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30 mayo 2010

Los nuevos modelos de negocio en las economías emergentes

En 1980 los fabricantes de coches americanos despertaron una mañana y se dieron cuenta que Japón se acababa de convertir en el líder mundial en la fabricación de automóviles. Rápidamente viajaron a Japón para averiguar qué estaba ocurriendo, pues ahora Estados Unidos ya no era el líder en capacidad de fabricación ni en fiabilidad. Lo que descubrieron fue algo sorprendente y muy alejado de las políticas industriales o los subsidios estatales. Un ingeniero japonés, del que ya hemos hablado en otras ocasiones había conseguido revolucionar la productividad de la industria nipona con un nuevo concepto que se resume en dos palabras: lean manufacturing.
Algo muy parecido está ocurriendo ahora pero esta vez las palabras son distintas: emerging world. En el norte se vive aún bajo el aura de conceptos trasnochados como “american way of life”, “políticas sociales” o cosas parecidas. Tan solo hay que viajar un poco para darse cuenta de lo que está ocurriendo, en las economías emergentes se trabaja duro y pueden barrer la hegemonía del norte en muy pocos años. Hay que prepararse para ello ya que es cuestión de supervivencia.
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En el norte seguiremos debatiendo si recortamos gastos o reformamos la legislación laboral, pero lo cierto es que en lo que antes era el tercer mundo una ola de innovación está transformando el mundo. En estos países se fabrican ya vehículos equivalentes a los occidentales con un coste de $3.000, ordenadores a $300 y teléfonos móviles a $30. Los sistemas de producción y distribución se están reinventando y aparecen de forma continua nuevos modelos de negocio. La innovación en las economías emergentes va mucho más allá de lo que en occidente se imagina, y esta tendencia alcanza a países donde uno no lo imagina, como por ejemplo Vietnam o Camboya.
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El salto de las economías emergentes, donde por cierto se trabaja sábados y en muchas ocasiones domingos, ha sido de tal magnitud que ahora tenemos unas 21500 multinacionales ubicadas en estos países. Miles de empresas que se preparan con denodado esfuerzo para confrontar con las de occidente. No son pocas las que ya compiten directamente con líderes mundiales en su especialidad: Bhara Forge de la India en piezas forjadas, BYD de China en baterías y Embraer de Brasil en aeronaves jet. Pero más sorprendente aún es el crecimiento que experimentan estas compañías. Por ejemplo, sólo en 2006 veinte compañías brasileñas duplicaron sus activos en el extranjero.
. Otro fenómeno que está ocurriendo cada vez con más frecuencia es que las multinacionales están desviando sus inversiones hacia las economías emergentes con una intensidad inusitada. La rentabilidad es menor en occidente y los problemas son mayores, así que los mercados se han orientado hacia el sur y eso es muy peligroso para las economías occidentales. Las multinacionales esperan que el 70 % del crecimiento del mundo en los próximos años venga de los mercados emergentes, y nada menos que el 40 % se concentrará en tan solo dos países, China e India. En los últimos veinte años ambos países han invertido muy fuerte en educación (educación para actividades productivas) y ahora tienen unas excelentes capacidades. Cada año, China produce 75 000 nuevos ingenieros e India 60 000.
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Con tanto ingeniero de bajo coste las multinacionales se han dado cuenta que es mucho más productivo desviar sus actividades de investigación y desarrollo a estos países y eso están haciendo. .
Otra cosa que han comprendido las multinacionales es que no sólo tienen que concentrarse en la gente de Gucci y Mercedes sino que tienen que aprender cómo satisfacer las necesidades de miles de millones de personas cuyos hábitos son más austeros. Esto significa que deben rediseñarse todos los productos y cambiar completamente los sistemas de distribución.
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Pero los mercados emergentes son realmente difíciles y los canales de distribución pueden ser desesperantes. El éxito en las economías emergentes está rodeado por un mar de problemas, que han derrotado a algunas compañías. Yahoo y eBay se retiraron de China y Google hizo lo propio de Hong Kong. .
Pero aunque las dificultades son muchas, las oportunidades son realmente extraordinarias. Los mercados potenciales son enormes. Tan sólo en China, en la próxima década cientos de millones de personas entrarán en la clase media.
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Esta combinación de desafíos y oportunidades está produciendo un cocktail de creatividad. Debido a que muchos consumidores son pobres, las compañías tienen que ir buscando el volumen. De nuevo las similaridades con el Japón de los 80 son realmente asombrosas. Toyota y Honda tuvieron que implantar “Just in time” en inventarios y sistemas de gestión de calidad porque el terreno y las materias primas eran caros. De la misma forma, las compañías de los mercados emergentes están transformando los problemas en ventajas. .
La globalización fue una iniciativa de los países occidentales que se impuso al resto, pero ahora las cosas están cambiando.
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Crecer, crecer y crecer .
Pero si hay algo que caracteriza a las economías emergentes es su espectacular crecimiento, que en muchos casos continuó incluso durante la crisis financiera de 2008. El mundo emergente está disfrutando del crecimiento más espectacular de la historia. Su peso en el PIB global pasó del 36 % en 1980 al 45 % en 2008, y alcanzará el 51 % en 2014. Este dinamismo no muestra signos de decelerarse. En el último trimestre de 2009 Tailandia creció a un ritmo anual del 15.3 % y Taiwan lo hizo al 18 %. Muchos economistas calculan que en los próximos cinco años el crecimiento de los países emergentes será un 4 % superior al de occidente.
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En 1990, Mittal era un desconocido productor de acero de Indonesia, hoy ArcelorMittal es el líder mundial en producción de acero. Lenovo, que ni siquiera existía en 1990, compró el negocio de los ordenadores personales de IBM hace cinco años y ahora es el cuarto fabricante más grande del mundo de PCs. .
Bibliografía: .
• The world turned upside down. The Economist April 17th 2010 • Grow, grow, grow. The Economist April 17th 2010

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