Si nos plantemos un nuevo negocio o un nuevo mercado, lo último que debemos hacer es la estrategia habitual de todos los que fracasan. Por ejemplo, prospectar qué negocios se dan bien en nuestro entorno y montar uno similar, o tratar de buscar un producto/servicio innovador. La primera estrategia es el mayor de los errores, y buena prueba de ello son los letales efectos de la burbuja inmobiliaria española (ver “Especial The Economist: El futuro de las fnanzas” para entender los efectos de las burbujas). Otro fallo común es ofertar un “servicio/producto” para el que no hay mercado en el lugar donde lo vamos a introducir, y los efectos de este problema son también muy perniciosos si requieren inversiones cuantiosas.
Lo que no suele fallar es una prospección detallada de los mercados potenciales y sobre todo aprovechar los momentos en el que pueda preverse un “despegue comercial”. Los despegues comerciales tienen lugar continuamente en todo el mundo, y detectarlos en las fases iniciales de desarrollo son la mejor estrategia para conseguir posicionarnos de manera privilegiada. Como ejemplo de lo que queremos decir hablamos en este artículo de Bolivia, un país al que hasta ahora hemos prestado en el blog menos atención de la que merece ya que ofrece interesantes oportunidades de negocio para las empresas españolas y europeas. La confrontación dialéctica que han tenido en los últimos años el gobierno boliviano y la administración Bush ha generado que las noticias de Bolivia que llegan a Europa disuadan a las empresas que pueden hacer negocio en la región. Olvidando las confrontaciones políticas en las que no entramos en un blog de negocios, vamos a explorar en este artículo las posibilidades reales que para hacer negocio existen en el país andino.
La economía de Bolivia
La economía del país, como en tantos otros de América Latina, es mucho menos equilibrada de lo que conocemos en Europa, y ello se traduce en una visión de pobreza general en el país. Pero igual que un paseo por las calles de Calcuta nos daría una visión errónea de las posibilidades de negocio de la India, una percepción superficial de Bolivia nos llevaría a obtener unas conclusiones engañosas.
Si exploramos con más detalle su economía, nos daremos cuenta que como en la mayor parte de Sudamérica aquí encontraremos una intensa actividad comercial dedicada a la explotación de importantes riquezas naturales que son explotadas y vendidas el extranjero. Respecto a sus recursos actuales, destacamos que Bolivia posee las segundas más importantes reservas de gas natural de América del Sur. Por otra parte, l sector agroindustrial ha tenido un impacto importante en la economía boliviana, debido a la tecnificación y optimización de productos agropecuarios como son la ganadería, soya, azúcar, arroz, etc. El turismo es un sector en crecimiento debido a que bolivia es un país de contrastes profundos ubicado entre las altas cumbres de los andes y las selvas tropicales del amazonas.
Industria de Bolivia
Respecto a la industria, existen actualmente unas 13.500 empresas dedicadas a esta actividad, que representa en total un 35 % del P.I.B. del país. manufactura en gran y pequeña escala, el refinado de azúcar y derivados, artículos de piel, fabricas de tabaco, cemento, química, papelera, mobiliaria, de vidrio, explosivos, y otras de gran importancia económica. El 80% de las industrias del país están ubicados en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, La Paz y Cochabamba.
La Bolivia actual
La Bolivia actual se caracteriza por la llegada al gobierno del primer presidente de origen amerindio que ha triunfado en unos comicios electorales. Hace unos días The Economist publicó “A question of rights”, un artículo sobre el reciente referéndum constitucional que ha dado al presidente socialista, Evo Morales, los recursos legales que necesitaba para impulsar la política que presumiblemente se imponga en el país durante algunos años. La minoría blanca, el grupo social que controla los recursos económicos del país, ha perdido el poder que ostentaba desde la independencia del país. La política del país se dirigirá en los próximos años hacia una senda caracterizada por un incremento del papel del estado en el control central de los recursos naturales del país. La llegada al poder de Obama en Estados Unidos relajará también la tensión pues la minoría blanca tendrá menos apoyo externo. Está por ver cómo resistirá Bolivia la caída de la demanda y precios de las materias primas a nivel global.
La pugna en Bolivia está por los derechos a la explotación del gas natural, actualmente en manos de una minoría blanca que tiende a vivir en las prósperas zonas bajas tropicales, donde se concentran los yacimientos de gas y las tierras más fértiles. A pesar de las tensiones, según The Economist tras el referéndum es previsible que la política de Evo Morales siga fuerte.
Qué opciones de negocio hay en Bolivia para las empresas europeas
La política de Evo Morales es probable que siga siendo dura con las multinacionales, algo que sucede con cierta frecuencia en Sudamérica. Las negociaciones entre multinacionales y gobiernos son oscuras en la mayor parte de las ocasiones, y cuando cambian los gobiernos suele haber respuesta contra los que negociaron con el gobierno anterior. En los países que esto está ocurriendo, lo que sucede es que la multinacional se ve obligada a vender las acciones al estado. Como ejemplo podemos indicar que en Bolivia se debate estos días la compra de acciones de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) que estaban en manos de la italiana Euro Telecom internacional (ETI). Estos movimientos pueden seguir ocurriendo en alguno de los países de la región, pero los afectados serán previsiblemente las compañías que años pasados consiguieron hacerse con “paquetes accionariales” de empresas estratégicas.
Pero a menor escala, Bolivia es un país fiable para un buen número de negocios, especialmente para los planteados en un escenario temporal no muy dilatado. Y el negocio desde luego está en los “nuevos nichos de mercado” que mencionábamos al comienzo del artículo.
Centrales hidroeléctricas.
El negocio para las empresas españolas en la región no está en comprar empresas estratégicas sino en ayudar al país en el desarrollo de sus infraestructuras. Eso parecen haberlo entendido los hermanos mayores de Bolivia, esto es, Brasil y Argentina, países que ya participan en la construcción de centrales hidroeléctricas. En efecto, Argentina, Bolivia y Brasil construirán hidroeléctricas en conjunto. Las plantas, dos de ellas en la frontera entre Brasil y Bolivia y una tercera en la frontera entre Argentina y Brasil, tendrán un coste cercano a los US$17.600 millones.
El anuncio de los nuevos planes se da apenas unos días después de que el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, no pudieron llegar a un acuerdo sobre cómo dividir los escasos cargamentos de gas natural bolivianos para el próximo invierno. Bolivia ha encontrado dificultades crecientes para cumplir con sus contratos de entrega de gas natural a sus vecinos, ávidos del energético.
Infraestructuras gasísticas
La avidez de energía de Brasil y Argentina está haciendo que estos dos países inviertan en Bolivia, por lo que en los próximos años habrá demanda en el país de todas las actividades empresariales relacionadas con la energía. Respecto al gas, la empresa Energía Argentina S.A. (Enarsa) lanzó la licitación Pública Binacional para la obra de ingeniería, provisión de equipos y materiales para la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), y de su sistema de control y comunicaciones.
La licitación pública binacional (Argentina-Bolivia) consta de cuatro renglones, cada uno de los cuales incluye tramos y otros ítems, y el renglón 1 cuenta con un presupuesto de $796.114.705; el 2 de $939.113.323; el 3 de $818.052.050 y el4 de $65.313.922 (más información aquí).
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