Los hidrocarburos son los principales responsables del cambio climático, así que no es extraño que estén en marcha un buen número de iniciativas dirigidas a frenar su impacto. Abordamos en este artículo la descripción de la tecnología de almacenaje y captura de CO2, que básicamente consiste en equipar las centrales térmicas de un sistema que pueda capturar el CO2 emitido y almacenarlo indefinidamente.
En los últimos tres años, el programa Castor ha estudiado la factibilidad de capturar el CO2 mediante sistemas de captura postcombustión. Este sistema tiene la ventaja de ser fácilmente adaptable a las centrales térmicas convencionales. El principio es simple, cuando el humo escapa, es procesado en el interior de un contactor que contiene un solvente que se une con el dióxido de carbono. Una vez se ha enriquecido de esta forma, el solvente pasa a un regenerador donde se calienta rompiendo los enlaces químicos que lo unen al CO2. El gas carbónico es posteriormente capturado y el solvente reducido se inyecta en el circuito.
Este método se ha ensayado en Esbjerg, Dinamarca, desde marzo de 2006. Este es el primer proyecto piloto de estas características que se ha realizado en el mundo, y hará que sea posible ensayar el proceso de post-combustión. El problema de este proceso es el elevado consumo energético que requiere, que hace que el CCS deje de ser interesante.
Pre- y oxycombustión
Desde 2000, se ha impulsado otro esfuerzo investigador en otras dos opciones de captura de CO2: precombustión y oxycombustión. Ambas tecnologías ofrecen un potencial interesante a largo plazo. La precombustión, captura el CO2 aguas arriba, añade vapor u oxígeno al combustible y lo transforma en gas de síntesis –syngas – producido a partir de CO2 e hidrógeno. Una vez aislado, el hidrógeno se usa para generar electricidad mientras que el CO2 es licuado antes del almacenaje. Éste constituye el primer paso hacia la sociedad del hidrógeno. En Europa, la investigación se lleva a cabo en el proyecto HypoGen – equivalente al proyecto FuturGen de Estados unidos. El propósito es construir la primera planta de producción de energía eléctrica equipada con precombustión CCS. Si bien aún no hay nada definitivo, el objetivo es reducir los costes de captura en un 50 %. Algunos problemas continúan lastrando esta tecnología, entre otros que no hay turbinas capaces de funcionar con hidrógeno puro.
Una tecnología mucho menos avanzada que los dos métodos anteriores es la oxycombustión. Por medio de esta tecnología es posible generar humos con muy alta concentración de CO2, y de ahí puede capturarse directamente. Sin embargo, el proceso es aún demasiado costoso actualmente ya que requiere grandes cantidades de energía para producir oxígeno puro.
Enterrando el CO2
Una vez capturado el CO2 es necesario enterrarlo, y aquí el problema que surge es la imposibilidad de ensayar la viabilidad de un proceso que tendrá que ser efectivo cientos o miles de años. Aquí los estudios se han centrado en los depósitos geológicos donde el CO2 ha estado atrapado durante millones de años, así como en la observación de los métodos de captación industriales. Enterrar en el oceanos y secuestro no se consideran hoy como soluciones de almacenaje viables porque presentan demasiadas desventajas en comparación con el almacenaje geológico. Esta última alternativa consiste en inyectar CO2 en el espacio intergranular de rocas porosas y permeables, cuyas formaciones biológicas están presentes en todo el mundo. Estos depósitos sedimentarios profundos a veces se extienden sobre cientos o incluso miles de kilómetros y generalmente están llenos con agua salada, y generalmente se conocen como acuíferos salinos. La inyección del CO2 en estos depósitos se viene ensayando en Noruega desde 1996, y se han probado muy convincentes.
Bibliografía: Zero emission target. Research eu April 2008
Palabras clave: Hydrogen society, HypoGen project, FuturGen project, precombustion CCS, ocean sinks, mineral sequestration.
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