudas paliativas es muy escaso. No pocos gobiernos achacan a la especulación la actual situación, y de esta manera retrasan la toma de medidas efectivas, que siempre serán dolorosas e impopulares. En este blog, pensamos que la especulación tiene poco impacto en el precio de los hidrocarburos, puesto que en los futuros no se acumula producto alguno. Pensamos que los precios actuales se deben más bien al incremento de la demanda, a la declinación de la producción, y a las incertidumbres generadas por los conflictos bélicos, especialmente en el área de Oriente Medio. Siguiendo con la información que sobre la producción de hidrocarburos hemos aportado en otros artículos, hablamos en esta ocasión de la situación en Canadá.
La producción de gas natural, tras dos décadas de crecimiento continuo, se ha estabilizado en los últimos años, y puede empezar a disminuir en los próximos dos años. La producción de petróleo y gas en Canadá es crítica para abastecer al mercado de Estados Unidos, pues el 15 % de sus necesidades se cubren con producto canadiense. Entre los países no pertenecientes a la OPEC, Canadá es el único que tiene posibilidad de duplicar o incluso triplicar la producción de crudo. En los últimos años, la cuenca sedimentaria del oeste del país, de mayor tamaño que el golfo de México, ha sido la gran región productora. Sin embargo, a partir de ahora será necesario realizar un gran número de perforaciones para reemplazar la producción: disminuye la producción de cada pozo, las acumulaciones son más pequeñas, se incrementan los costes de producción y también han aumentado los royalties de Alberta. Como dato significativo encontramos que el 60 % de la producción procede de pozos que se han perforado en los últimos 3 o 4 años, lo cual nos da una idea de la baja calidad de los pozos. Si bien la producción actual está disminuyendo, hay que reseñar que en Canadá todavía quedan muchas fuentes – convencionales o no convencionales – por desarrollar. Sin embargo, la demanda doméstica de Canadá también está creciendo con fuerza, y este incremento de la demanda continuará al menos hasta 2030.
Si bien las noticias sobre la producción de gas en Canadá no son positivas, las relativas al sector del petróleo crudo son mucho más positivas. Podrán mantenerse, e incluso aumentarse las exportaciones a Estados Unidos. Estados Unidos está teniendo problemas con sus inversiones en petróleo y por ello vuelve la vista a Canadá. La guerra de Irak creó excelentes expectativas de inversión para las compañías estadounidenses, pero la inseguridad posterior en el país ha frenado el desarrollo de las áreas productoras de petróleo. Aproximadamente al mismo tiempo, las compañías estadounidenses tenían excelentes oportunidades de inversión en Nigeria, Rusia, Sudán y Venezuela. Pero el acceso a estos recursos se ha negado posteriormente a las compañías estadounidenses, no muy queridas en todos estos países. Otras fuerzas están en juego y tensan los mercados de petróleo, y entre otras mencionamos la fuerte demanda que desde China e India se está produciendo respecto a los hidrocarburos de Arabia Saudí.
Bibliografía: Good news, badn news for Canada´s natural gas and oil production. Hidrocarbon Processing june 2008.
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