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04 febrero 2008

Introducción a la gestión económica y planificación

No pocos negocios fracasan mucho antes de que hayan visto la luz; y en muy poco tiempo se desvanecen las ilusiones que sus promotores han puesto en el proyecto de su vida. Un enorme esfuerzo queda en nada; y suerte tendremos si nuestro fracaso no lastra a su promotor y a su familia durante mucho tiempo. Más aún, muchos negocios están condenados al fracaso de antemano; y su fracaso sólo se debe a una inadmisible falta de planificación. Si la planificación de los condicionantes económicos que oscilan alrededor de cualquier empresa no se ha estudiado con detalle, el proyecto tiene muchos visos de fracasar. Los ingenieros que proyectan industrias han dado mayoritariamente la espalda a la planificación económica; no es ésta una cuestión que nadie haya exigido, y por ello muchos proyectos tienen carencias en la base que condicionarán la rentabilidad futura. El ingeniero está más preocupado por conseguir todas las autorizaciones administrativas y de seguridad industrial que requiere la puesta en marcha de cualquier centro productivo. Por otra parte, los asesores económicos de las empresas tampoco suelen estudiar la viabilidad de los proyectos, pues su labor fundamental es sortear los impedimentos de tipo financiero o fiscal que debe también contemplarse en cualquier proyecto. Muchas veces son cuestiones relativamente sencillas de corregir en origen; como por ejemplo la ubicación del negocio; pero otras, como el conocimiento insuficiente de los costes de producción, exigen disponer de una información más detallada. En este grupo de acciones temáticas trataremos de aportar información imparcial sobre cuestiones claves que deben contemplarse cuando se inicia un nuevo proyecto empresarial. Son muchas las cuestiones a tener en cuenta, pero a priori abordaremos exponer noticias relativas a: 1. Viabilidad de proyectos. 2. Tipos de interés. 3. Inflación. 4. Costes energéticos. 5. Materias primas. 6. Déficit comercial.

1 comentarios:

Ivan Diaz dijo...

Quizás el problema es que muchas de las ideas de negocio son demasiado ambiciosas.

Por lo poco que conozco, las empresas que terminan funcionando bien, son las que empiezan en un nicho pequeño, y consiguen desarrollar una gran idea desde una pequeña.

Si empiezas a lo grande (a no ser que seas de los que se tiran el moco o un vende humos) terminas perdiendo beneficios y entrando en espiral de perdidas solo en creditos y papeleos.