La industria altamente devoradora de energía y sus acólitos encabezan los lobbies que presionan para ralentizar la toma de medidas que palien los efectos del cambio climático. Pero el último presidente en alcanzar la casa blanca declaró: “This was the moment when the rise of the ocean began to slow and our planet began to heal”. Y Mr Obama se ha puesto a la tarea de atajar el cambio climático con celo. Para comenzar ha incrementado el gasto del gobierno comprometido en causas medioambientales y está instruyendo a la sociedad civil para aumentar la eficiencia energética en el uso de vehículos. También se propone doblar la producción de energías renovables y ha instado al congreso a redoblar sus esfuerzos para implementar medidas más verdes que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
Pero las repercusiones más importantes de la nueva política de Obama en materia medioambiental se deben a que dedicará aproximadamente un 10 % de los 787.000 millones del gasto del plan de estímulo económico a la energía y al medio ambiente: “The biggest energy bill the country´s ever seen”. Las inversiones de Obama alcanzan a todas las disciplinas relacionadas con la eficiencia energética y el medio ambiente: aerogeneradores, paneles solares, tren de alta velocidad, captura y almacenaje de carbono, baterías avanzadas, redes eléctricas inteligentes y vehículos híbridos. Todas estas disciplinas recibirán grandes inyecciones de dinero público. El objetivo de Obama demuestra su inteligencia, al dotar de fondos precisamente a las actividades innovadoras que pueden ayudar a salir al país de la recesión.
En su primer presupuesto, Obama se ha propuesto también gastar más en actividades verdes. La EPA, por ejemplo, recibirá un tercio más de lo que obtuvo en el último ejercicio. Una parte de este presupuesto está dedicado al control de los gases de efecto invernadero. El Departamento de Interior conseguiría más dinero para valorar el potencial de las energías renovables y proteger especies amenazadas del calentamiento global; 150.000 millones irán dirigidos a perfeccionar en la próxima década las tecnologías verdes.
Obama está también desmontando las decisiones de la administración Bush encaminadas a frenar el desarrollo de las tecnologías verdes. Por ejemplo, se está estudiando el bloqueo de Bush que impidió a California recular las emisiones de gases de efecto invernaderos de los vehículos. Otras cuestiones que se está reconsiderando es el desarrollo de nuevos standards de emisión para las plantas de producción de energía y elevar los standards de economización de combustible en los vehículos.
Uno de los problemas a los que se enfrenta Obama está relacionado con el negocio del carbono. La volatilidad de los mercados del carbono es bastante preocupante. En los últimos meses los permisos de emisión alcanzaron un pico de 30 euros y luego bajaron a 10 euros. Los analistas creen que una oscilación tan salvaje puede hacer que los inversores sean reacios a poner su dinero en tecnología de bajo carbono.
Bibliografía: Sins of emission. The Economist March 14th 2009
Palabras clave: windmill, high-speed rail, carbon capture and storage, advenced batteries, smart electrical grids, plug-in hybrid car, low-carbon technology.
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