No pintan buenos tiempos para la economía mundial. Según Reuters, Estados Unidos se encuentra prácticamente en situación de estanflación, ese fenómeno atípico en el que aunque la economía se contrae los precios siguen aumentando. La estanflación es el terror de los gobiernos, puesto que las medidas necesarias para su control son extremadamente dolorosas. Pero la situación de USA ya se está extendiendo también a Europa. En efecto, según publica hoy Eurostat, la inflación de la eurozona se situó en junio en el 4% interanual, un nuevo máximo histórico, y ya muy lejos del 1,9% registrado en junio de 2007. La inflación en el conjunto de la Unión Europea alcanzó el 4,3%, frente al 4% interanual de mayo y el 2,1% registrado hace doce meses. En términos mensuales, la inflación repuntó cuatro décimas. De este modo, el diferencial de precios de España con la zona euro aumentó una décima en junio, y se situó en 1,1 puntos, debido a los incrementos que registraron los índices de precios en el sexto mes del año, hasta el 5,1% en el caso español y hasta el 4% en la zona euro. España continúa aumentando las distancias con Europa en materia de precios después de haber conseguido reducir el diferencial hasta 0,9 puntos gracias a los descensos de este índice registrados en los meses de febrero y marzo. No obstante, el diferencial aún se mantiene en cifras que, según el Ministerio de Economía y Hacienda, son similares a la media que registra este índice desde la entrada de España en la Unión Económica y Monetaria. Entre los componentes del indicador que registraron los niveles de inflación más elevados en la zona euro se encuentran los transportes (7,1%), alimentos (6,4%) y vivienda (6,1%), mientras que las cifras anuales más bajas se observaron en comunicaciones (-1,6%), ocio y cultura (0,1%) y vestido (0,7%). Entre los países miembros de la UE, los menores índices de precios anuales se registraron en Holanda (1,7%), Reino Unido (2,4%) y Alemania y Portugal (3,4% en ambos casos). Por el contrario, los niveles más elevados de inflación se localizaron en Letonia (14,5%), Bulgaria (11,7%) y Estonia (9,7%).
Respecto a la competitividad de las empresas, las tendencias no son optimistas, al menos para todas aquellas sometidas a la presión de créditos obtenidos en el pasado. En efecto, esta situación alienta aún más la posibilidad de futuros incrementos en los tipos de interés. Respecto a los gastos de las empresas, lo más destacable de estos últimos datos es que el transporte es el sector que sigue mostrando una inflación más elevada en la zona euro, y alcanza ya el 7,1 %. Parece evidente, que son muchos los cambios que vamos a vivir en los próximos años, como consecuencia de esta nueva situación, pero debemos ser optimistas puesto que las oportunidades de negocio surgen ante las necesidades de cambios, y eso es lo que está ocurriendo ahora, hay que cambiar prácticamente todo.
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