La utilización de energía eléctrica, gas-oil o gas para producir calor es un terrible derroche en términos de eficiencia energética. El motivo es que estas fuentes de generación de calor han sido transformadas varias veces, o transportadas desde lugares muy lejanos, con el coste y pérdidas que ello conlleva. Es bastante absurdo utilizar estas fuentes de energía para producir calor, ya sea para uso residencial o industrial, puesto que el calor puede obtenerse de un buen número de fuentes de una forma mucho más sencilla y económica. Entre las tecnologías utilizadas para obtener calor, se encuentran las centrales de ciclo combinado. En este artículo revisamos la situación de este tipo de centrales a nivel global. La inversión en plantas de generación de energía de ciclo combinado (CHP) es un fenómeno reciente en auge en gran parte del mundo. Rusia lidera el mundo en esta tecnología, ya que el 31 % de la energía eléctrica que produce la obtiene a partir de centrales CHP. A mucha distancia China, Alemania, Italia, Reino Unido y USA obtienen electricidad a partir de CHP en porcentajes que superan el 8 %. Revisemos a continuación las particularidades del uso de las centrales CHP en algunos países:
- Alemania: La estrategia alemana en materia de eficiencia energética y energías renovables es inteligente y eficaz. Sin duda es el país que más ha progresado incentivando CHP, diferenciando el uso para calefacción y uso industrial.
- Brasil: La demanda de calor para uso residencial y comercial es mucho más baja, ha basado la producción de electricidad en la construcción de grandes centrales hidroeléctricas ubicadas en lugares remotos. Sólo en los últimos años se han construido plantas CHP utilizando restos que proceden de los molinos de caña de azúcar.
- Rusia: El caso ruso es el más interesante ya que este país encontró en la tecnología CHP la fórmula idónea para obtener las enormes cantidades de calor que necesita para soportar su riguroso invierno. Por ello, tiene una gran tradición en utilizar centrales CHP para suministrar calor a todos los sectores utilizando networks DH conectadas a las plantas de generación. A partir de esta idea básica, extendió el modelo a todo el país.
En todo el mundo, aproximadamente el 9 % de la energía producida se obtiene a partir de centrales CHP, pero todas las estimaciones indican que el potencial es mucho mayor. En Europa, por ejemplo, numerosos estudios han mostrado que el potencial oscila en un rango de 150-250 GW y la potencia instalada al menos se doblará de aquí a 2025. En Canadá, el gobierno identificó en 2002 un potencial de 15,5 GWe a instalar hasta 2015, aumentando la capacidad total hasta un 12 % (desde el 6 % actual). Las estimaciones de Estados Unidos indican que es posible instalar aún ente 48-88 GW de nuevas centrales CHP. En el Reino Unido, el estudio del potencial económico acometido por el gobierno identificó un potencial de producción del 17 % de la potencia de generación total a partir de centrales CHP. El estudio llevado a cabo por el gobierno alemán elevó las previsiones de manera que la nueva capacidad para obtener energía a partir de centrales CHP se elevó al 25 %. En la India, el potencial adicional de CHP industrial identificado excede los 7500 MWe. El potencial CHP de Japón para 2030 se ha identificado en 29,4 GW, alrededor del 11% de la capacidad total proyectada para ese año. En conclusión, la tecnología CHP tiene interesantes posibilidades de implantación en numerosas aplicaciones industriales. Los ingenieros de diseño deben ir olvidando la solución fácil de conectar a la red o utilizar combustibles como el gas-oil, y analizar las posibilidades que para su proyecto tiene la tecnología CHP. Ya están disponibles soluciones CHP de potencias tan reducidas como 100 kW, lo cual permite su utilización en escenarios industriales individuales.
Bibliografía: CHP – the value of greater global investment. Cogeneration & On-Site Power. March-april 2008
Palabras clave: European Union´s CHP Directive
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