Si bien el petróleo está bajando significativamente estos días, los efectos de estas bajadas en el precio de los combustibles sólo se han notado ligeramente. En este artículo explicamos por qué ocurre esto.
El escenario macroeconómico internacional parece estar nuevamente cambiando, y el principal motivo es que la economía europea ahora sí, ahora está en plena desaceleración. Reino Unido, Irlanda y España están en caída libre afectadas por la crisis inmobiliaria internacional, de nada vale que baje el petróleo, la suerte está echada. Pocas medidas pueden tomarse ante esta situación, ninguna para relanzar la construcción, y si acaso alguna para evitar los males colaterales de un derrumbamiento en cadena del sistema.
Buena muestra de la situación es el artículo que en libertad digital aborda la caída de la actividad de la construcción en España, con una de cuyas gráficas ilustramos este artículo. Según los colegios de arquitectos técnicos, el número de visados en España ha caído a niveles de finales de los años 70, así que eso se traduce a que el sector se está frenando en seco, precisamente en el momento en que el sector de la construcción en España es más fuerte que nunca. Hablamos con empresas de la construcción, y la sensación que nos transmiten no puede ser más alarmante, las deudas crecen y crecen. Hay que tener en cuenta, además de las deudas del promotor, que estos años se han hecho enormes inversiones en maquinaria. Una grúa autopropulsada de gran capacidad cuesta más de un millón de euros, y así todo el equipamiento del que se han dotado estas empresas, que ahora no pueden pagar porque no les llegan los ingresos.
El euro está cayendo respecto al dólar, y la caída la ha disparado Jean-Claud Trichet al decir que la economía será "particularly weak" en el tercer trimestre. Bajan las posibilidades de que suban los tipos de interés, y por ello el euro está cayendo. El dólar recuperó también posiciones respecto al yen, y el dólar australiano cayó por noveno día consecutivo frente al dólar norteamericano. También el dólar neozelandés está cayendo, ante las especulaciones de que habrá que recortar los tipos de interés.
La caída de euro es buena para los exportadores españoles, y en consecuencia para nuestro déficit comercial. Puede ser buen momento para intentar la internalización. Eso sí, la caída del precio del petróleo la está absorbiendo casi en su totalidad el derrumbamiento del euro. De hecho, los consumidores españoles no están notando en absoluto esta bajada del precio, pues la disminución del precio de la gasolina está siendo exigua. En Estados Unidos si se está notando, y con fuerza, así que los usuarios de vehículos se verán allí aliviados. Ya hemos dicho en muchas ocasiones, que en nuestra opinión, la subida del precio del petróleo no tiene mucho que ver con la crisis económica que asola España, y eso puede verse ahora puesto que aunque baje el petróleo la economía española no se dinamizará lo más mínimo.
Algunos analistas prevén que el euro caiga hasta 1,50 $ en las próximas semanas, por lo cual la situación puede seguir igual. El baile de monedas está siendo intenso estos días. Por ejemplo, el dólar de Singapur cayó estos días a sus niveles más bajos desde hace dos años, ante la preocupación de que el enfriamiento de la economía impulse las actuaciones de su banco central hacia una moneda más débil. También la situación en Australia está cambiando, y ya su banco central ha dicho que puede tener que bajar sus tipos desde el 7,25 % actual.
En Europa las preocupaciones por la inflación siguen siendo altas, y los tipos probablemente se mantengan al 4,25 %.
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